Una de estas decisiones, aunque es de tiempo atrás, es darles vía libre a tropas estadounidenses en Colombia para apoyar la guerra contra el narcotráfico. Para entender esta situación hay que relacionar varios temas que se han venido entregando en cuenta gotas desde ya hace tiempo con diversos argumentos. En primer lugar, internamente en Colombia, es clara la posición política que tiene ya más de un siglo, de sus alianzas de política exterior con Estados Unidos, primero la lucha contra el comunismo, en las décadas de los 50 y 60, en los 70, 80 y 90 la guerra contra los carteles y el narcotráfico, de los 2000 en adelante la guerra contra el terrorismo, cada una de estas connotaciones tiene distintos argumentos pero un solo objetivo, alianzas político-militares para combatir lo que ellos consideren enemigo.
A partir de 1999 cuando empieza el Plan Colombia con el Gobiernos Pastrana se inicia la financiación de Estados Unidos hacia la Fuerzas Militares colombianas, entre 2001 al 2016 se invirtió $10.000 millones de dólares, sus consecuencias negativas fueron varias: crecimiento de los cultivos de coca, igual que la minería ilegal, nuevos grupos en la ilegalidad, como también la agudización de la vulneración de los derechos humanos en los dos primeros periodos del Gobierno Uribe como consecuencia de la intensidad del conflicto armado[1], entre los que se encuentran investigaciones por parte del Estado colombiano desde el 2015 por supuestas violaciones[2] de soldados gringos a niña colombianas en este periodo[3]; lo que hasta el día de hoy no se ha podido esclarecer por diversas razones, entre ellas, la supuesta inmunidad que acobija a los militares de Estados Unidos[4].
A nivel externo, Colombia se ha convertido en el primer aliado del país del norte en la región con más o menos 7 a 9 bases militares, siendo éstas, parte de las 76 bases que existen en América Latina y de las 800 a nivel mundial[5]. La justificación de esta expansión radica a partir de “los principales peligros” mencionando a Cuba, Venezuela y Bolivia, la lucha contra el narcotráfico, las redes ilícitas transnacionales. En la región, el apoyo fundamental a Estados Unidos es fundamental, relacionado y robustecido a un más con la entrada de Colombia a la OTAN en 2018[6].
Entender también la coyuntura propicia para la expansión en la región en el apoyo político, debido a la ola de la derechización en América Latina, apertura que se da desde hace ya una década, por su puesto Colombia cumple también este criterio, ya que sus gobiernos son de su tendencia. En este sentido, recordemos que hay un bloque creado desde 2017 llamado el Grupo de Lima del cual hicieron parte en esta fecha Argentina[7]( con Macri) Brasil, Chile, Costa Rica, Colombia, entre otros, grupo muy activo entre 2017 a 2019 apoyado al proclamado “presidente” interino venezolano Juan Guaidó[8] con claras intenciones de que se destituya el gobierno de Nicolás Maduro.
El anterior balance es un caldo de cultivo donde se han reunido fuerzas centrípetas en dirección a la caída del gobierno de Maduro en Venezuela y desenvolver los siguientes hechos, en aras a un orden geopolítico en la región que ya está delineado políticamente, pero necesita terminar con el enemigo común Venezuela con el propósito de finalizar su “alianza” con las guerrillas comunistas- castro-chavistas, el narcotráfico, el terrorismo, argumento de la expansión militar de los Estados Unidos en la región y el mundo. Observemos en orden cronológico los hechos más recientes.
En este escenario Colombia ha tenido un fuerte protagonismo por el empeño del uribismo en atizar las rencillas con el vecino país, solicitando insistentemente la intervención militar de EEUU a Venezuela, en esta insistencia caben destacar las peticiones que realizó Uribe en 2017 y 2018[9] las declaraciones de “Pachito” Santos en 2018, cuando ocupaba el cargo de embajador en este país[10]. Y ni se diga de algunos de los representantes del partido uribista Centro Democrático.
En enero de 2019, hay un hecho que llamó la atención en una rueda de prensa del Consejero de Seguridad de Estados Unidos John Bolton, donde en su libreta tenía una nota “5.000 militares a Colombia” esto en medio de la crisis con Venezuela y el paquete de sanciones contra ella[11].
En enero de 2020 algunos hechos en Colombia demostraron el inicio del despliegue norteamericano en el país, realizando ejercicios militares, en este sentido, las declaraciones de Ministro de Defensa Carlos Holmes Trujillo sostuvieron que “este tipo de ejercicios son una herramienta y una oportunidad muy valiosa para fortalecer nuestra lucha conjunta contra las amenazas transnacionales que enfrentamos”[12].
El 26 de marzo de 2020, Estados Unidos acusa a Maduro por Narcotráfico, a través del Departamento de Justicia de Estados Unidos. En esta misma fecha Estados Unidos, le coloca precio a la cabeza de Maduro de US$15 millones por su captura[13]. La vinculación Maduro y 15 altos funcionarios de gobierno del vecino país, a un proceso judicial en Estados Unidos, naves militares en el Caribe cerca a Venezuela, la incursión de exmilitares estadounidenses intentando acciones mercenarias preparadas desde Colombia[14].
El 2 de abril de 2020 Estados Unidos anuncia operación contra el narcotráfico en el Caribe, con Venezuela y México como objetivo[15]. Las acciones jurídicas hacia Venezuela desde Estados Unidos para la lucha contra el narcotráfico en la región, es el mismo argumento, pero con otra lógica para el envío de las tropas a Colombia y muy cerca, a la frontera con Venezuela, en Arauca y Catatumbo[16]. A esto se les suma en mayo de 2020, los buques iraníes petroleros que están llegando a Venezuela para el abastecimiento de gasolina[17]. Finalizando este mes, la embajada de Estados Unidos en Colombia confirma que hay vía libre para enviar más tropas a Colombia en el presente mes de junio de 2020[18].
A lo anterior se le añade que, en Colombia hay una fuerte resistencia por parte de la oposición en el Senado[19]al gobierno, puesto que esta decisión no se tuvo en cuenta la opinión del Legislativo, lo que acarrea que el ejercicio de balance de poderes no se cumple, utilizando la coyuntura de la pandemia, el estado de emergencia y la inoperancia del Senado, el presidente Duque está gobernando por vía decretos; decisiones que se leen en contra vía de la soberanía del país, por lo tanto, sería inconstitucional y una clara violación al derecho internacional, ya que el comunicado presentado por la embajada de los Estados Unidos a Colombia no estaría especificando una fecha límite[20]. La sociedad civil también se ha pronunciado frente al rechazo de las fuerzas extranjeras en el territorio colombiano, en las redes sociales existen diversos grupos que han manifestado su indignación hacia las decisiones del gobierno. De igual forma, el Consejo de Estado por parte del Magistrado Álvaro Namén, su presidente, se manifestó solicitando un informe oficial al gobierno por esta situación ya que el Ejecutivo al parecer sin previa autorización de las dos instituciones, Senado y Consejo de Estado, toma esta decisión.
En síntesis, al parecer la coyuntura ha dejado claro que la postura de gobierno en temas de seguridad ejerce su poder sin contar con la autorización de los otros poderes del Estado que lo regulan, ello puede constituir un peligro hacia toma de decisiones autoritarias que desencadenaría repercusiones irreversibles. Todo este entramado político hace pensar que ser un país que le ha sido aliado por mucho tiempo a los intereses geopolíticos y económicos a Estados Unidos, nos ha llevado a través de la historia en vías de luchas inacabadas por la falta de compromiso ético y político de una clase y elite política. Esta élite no piensa más que en sus condiciones económicas dirigiendo al país en una desolada desesperación entre la reactivación profunda, desde 2018 del conflicto armado, las desigualdades sociales que entre más días son más abismales, dilucidadas con claridad a partir de las medidas tomadas frente al Covid -19 en tan solo 3 meses, lo que denota a Colombia como país, una nación, un Estado, débil de soberanía en todos los sentidos y más aún, con el peligro de que se nos estalle en la cara, una guerra que no es nuestra.
Como dicen en las películas norteamericanas cuando empieza un peligro “dios nos proteja” y como decimos acá en Colombia, “que nos agarren confesados”
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[1] Ver en: Balance de los quince años del Plan Colombia (2001-2016)- Recuperado en: https://bit.ly/371zlLl
[2] Ver: Ya vienen los gringos. Recuperado en: https://bit.ly/2MpN0CE
[3] Ver en: https://bbc.in/2ZZ5Fx3
[4] Inmunidad a militares de E.U. ¿Fuera de base? Ver en. https://bit.ly/2MleusS
[5] EE. UU tiene 800 bases repartidas militares repartidas en todo el mundo. Recuperado en: https://bit.ly/3dqnysq
[6] ¿Que ha pasado a un año de la inclusión de Colombia a la OTAN? Recuperado en: https://bit.ly/2ZXuTvz
[7] Suponemos que con el cambio de nuevo gobierno progresista dejará de pertenecer a este grupo.
[8] Ver. Revista Sur. Liderazgo política y … bélico. Recuperado en: https://bit.ly/36ZlwNp
[9] Ver: Uribe dice a Congreso de EU que Venezuela debe remover a Maduro. Recuperado en: https://bit.ly/2Mnk7qx , también ver: https://hrld.us/2BoVaWK
[10] Ver: Las polémicas declaraciones de Pacho Santos en Washington sobre Venezuela. Recuperado en: https://bit.ly/2QG0vPa
[11] Ver nota en: https://bbc.in/2Mn9Dr0
[12] Ver: Tropas estadounidenses realizan ejercicios militares en Colombia. https://bit.ly/2U89I6u también ver https://bit.ly/3eJjtjb
[13] Ver esta nota en: https://bbc.in/3dpAmPz
[14] Ver esta nota : https://bbc.in/2MhBKrT
[15] _Ver esta nota en : https://bit.ly/2yUdgSp
[16] Tropas de EEUU en Colombia: Recuperado en: https://bit.ly/3gJv8Ar
[17] Ver nota: https://bit.ly/36Xi064
[18] Ver nota en: https://bit.ly/3cqlXRV
[19] Rechazan senadores de Colombia el Arribo de tropas estadounidenses. https://bit.ly/2XwtBq1
[20] Tensión en Colombia por el envío de tropas especiales de EEUU al país. https://bit.ly/2XO0qgI
Yeny Girón Galeano, Politóloga, investigadora y docente universitaria.30
Foto tomada de: Elnacional.com/
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