Las comunidades organizadas, y de ellas hay que destacar a las comunidades indígenas, cuya organización se basa en la solidaridad y en el trabajo colectivo, así como las decisiones colectivas, han dado a toda Colombia una de las más importantes lecciones de movilización social disciplinada, con claridad de propósito y con alto impacto en la percepción de realidad y de posibilidades frente al conjunto de la sociedad.
Las negritudes organizadas, caminando al lado de los indígenas, deponiendo sus contradicciones frente a disputas por territorios y dándole prioridad a lo que los une: la lucha por la vida, por la dignidad social, por ejercer la democracia demandando del Estado un tratamiento de equidad que corresponda con el cierre de brechas económicas, tecnológicas, sociales y culturales y conquista de oportunidades, se ganaron espacios de visibilización y denuncia al drama de sus territorios cruzados por las violencias.
Su discurso fue con hechos, se movilizaron con tres (3) consignas que se volvieron programa para toda la sociedad democrática de Colombia y lograron el respaldo y la admiración de las comunidades internacionales, de la academia e incluso de los medios de comunicación al servicio del Estado que los estigmatizó acusándolos de ser fuerzas desestabilizadoras y oscuros propósitos; sus hechos, su eticidad colectiva que le dieron una lección contundente al Gobierno, a los partidos de Gobierno y a los partidos alternativos, quienes en buena hora entraron a respaldar la marcha, a saludarla, acompañarla, pero no a suplantarla.
Dicha movilización se da en los momentos en que Colombia y sus partidos iniciaron las campañas políticas como si fuera una lucha para preservar el statu quo[2], para el retorno a una normalidad fallida como modelo de desarrollo y bienestar, que a diario expanden las brechas de inequidad, fortalece el poder económico de una élite arrogante y apátrida, que sangra los recursos de la riqueza creada socialmente en el país llevándolos a los paraísos fiscales[3], el lugar de reinvertir para el bienestar de la sociedad.
Los partidos alternativos hacen gala de la configuración de líderes mesiánicos que parecían ponerse de acuerdo en qué logran visibilidad en medios de comunicación sí descalifican a sus aliados naturales y guardan posturas timoratas frente a un Gobierno y unos partidos que la sociedad repudia, cómo lo demostró la última encuesta sobre la designación de un sucesor de Álvaro Uribe, en donde el 78% manifestó que no apoyaría una designación de tan siniestro personaje[4].
Las marchas estudiantiles de 2018-2019 mostraron el poder de la Juventud cuando tiene objetivos claros[5], construidos desde las bases que actúan en libertad, y es esta misma libertad la que los faculta asumir sus compromisos de lucha reivindicativa de la educación pública gratuita de calidad y universal.
Contrasta con un movimiento sindical burocrático, ahistórico, distante y fuera de contexto, lo cual es lesivo al conjunto de trabajadores y trabajadoras que no encuentran en la sindicalización una vía de construcción de tejido social que les permita establecer acuerdos con el capital y con el Estado para lograr una sociedad más justa, equitativa y amigable con el medio ambiente.
Los movimientos espontáneos del 9 de septiembre 2020, tremendamente reprimidos por la fuerza pública, que causaron una masacre de jóvenes inconformes[6], es parte de esa manifestación de inconformismos con el establecimiento, con los partidos políticos y con sus liderazgos y es un reclamo a gritos de millones de nuevas ciudadanías, de una nueva forma de concebir la sociedad, su equilibrio con la naturaleza, la búsqueda de justicia ética y universal para todos igual, la equidad, la acción de lo público desde la ética social y política, como lo sella la decisión de las Autoridades indígenas de 10 pueblos y las 127 autoridades ancestrales que caminaron hasta Bogotá como legitimo interlocutor del Gobierno y que el día 23 de octubre cancelan la agenda con el vocero del Gobierno porque no aceptan el irrespeto y la burla de la que son objeto por parte del Alto Comisionado para la paz, responsable de implementar una agenda para llegar a consensos y fortalecer las autonomías[7].
Dejan claro qué será otra gran marcha con la que expresaran de nuevo, y otras mil veces más, pues son esas comunidades indígenas, las negritudes, los campesinos, el espontáneo movimiento urbano, principalmente juvenil e inorgánico, pero con identidades, y algo del movimiento sindical, que logra sincronizar intereses con objetivos de los pueblos del común. Son la nación de los excluidos que toman rostro de marcha, corazón de gritos de unidad, y cerebro de nuevo paradigma de bienestar.
El liderazgo colectivo se impone, los mesianismos han recibido una lección, no es la postura de los preclaros, sus eruditas propuestas de programas, fruto de sus disquisiciones, por válidos que tengan muchos puntos. Lo colectivo, como afirmara el Maestro Orlando Fals Borda “las comunidades gestionan sus trabajos colectivos, solidarios y cooperativos, que les permita superar la injusticia social y transformar sus realidades”
La lección de la Minga a toda la sociedad es que le antecede un proceso, crean y usan los espacios de deliberación, se escuchan atentamente, se confrontan respetuosamente y con argumentos, hacen análisis a fondo y de cara a las comunidades, colectivamente, así perfeccionan las propuestas políticas que cualquiera que sea el vocero tendrá que respetar o será desautorizado y sancionado.
La unidad de los demócratas es, o debería ser, el punto de llegada luego de debates respetuosos, argumentados, escuchando a la sociedad en todas sus formas de organización, escuchando a la academia, a los viejos sabios, y llegando a consensos firmes a ser respetados. La fuerza de ellos es la autoridad política de la decisión colectiva que implica supervisión colectiva. Los consensos de compromisarios de partidos y candidatos son lo opuesto, son antidemocráticos, son componendas y repartija de privilegios egoístas.
El fin de la política es la toma del poder, no la administración del actual estado de cosas. Toma de poder para implementar programas de gobierno que recibieron el mandato de mayorías, desde los micropoderes en lo local, los meso poderes regionales y el macro-poder nacional, ello es viable para cambiar el paradigma dominante si se da como resultado de procesos continuos por fuera de los calendarios electorales, de manera continua y formativa de ciudadanías en la niñez, juventud y población en general. Fortalecer el tejido social solidario, deliberante, inconforme y propositivo de manera continua, la complejidad no puede ser reducida a la aceptación de un líder, pero un líder puede ser, y lo será, en tanto lo reconozcan las comunidades que lo proponen, no a las que se les impone.
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[1] Desde que se firmaron los acuerdos de paz entre el gobierno y las FARC surgieron corrientes en contra de ellos, se llamaron el NO en el plebiscito de ratificación y toman expresión programática en el congreso del partido Centro Democrático al declarar consigna de su congreso ideológico el hacer “trizas los acuerdos de paz” (https://www.eltiempo.com/politica/partidos-politicos/declaraciones-polemicas-en-la-convencion-del-centro-democratico-85708 ), surgen como el Ku Klux Klan en 1865, en los Estados Unidos al ser abolida la esclavitud. En Colombia la extrema derecha se caracterizó por sus vínculos contestatarios a la extrema izquierda en armas, organizó las Convivir, luego AUC, para vengar las acciones de las guerrillas se fortalecieron política y económicamente con las actividades del narcotráfico y la gestión corrupta de los recursos del Estado por parte de los partidos tradicionales.
[2] Basta leer las propuestas de Sergio Fajardo que se ubican en esa perspectiva de restaurar la economía sin incorporar nueva visión de modelo, sin contemplar la equidad como propósito y sin redefinir el rol de la acción del Estado y las organizaciones regionales sociales. Simplemente dice lo que Duque no es capaz de concebir por su precariedad de estadista.
[3] Ampliar en https://actualicese.com/cambiara-el-listado-de-paraisos-fiscales-para-2020/
[4] Ampliar en https://www.infobae.com/america/colombia/2020/10/15/votaran-los-colombianos-por-el-que-diga-uribe-esto-dice-la-ultima-encuesta-del-cnc/
[5] Ampliar en https://pares.com.co/2019/05/03/la-generacion-que-cambio-al-movimiento-estudiantil/
[6] Ampliar en https://cnnespanol.cnn.com/2020/09/11/10-civiles-muertos-y-mas-de-400-heridos-en-dos-dias-de-protestas-en-colombia-por-la-muerte-de-javier-ordonez/
[7] Ampliar en https://www.infobae.com/america/colombia/2020/10/23/el-consejo-regional-indigena-del-cauca-cancelo-la-agenda-con-el-gobierno-nacional/
César Augusto Torres López
Foto tomada de: El Tiempo
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