Aparentemente hay grandes diferencias entre los cuatro candidatos a la Alcaldía de Bogotá e incluso se habla de cierta polarización entre ellos. Pero al revisar sus programas de gobierno en los temas económicos se parecen, en cuanto a los asuntos de fondo, mucho más de lo que se diferencian. En la forma hay diferencias tanto en la extensión como en la estructura de los programas; el programa de Hollman Morris tiene apenas 16 páginas, mientras que los otros son mucho más largos, hasta el extremo de 103 páginas en el caso de Miguel Uribe. Obviamente, lo largo no significa necesariamente que sea mejor. En lo referente a los asuntos económicos Morris no dedica más de una página, mientras que los otros candidatos escribieron varias.
En el diseño de la descentralización territorial en Colombia la asignación de competencias y recursos hizo énfasis en tres sectores: educación, salud y agua potable y saneamiento básico. En los demás sectores hasta la fecha no se ha hecho una distribución de competencias precisa por niveles de gobierno articulada a los recursos adecuados para su ejecución, lo cual ocurre también en asuntos económicos. Pero en medio de esta imprecisión las entidades territoriales si tienen algunas tareas que cumplir. Por ejemplo, el artículo 76 de la ley 715 de 2001, les establece las siguientes competencias: promover asociaciones y concertar alianzas estratégicas para apoyar el desarrollo empresarial e industrial del municipio y en general las actividades generadoras de empleo; promover la capacitación, apropiación tecnológica avanzada y asesoría empresarial; promover el empleo y la protección a los desempleados. Para cumplir con tan difíciles tareas la ley no les asigna recursos específicos y los distritos y municipios deben sacarlos de sus recursos propios o de la participación de propósito general del SGP.
En este marco el Distrito mediante el Acuerdo 75 de 2006 creó la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico cuyo objeto es la “creación o revitalización de empresas, y a la generación de empleo y de nuevos ingresos para los ciudadanos y ciudadanas en el Distrito Capital”[2], entidad que en 2019 tiene un presupuesto cercano a los $120 mil millones. Es común que los distritos y municipios propongan diversas acciones dirigidas supuestamente a estimular el desarrollo económico y el empleo pero es muy raro que presenten evaluaciones con evidencias de los resultados alcanzados. Algo similar ocurre con los programas nacionales y de la cooperación internacional en materia de microempresas, emprendimientos, innovación tecnológica, clusters y similares que usualmente no obtienen ningún impacto relevante y el máximo aporte al empleo es el generado entre funcionarios, contratistas y consultores que se encargan de difundir las ilusiones del desarrollo económico local.
Características del componente económico de los programas de gobierno a la Alcaldía de Bogotá
- Ninguno tiene un mínimo diagnóstico ni interpretación básica sobre la economía. Esto no es raro en los programas de gobierno, pero es un vacío lamentable dado que dificulta conocer la interpretación de la realidad bogotana que hacen los diferentes candidatos. En ninguno de los programas se examina si la Secretaría de Desarrollo Económico ha cumplido con sus objetivos y si tiene algún sentido mantener esta entidad.
- Ninguno de ellos tiene metas concretas ni programas específicos para reducir la desigualdad de ingresos y la propiedad, aunque todos mencionan su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. Pero en ninguno de los programas se dice una palabra sobre la disminución de las desigualdades de la riqueza y de los ingresos. Esto podría ser comprensible en Miguel Uribe y Carlos Fernando Galán, vinculados a los partidos claramente más favorables a los capitalistas y que usualmente no tienen interés de fondo en afectar los intereses que principalmente representan, a pesar de discursos en contrario. Pero es sorprendente que no lo aborden Claudia López y especialmente Hollman Morris, representante de la Colombia Humana y la Unión Patriótica, coalición que aparentemente se inscribe, dentro de corrientes cercanas al capitalismo progresista, y comprometidas con las clases trabajadoras.
- Se podrá decir que un gobierno local no tiene mayores herramientas para abordar la distribución de la riqueza, pero aun así existen algunas herramientas básicas en materia tributaria, de ordenamiento territorial y de concertación con las autoridades nacionales, que tienen más competencias; pero no hay mención alguna sobre mayor tributación a los ricos, o sobre fortalecimiento de la plusvalía urbana, o sobre otras medidas similares. Ni siquiera interesa poner el tema seriamente en la agenda, a pesar de que está en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
- Sobre crecimiento económico dos candidatos se comprometen con metas altas; Miguel Uribe ofrece crecer al 7% anual y Hollman Morris al 6%. Sin embargo, no mencionan nada sobre la orientación de este crecimiento, si va a estar dirigido principalmente a las clases trabajadoras, por ejemplo; pero lo más interesante, es que no presentan programas, proyectos y acciones concretas que muestren el camino para llegar a dichas tasas de crecimiento, que en el contexto mundial solo las logra China. Sería muy interesante que estos candidatos le contaran al gobierno nacional los secretos que tienen para lograr tan impresionante crecimiento. Claudia López y Carlos Fernando Galán, más prudentes, prefieren no comprometerse con metas, se quedan en los propósitos generales. Seguramente son conscientes de que no es mucho lo que puedan hacer en la materia.
- En materia de desempleo se compromete con una meta verificable solamente Miguel Turbay quien ofrece llegar al finalizar su gobierno a una tasa de desempleo de 7%, la más baja de la historia, basado principalmente las obras públicas. En caso de no ganar la alcaldía, el Gobierno Nacional debería nombrarlo consejero para el empleo, con el fin de que le explique al Ministro Carrasquilla como resolver el problema que no entiende y lo tiene tan enredado. Los otros no se comprometen con metas, saben en el fondo que no hay nada que hacer, salvo tener buenas intenciones.
- Con relación al nivel de ingresos de la gente no dice ninguno de los candidatos nada en concreto, a pesar de que es uno de los objetos a cumplir por parte de la Secretaría de Desarrollo Económico.
- Dejando de lado los temas de fondo, la gran mayoría de las acciones se mueven en el campo de las ilusiones y del asistencialismo: a) Todos se comprometen de una u otra forma, con mayor o menor detalle, con el emprendimiento; a pesar del fracaso reiterado de todos los programas de apoyo a las microempresas, de emprendimientos, etc., durante décadas, fracaso que se evidencia, entre otras cosas, en el hecho que la gran mayoría de empresas quiebra antes de 5 años de funcionamiento; ninguno de los candidatos hace un balance serio del pasado; b) Buena parte de las acciones se enfocan a complementar de alguna manera las condiciones de trabajadores informales, vendedores ambulantes, etc., sin que realmente se vea como lograran cambios sustanciales en sus condiciones de vida.
- De otra parte, se repiten algunos lugares comunes orientados a ciertos sectores y grupos empresariales; hacer de Bogotá una capital turística, desarrollar cadenas logísticas, centros de innovación, ideas y acciones que se repiten y experimentan desde hace mucho y que en la mayoría de los casos no alcanzan ningún impacto significativo.
- No faltan las “peñalosadas” en los programas. Morris ofrece llevar a Bogotá a ser una ciudad del primer mundo, Galán promete convertirla en el centro de innovación más importante de América Latina, Uribe convertirá a Bogotá en la capital del emprendimiento de América Latina y López hará de Bogotá líder global en el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible.
Los programas de gobierno de los cuatro candidatos a la alcaldía se caracterizan por ser favorables al capitalismo; en este sentido aunque la democracia consiste supuestamente en reglas ciertas para resultados inciertos, lo cierto es que no habrá ningún resultado incierto: ningún anticapitalista ni Castro chavista llegará a la alcaldía. Pero aún dentro del enfoque favorable al capitalismo tampoco se ve medida alguna concreta que conduzca a una mejora significativa de las condiciones de empleo, ingresos e igualdad económica. Ni siquiera son capitalistas progresistas a lo Stiglitz.
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[1] https://www.noticiascoopercom.co/2018/08/27/duque-en-la-democracia-las-reglas-son-ciertas-pero-los-resultados-inciertos/
[2] https://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/consulta_organica.jsp
Alberto Maldonado Copello
Foto tomada de: RCN Radio
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