También fue derrotado en el departamento de Antioquia en donde ganó el candidato de una amplia coalición, Aníbal Gaviria, sobre su candidato Andrés Guerra. En materia de gobernaciones el uribismo apenas retuvo la gobernación del Departamento del Casanare y en las más grandes ciudades del país obtuvo resultados muy mediocres. Esta dura derrota del uribismo le hace mucho bien al país y muestra el hartazgo de un sector muy amplio de la ciudadanía que critica a Uribe y a sus intentos por sabotear desde el gobierno nacional el proceso de paz alcanzado con las FARC y las políticas neoliberales que siempre ha abanderado Uribe. Además la derrota del uribismo se da en medio de un proceso judicial en la Corte Suprema de Justicia en que el expresidente está acusado de comprar testigos en un proceso iniciado por él contra el senador del Polo Democrático, Iván Cepeda, quien fue exonerado por la Corte que en cambio abrió proceso penal a Uribe y que en pocas semanas deberá resolver si cierra la investigación o por el contrario lo llama a juicio, que es lo más probable.
En las elecciones del domingo se mantuvo el poder en manos de los clanes familiares en los departamentos de la Costa Caribe tanto en la Guajira como en el Cesar donde volvió a ganar el clan de la familia Gnecco así como los clanes familiares que ganaron en el departamento de Bolívar con un candidato cuestionado, Vicente Blel, hijo del condenado parapolítico Vicente Blel que contó con el apoyo de toda la clase política tradicional. Los clanes familiares perdieron en Sucre y en Córdoba a manos del partido liberal que encabezó en esos departamentos coaliciones amplias que derrotaron a los cacicazgos de las familias Elias, Besaile y Guerra Tulena.
El clan de los Char ganó de nuevo, esta es la cuarta elección que gana, la Alcaldía de Barranquilla y ahora extiende su poder con Elsa Noguera a la gobernación del Departamento del Atlántico. El clan de los Aguilar ganó de nuevo la gobernación de Santander con uno de los vástagos de la familia, Mauricio Aguilar, lo que constituye un verdadero retroceso en este departamento. También ganó en el Valle del Cauca la candidata de la actual gobernadora, Dilian Francisca Toro, Clara Luz Roldán. De modo que en estas regiones del país se mantiene el dominio del clientelismo y de clanes políticos que mantienen un control férreo del poder del cual derivan sus recursos en detrimento del bienestar colectivo. Hay allí un profundo problema de cultura política democrática y la ausencia de alternativas políticas ciudadanas.
En la costa caribe los clanes familiares que como hemos dicho están muy relacionados con poderes mafiosos excepto quizás en Barranquilla, fueron derrotados estruendosamente en el departamento del Magdalena y en su capital, Santa Marta. El movimiento del Centro Izquierda, Fuerza Ciudadana, le arrebató el poder a los clanes Cote, Diazgrandos, Vives y demás, que se presentaron unidos y en este caso también con el respaldo del Clan Char de Barranquilla. Carlos Caicedo Omar fue elegido como gobernador del departamento con cerca del 60% del total de la votación y Virna Johnson con el 63% del total de los votos. Por tercera ocasión Fuerza Ciudadana gana la alcaldía de Santa Marta. Y el palo electoral lo constituyó la elección de William Dau en la Alcaldía de Cartagena. Dawn se presentó por firmas y derrotó a los clanes familiares de los Blel, el turco Hilsalca, etc. Esta es quizás la mayor sorpresa electoral en la costa caribe.
El segundo fenómeno electoral lo constituyó a no dudarlo el triunfo de las fuerzas de centro izquierda y los independientes en las principales ciudades del país. En Bogotá ganó Claudia López con un 35% de los votos al frente de una amplia coalición de fuerzas de izquierda y de centro. Claudia López pertenece a ese nuevo sector de renovación de las alternativas políticas. La coalición estuvo conformada por el Partido Alianza Verde, el Polo Democrático Alternativo y sectores independientes. López es una aguerrida luchadora contra la corrupción y defensora de los acuerdos de paz. En Cali ganó Jorge Iván Ospina también militante del Partido Verde que contó con el apoyo de la izquierda y a último momento con el apoyo del Partido de la U. Ganaron también los verdes las Alcaldías de Palmira en el Valle del Cauca y de Manizales y la gobernación del departamento de Caldas así como la capital del departamento del Caquetá, Florencia. Así pues las tres principales ciudades del país serán gobernadas por fuerzas independientes en Medellín y por el centro izquierda en Bogotá y Cali. Es este el nuevo y esperanzador mapa político que salió de las elecciones de este 27 de octubre.
El gran reto que se enfrenta en esta coyuntura es que las nuevas fuerzas que ganaron hagan buenos gobiernos y que las fuerzas políticas que los llevaron al triunfo se renueven y se organicen como proyectos colectivos, en sí mismos estos movimientos son muy débiles como expresiones políticas organizadas. Estos son los retos a los que se enfrentan.
No le fue bien a la Colombia Humana de Gustavo Petro. En Bogotá su candidato Hollman Morris ocupó el tercer lugar con el 14% del total de la votación (440.591). Con esta candidatura no solo puso en riesgo la alcaldía de Claudia López sino además erosiono hacia el futuro un posible acuerdo entre el centro y la izquierda que es imperioso de cara a las elecciones presidenciales del año 2022. En el resto del país los resultados tampoco fueron buenos para Colombia Humana.
Tres hechos adicionales merecerían la pena destacar. El primero que en una buena parte del país en donde triunfaron las maquinarias tradicionales clientelistas el voto en blanco fue o la segunda o la tercera votación lo que demuestra el repudio a estas viejas prácticas políticas. Esto muestra una ciudadanía independiente que podría ser la base social y política para una renovación de la política en estas regiones. Un segundo hecho muy importante es que la jornada electoral transcurrió en paz. Solo en un municipio del país tuvo que ser trasladado un puesto de votación, lo que contrasta con las elecciones de fechas pasadas en que el proceso electoral estuvo cruzado por hechos de violencia. Esta jornada en paz es el resultado del proceso de desmovilización de las FARC que de lejos era la guerrilla que tenía la mayor capacidad militar para afectar los procesos electorales. Pienso que en buena medida y como lo señaló la alcaldesa electa Claudia López esta paz que se respiró el día de las elecciones también permitió que se oxigenara la democracia, aparecieran nuevos temas en la agenda pública y nuevos actores políticos. Son resultados concretos del proceso de paz.
Y finalmente hay que destacar que la mayor parte de los gobiernos regionales y municipales elegidos son defensores y amigos del proceso de Paz, lo que es muy importante para contrarrestar el peso que tiene el gobierno nacional poco comprometido con la implementación de los Acuerdos de Paz. Esto es muy importante en la coyuntura colombiana. En estas elecciones los enemigos abiertos y agazapados de la paz fueron derrotados.
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Pedro Santana Rodríguez
Director Revista Sur
Foto obtenida de: http://sunoticiero.com/
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