No es fácil dialogar de manera colectiva en una sociedad individualizada. Lograr inclusive acuerdos básicos en una realidad tan compleja, está llena de obstáculos. Cada cual tendrá sus puntos inamovibles. Otros tendrán temores de los compromisos o no tendrán claro hasta donde quieran llegar. No faltarán las descalificaciones. Como tampoco aquellos que solo buscarán figurar por encima de cualquier interés colectivo.
El saber a quién convocar es otro asunto que puede determinar si se avanza o no. Aparecerá quien quiera impedir cualquier acuerdo. Siempre se quiere que todos estén, pero por igual algunos no se mostrarán interesados. Por lo general se comienza hablando entre los más cercanos. Y en la medida que se vaya consolidando la idea y sus respectivas propuestas, se puede ir llamando a otros actores.
En el territorio existen no solo organizaciones con un extenso recorrido sino por igual otras nuevas que han ido irrumpiendo en el escenario. Concurren las legalmente establecidas y las que, aunque no lo estén, cuentan con legitimidad por su activismo y notoriedad. Y paralelo a esto, estarán siempre aquellas individualidades que se destacan por su compromiso inquebrantable con sus luchas. No podemos desconocer el aporte que hacen constantemente a la denuncia y difusión de lo que afecta nuestro territorio, como su contribución a la profundización del conocimiento para esclarecer el camino que colectivamente debemos transitar.
Hoy en día existen iniciativas de diferente índole pero que coinciden con el deseo de vivir en una sociedad más justa y en armonía con la naturaleza. Son iniciativas y sectores sociales que por diferentes caminos luchan por la defensa de la vida, el agua y los territorios.
Paralelo a esto, cada día los conflictos socio-ambientales van en aumento. Monocultivos que se extienden, extranjerización de la tierra, agrotóxicos, infraestructura vial que fractura el territorio, urbanismo desbordado, turismo masivo, minería destructiva, deterioro de cuencas hidrográficas, contaminación del agua, desplazamiento campesino, extinción de especies, desforestación, y para completar el panorama, corrupción político-administrativa.
Crear estructuras piramidales no sería la alternativa. No es armar aparatos que pretendan mostrarse como vanguardias. No es quitarles autonomía a los colectivos existentes ni desconocer los diferentes procesos de cada cual. Es acercarnos desde los afectos. desde los sueños colectivos. desde la fraternidad. Desde las coincidencias.
Hay mucho Camino por andar y no debe ser en solitario. No sobra recordar a Álvaro Gómez con su propuesta a Gustavo Petro en la Asamblea Constituyente de lograr un “Acuerdo en lo fundamental”.
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John Elvis Vera Suarez
Foto obtenida de: https://californiaaircourier.com/
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