El período del 10 al 18 de agosto se dio una disminución en la tasa de crecimiento de los casos reportados. Se pasó de un promedio móvil de 10.039 casos diarios del 3 al 9 de agosto a 11.022,4 del 10 al 18 de agosto, para una tasa de crecimiento de 9,8%, en comparación con 16,4% de la semana del 3 al 9 de agosto con la del 27 de julio al 2 de agosto. O sea, no se produjo una aceleración exagerada como decían los amigos del pánico para justificar medidas de encierro, pero continúa el crecimiento de los casos nuevos (Gráfico 1).
Gráfico 1 Evolución de los casos nuevos del Covid-19 en Colombia
En cuanto a los muertos diarios, se bajó de un promedio de 313,3 del 3 al 9 de agosto a 309,4 del 10 al 18 de agosto. El promedio móvil de muertos se redujo de 320 el 3 de agosto a 306, 3 el 18 de agosto, un aspecto positivo. Ya hay una especie de meseta (Gráfico 2).
Gráfico 2 Evolución de los muertos diarios
En recuperados se presenta también una evolución positiva, al pasar el total de recuperados con respecto al total de contagiados de 54,9% el 9 de agosto a 63,9% el 18 de agosto (Gráfico 3).
Gráfico 3 Evolución de la tasa de recuperados en Colombia
De los grandes territorios en población, es relevante la mejora sustancial en Atlántico seguida por la de Bolívar. Igualmente, Amazonas y Chocó han logrados parar el Covid-19.
Antioquia ha mejorado al pasar el promedio móvil de 1641,7 el 10 de agosto a 1502 el 18 de agosto, mientras Bogotá es muy variable, pero su tendencia móvil ha sido creciente (Gráfico 4).
Han empeorado Valle, Cundinamarca, Córdoba, Santanderes, Putumayo y Caquetá, aunque han reducido sus crecimientos en los últimos días (Gráficos 6 a 8).
Meta y Nariño han desmejorado desde el 7 de agosto, pero Nariño ha mostrado mejoras desde el 15 de agosto.
Siguen las conclusiones que hemos venido mencionando, entre Bogotá, Antioquia y Valle del Cauca se explica una proporción alta de los casos acumulados, el 56,2% del total para el 18 de agosto.
Siguen, Cundinamarca, Córdoba, Nariño y Santander, con 11,8% del total.
Gráfico 4 Evolución del Covid-19 en Bogotá, Antioquia, Valle del Cauca, Bolívar, Cundinamarca, Risaralda, Atlántico y Magdalena Casos nuevos por promedio móvil de siete días
Colombia en los peores lugares
En cuanto a casos totales, casos nuevos, muertes totales, muertes diarias, pruebas e indicadores por millón de habitantes, Colombia está entre los peores del mundo. Y no hay excusa para esto como trata de refutarlo la directora del Instituto Nacional de la Salud-INS-
Así, somos el octavo país con más casos, el cuarto con nuevos casos, el 12 con total de muertos, y por encima del promedio mundial para muertos y casos por millón de habitantes, así como por debajo del promedio para pruebas por millón de habitantes. Si esto no es muestra de fallas en la estrategia, entonces, qué es.
La conclusión obvia es que la estrategia para combatir la pandemia en Colombia con base en cuarentenas, toques de queda, leyes secas, restricciones, encierros y militarización no ha sido un éxito. Y en esto son responsables el gobierno nacional, los alcaldes, los gobernadores y los asesores del poder.
Análisis de Bogotá
Bogotá explica en los primeros 18 días del mes de agosto, entre el 34% al 38 % de los contagiados, de ahí que lo que pase en Bogotá define la dinámica global del Covid-19 en Colombia.
Se distinguen seis periodos de la evolución del Covid-19 en Bogotá (Gráfica 4)
- Crecimiento lento del 6 de marzo al 31 de mayo, propio de toda pandemia
- Se aplana la curva del 1 al 16 de junio
- Crecen los contagiados del 17 de junio hasta el 12 de julio
- Cambia la tendencia el 13 junio para una dinámica más acelerada hasta el 26 de julio
- Trata de aplanarse la curva del 27 de julio al 9 de agosto, dando lugar a expectativas positivas
- Vuelve a acelerarse el virus del 10 al 18 de agosto.
En recuperados y muertos diarios la evolución desde el 10 de agosto ha sido favorable, ya que ha aumentado la tasa de recuperados y los muertos diarios han tendido a disminuir. Así, en promedio móvil de siete días, se llegó a un máximo de 103,7 muertes diarias el 31 de julio, y de ahí en adelante bajan las muertes diarias a 66,9 el 17 de agosto. Y la tasa de recuperación aumentó de 48,0% el 10 de agosto a 59,5% el 18 de agosto (Gráfica 5).
O sea, la situación de Bogotá no es tan mala como acostumbran a pintárnosla los epidemiólogos y la alcaldesa.
En cuanto al virus por localidades, en el cuadro 1 se presenta un resumen para cuatro fechas: 27 de julio, 2 de agosto, 9 de agosto y 16 de agosto. Es muy difícil sacar conclusiones. Kennedy Suba concentraban el 16 de agosto el 27,61% de los contagiados una diferencia muy pequeña con respecto al 27 de julio que tenían el 27,51%. Los cambios entre el 27 de julio y el 16 de agosto son menores para el resto de las localidades, o no se aprecian cambios importantes, de tal manera que no se pueden sacar conclusiones definitivas sobre el encierro panóptico.
Gráfico 5 Dinámica de los muertos diarios en Bogotá.
Cuadro 1 Evolución de casos por localidad en Bogotá
Siguen medidas sin mucho estudio
Ya es tiempo de efectuar un análisis de la estrategia seguida por los poderes macro y micro. Hay un hecho evidente, la pandemia no ha parado de crecer, aunque en los últimos días se observa un crecimiento menor con respecto a la semana del 2 al 9 agosto.
La estrategia ha estado basada en encerrar a la gente, impedirle su movilidad por diferentes acciones: cuarentenas globales indiscriminadas, toques de queda, leyes secas, salida por cédula y apertura de las actividades económicas aún limitadas.
En el fondo, la estrategia se centra en disminuir la movilidad de las personas, bajo la teoría de que al tener menos movimiento hay menos congestiones y contactos, y, por lo tanto, menos posibilidades de contagio. Pero, ya van cinco meses y vamos para el sexto, y la pandemia ha seguido su curso, lo cual significa que la estrategia ya no es válida y que es errónea por todas las implicaciones que tiene sobre la salud mental de los colombianos, la frustración por no poder realizar sus actividades sociales habituales, la pérdida de ingresos, el desempleo y el efecto negativo sobre la economía.
Y porque la gente ya aprendió a burlarse de las cuarentenas. La única forma para que fuera efectiva sería encerrar de nuevo a toda Bogotá, con las implicaciones de todo tipo que esto traería. Cuarentena por localidades da lugar a desplazamientos entre zonas.
En un análisis de beneficio -costo, porque esta es la manera de analizar las acciones públicas, son mayores los costos que los beneficios. No es esta la oportunidad para tratar este asunto con detalle, lo cual se hará en próximo análisis.
La idea es que hay que cambiar la estrategia de que el problema del contagio se resuelve dejando encerrada a la gente en sus casas. Esta estrategia es muy defendida por la alcaldesa Claudia López, que es la líder de encerrar a Bogotá y al país, Independientemente de las consecuencias negativas y de sí es válido seguir con esta política. Digamos que, al comienzo, por la falta de preparación y porque no se conocían muy bien los efectos de virus y las formas de combatirlo, limitar el movimiento de los ciudadanos por un período corto, en realidad vamos para los seis meses, que no pasara de uno o dos meses, era apropiado, pero ya cinco meses y más es otro cuento.
La solución se encuentra, viendo las experiencias en Europa, Asia y otros países de Latinoamérica, en implementar un conjunto de acciones sanitarias, sociales, económicas y educativas.
Ya es claro que la mejor forma de combatir el virus, desde el punto de vista de las personas, es el autocuidado estricto, es decir, el uso de la mascarilla en los sitios públicos, el lavado de las manos y el distanciamiento social.
De parte del gobierno, una campaña de testeos masivos, focalizados, nada al azar, de control inmediato de los infectados, seguimiento sin demora a los contactos. Esto exige que los resultados de las pruebas no tarden más de 30 horas.
Disminuir los riesgos de muerte, lo que implica detectar rápidamente los contagiados y utilizar todas las técnicas médicas hoy disponibles y conocidas de acuerdo con la experiencia mundial.
Actualmente se realizan cerca de 40 000 pruebas diarias, lo cual es insuficiente, se debe llegar a 200 000 pruebas por día, para alcanzar lo más rápido posible haber testeado al 10,0% de la población, que implica un total de pruebas de 5 millones, contra 2,5 millones en la actualidad. Esto es clave, casi que esencial
Hay que realizar control de sitios donde se detecten casos, pero esto no significa cuarentenas generalizas por municipios o localidades en Bogotá. Es ir donde se detectan casos del Covid-19 con brigadas de salud, cercar y chequear a los vecinos. Esta política es más eficiente, porque ante la escasez de recursos, se les puede concentrar y tener resultados.
Vigilar los posibles lugares donde la experiencia nacional e internacional muestra que hay que hay que hacerlo. Se trata de las cárceles, ancianatos, centros de salud, plazas de mercado, cuarteles de policía y de las fuerzas armadas, concentraciones de indígenas. Y chequear a los venezolanos, que son fuente muy alta de contagiados, muchos de los que llegan a Venezuela tienen el Covid-19, según manifiestan las autoridades de ese país. La mayoría de estos inmigrantes, como están sin recursos tienen que salir a obtener dinero como limosneros o como vendedores informales y a veces entran en la delincuencia.
Hay que realizar una campaña educativa a poblaciones especiales para instruirlos en el Covid-19, en la importancia del autocuidado y repartir mascarillas y jabón.
Infortunadamente, se ha perdido mucho tiempo para una verdadera política social de ayuda a millones de colombianos sin ingresos suficientes, muchos de los cuales han perdido sus empleos, y otros, los vendedores informales, por los acuartelamientos, entraron a la pobreza extrema, miles de miles de pequeños negocios tuvieron que cerrar sus negocios y sus dueños y empleados quedaron sin recursos. El gobierno ha sido nefasto en este aspecto. Precisamente, la gente no se mantiene en sus hogares, sino que sale para conseguir dinero. En esto el gobierno nacional ha sido muy antisocial. Se dice que el ministro de Hacienda prefiere ahorrar plata para pagar la deuda interna que tenerla disponible para atender a los millones que hoy están sufriendo en Colombia. La alcaldesa de Bogotá ha podido realizar subsidios, pero la alcaldía no cuenta con los recursos necesarios, esta debe ser una política de las autoridades nacionales, pero ya no lo hicieron ni lo harán.
Vincular a la comunidad, crear brigadas de salud, suministrar información, visitar los hogares.
El equipo de asesores ya cumplió su trabajo, ahora se requiere un nuevo equipo interdisciplinario, que acoja a especialistas en pronósticos, economistas, sociólogos, sicólogos, siquiatras, ingenieros, trabajadores sociales, conjuntamente, por supuesto, con médicos y epidemiólogos de variadas tendencias. Hay que salir de esa idea de algunos de que todo se resuelve con cuarentenas, con violación a los derechos humanos, que la idea es encerrar a la gente.
El Covid-19 va a estar por mucho tiempo circulando en el planeta, así que la estrategia hay que cambiarla, es decir, la idea del encierro, yo la llamo la teoría del panóptico, de encerrar a la gente y vigilar sus cuerpos, su espacio y su tiempo, que es propio de dictadores y autoritarios.
Punto esencial que deja la experiencia de la pandemia, el pésimo sistema de salud de Colombia. La pandemia ha obligado a hacer inversiones en hospitales públicos, pero faltan en muchos municipios importantes, y si los hay, no están bien dotados de recursos físicos y humanos. Todavía continúan las condiciones laborales inadecuadas para el personal de la salud, pero este es un tema general de Colombia. Las EPS han sido terribles para la prestación de los servicios de salud. Hay mucha gente que no tiene como pagar prueba y hospitalizaciones. Se mostró que falta personal médico y de especialistas. Hay que ir hacia un sistema de salud público gratuito, necesariamente. Hay que eliminar el concepto de la salud como una mercancía, y que hay que manejar los hospitales con criterio privado de buscar una ganancia.
Conclusiones
Muy difícil en las condiciones de Colombia hacer proyecciones de cuando se daría el quiebre. En los últimos días ha cambiado la tendencia creciente y tratan de estabilizarse los casos nuevos alrededor de 11.000 a 12.000, han aumentado los recuperados y las muertes diarias se han estabilizado alrededor de 300, que son todos puntos positivos, lo que contradice las voces alarmistas que desde el comienzo nos han pronosticado los peores escenarios.
Gráfica 6 Evolución de los casos nuevos del Covid-19 en Huila, Nte de Santander, Quindío, Caldas, Meta, Nariño, Cesar y Santander
Gráfico 7 Evolución de los casos nuevos del Covid-19 en Boyacá, Tolima, Cauca, Córdoba, Casanare, San Andrés, Chocó, Sucre y Amazonas
Gráfico 8 Evolución de los casos nuevos del Covid-19 en La Guajira, Caquetá, Arauca, Guainía, Putumayo, Vaupés, Vichada, y Guaviare
Diego Otero Prada
Foto tomada de: RCN Radio
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