Donald Trump como presidente entre los años 2017 y 2020 aumentó los desequilibrios hacia afuera, abusó del poder y fracturó más esa Democracia que muchos veían o creían modélica al no comprender esos desequilibrios. Trump fracturó totalmente la Democracia en los EEUU al extremar una política racista por la supremacía blanca. Y al desconocer las reglas diplomáticas en las relaciones internacionales. Atrajo y sedujo electoralmente a una amplia población hasta llegar a 74 millones de votantes adeptos, con una impronta populista de extrema derecha por fuera de los mismos cánones y programas del partido republicano al que utilizó para ascender hacia el poder. Sin ser un militante tradicional de ese partido, ni un activista de jornadas proselitistas destacadas, logró llegar a dirigentes de la cúpula para participar en las primarias de preselección en el año 2016. Y aprovechó el defectuoso sistema del Colegio Electoral que, con las inequidades y desbalances para obtener escaños en los estados, ha ido erosionando la Democracia al patrimonializar la presidencia solo en manos del bipartidismo, reduciendo a las terceras fuerzas políticas a competidores sin opción. Trump perdió en votos de urnas ante Hillary Clinton que, sacó menos puestos en el Colegio Electoral.
La falta de compostura (mesura) de los partidos políticos, en especial de sus dirigentes, al llevar a cabo decisiones irreflexivas (con una política de odio), se llega a la polarización, a la crispación, estos son los actos que más afectan a la Democracia. Esa fue la conducta notoria de Trump durante los 4 años. En España está ocurriendo algo parecido con la oposición cerrera, intransigente de VOX y del partido popular(PP) contra el gobierno de coalición del Partido Socialista PSOE y Podemos, que preside Pedro Sánchez. Nada vale, ni sirve, hastiando a los ciudadanos en medio de la pandemia y la crisis económica. Lo mismo está ocurriendo en Colombia con una polarización acentuada desde el plebiscito del 2016 y los ataques a los acuerdos de Paz, enrarecieron el clima político.
Esos enfrentamientos extremos de los partidos políticos no solo los demerita a ellos, también van pulverizando las instituciones y desmejorando la Democracia: llevan a la violencia, las revueltas, y hasta rayan en conatos de una guerra civil. Así ocurrió en Colombia si miramos las causas de las guerras civiles de 1885, 1895 y 1899. Tres guerras civiles contra las imposiciones de una coalición llamada La Regeneración que, había montado un partido nuevo: El partido nacional (liberales y conservadores que se deslizaron de sus troncos políticos). La polarización flotante en los EE.UU animada desde la Casa Blanca a punta del lenguaje de odio se hizo utilizando la rapidez y efectividad de las redes sociales. En la campaña electoral se llegó a señalar a Biden como el agente del comunismo, los analistas saben que se trata de un político liberal moderado.
Desconocer el equilibro de poderes en la estructura del Estado democrático es empezar a establecer el autoritarismo; atacar a los jueces, subyugar al Congreso, a burlar o desconocer a los órganos de control, o cooptarlos para domeñarlos imponiéndolos para suavizar los controles al gobierno es una característica de las dictaduras civiles, de las dictaduras militares, o de los populistas de extrema, no del populismo moderado. O de otra clase de dirigencia desviada de los cánones democráticos, como ocurre con los clientelistas a ultranza dentro de los partidos políticos tradicionales en decadencia. El populismo de extrema derecha es rayano al fascismo no solo por la profundización de las exclusiones y la segregación sino por las medidas unipersonales desmantelando los controles y las veedurías.
La forma de gobierno que implementó Donald Trump, con autoritarismo y negacionismo, la ejecutó a través de las redes sociales, distanciándose inclusive de la prensa tradicional (escrita, radio y televisión) porque se sintió muy vigilado el primer año y para evitar rendir cuentas semanales de sus actos. Gobernó a través del Twitter y los mensajes en las redes (Facebook, Instagram, un canal en YouTube y otras), abusando de los bulos, mentirás o fakenews, esto altera el discernimiento, señala a los opositores sin posibilidad de confrontación o contraste y confunde a la población, deforma la realidad, afecta la convivencia y polariza la sociedad. Las mentiras sin freno dañan la Democracia, alteran la institucionalidad y enturbia la competencia electoral. Los líderes o jefes de Estado sino aceptan las reglas de la legitimidad, destruyen las instituciones y caotizan la vida política. Las luchas partidistas intestinas también horadan las bases democráticas, así lo han analizado dos politólogos de la Universidad de Harvard, Steven Levitsky y Daniel Ziblatt.
A raíz del asalto al Capitolio que, el mismo Biden calificó de terrorismo doméstico (con trumpistas lunáticos disfrazados de superhéroes), los administradores de las redes sociales le cerraron las cuentas a Trump por considerar sus mensajes rayanos en la provocación y la violencia. Ese es un debate que se abre como autopista de análisis por el inmenso poder de las Tics y recientemente con las 5-G que aumentan la penetración en la vida de todos y la influencia en las decisiones estatales induciendo conductas. La globalización tiene en las comunicaciones la presencia transfronteriza de los mensajes que emanan del uso inconmensurable del espacio aéreo y el espectro electromagnético que, sin linderos o cercas posibles, traspasa a todos los estados y hace presencia en la vida ciudadana, en todas las actividades, llegando a la política digital que enciende marchas, protestas e influye en las elecciones para seleccionar gobernantes.
El autoritarismo y la falta de moderación de Trump conllevaron al extremo de creerse invencible en el campo electoral, desconoció el triunfo de Joe Biden que obtuvo más de 81 millones de votos, ganó el reconocimiento del Colegio Electoral el 14 de diciembre con 306 escaños producto de la sumatoria de las mayorías en los estados de la unión, fueron inadmitidas las demandas que presentó a tutiplén por un supuesto fraude y llegó al extremo de fraguar e insuflar un asalto de hordas trumpistas al Capitolio que entraron a sabotear la proclamación que debían hacer formalmente las dos cámaras pretendiendo que el Vicepresidente hiciere lo contrario. Se ha deducido por las investigaciones a esa toma violenta del Capitolio que la consigna era destruir las actas electorales de los registradores federales; secuestrar a Nancy Pelosi, a algunos senadores y darle un escarmiento al vicepresidente Pence (ese día señalado como felón); todo con el fin de truncar el acto de posesión de Joe Biden ante la falta del formalismo constitucional de la proclamación del Congreso, para crear un vacío de poder y proseguir con las reclamaciones agitando las masas trumpistas.
Pretendía dar una especie de golpe de Estado atípico, una mezcla de pre-golpe de Estado y de autogolpe. El primero, porque buscaba impedir la consolidación del triunfo y la iniciación del Gobierno de Biden al entorpecer el reconociendo del Congreso; el segundo, porque de esta manera permanecería más tiempo en el poder mientras arreciaba el clima de violencia que podía llevar a una declaratoria de estado de excepción marcial. Varios cables internacionales de noticias entre ellos la agencia EFE reseñaron esa opción que intentaría Trump con la asesoría de su asesor de seguridad Michael Flynn, con la creencia de que el presidente revestido de poderes a través de la “ley marcial” puede ocupar con el uso de las Fuerzas Armadas los Estados donde perdió, para repetir las elecciones; pero el trámite pasa por el Congreso y tenía que conseguir una mayoría que no alcanzó a asegurar antes del 6 de enero.
De cualquier forma, el mismo presidente Trump cometió el delito de sedición. Biden lo califico con ribetes de terrorismo doméstico. Como el terrorismo que ha aparecido saltuariamente por muchos años con lunáticos y otras veces fanáticos por asuntos raciales o religiosos, un terrorismo disperso actuando con balaceras ocasionales. Pero ahora se teme que el supremacismo blanco bañado de un nacionalismo energúmeno ejecuten actos terroristas de extrema derecha con la convicción de que si hubo fraude electoral. El asalto al Capitolio dejó ver los visos de ese terrorismo doméstico; y las falencias en la seguridad del lugar podrían animar al terrorismo internacional para concebir un ataque a los centros del poder.
Donald Trump con su conducta racista, xenófoba, nacionalista e impulsora del supremacismo blanco, revivió los odios del siglo XIX contra los afrodescendiente: concretados en la guerra civil de 1861, y revivió los peores momentos de las décadas de los años 50s y 60s del siglo XX. Exacerbó en 4 años de mandato la xenofobia contra los latinos, los asiáticos, los musulmanes y los tercermundistas, convirtiendo la migración en algo delictuoso, con una actitud inhumana que polarizó más la sociedad. Mezcló la política y la religión dándole a las iglesias cristianas un rol que enrarece la vida democrática porque confunde el poder laico con la interferencia moral de iglesias que presionan decisiones teológicas en los actos administrativos. Esa es otra forma de fanatismo.
Lo que sucedió el 6 de enero 2020 fue por el resultado del mesianismo y el populismo de extrema derecha, por permitir que un hombre ególatra, desconocedor de la carta universal de los derechos humanos, inepto e inexperto en el manejo de los asuntos estatales llegara a la nominación de un partido que tomó también por asalto y lo despedazó con una plataforma ideológica que no es la del partido Republicano. Los republicanos se ven ahora en la disyuntiva de sofrenar el impeachment o seguir el procedimiento de la Cámara de Representantes para inhabilitarlo evitando que se presente en el 2024 como candidato con un partido nuevo y personalizado de estilo nazista, el que puede fundar con los 74 millones de electores que ostenta. Trump al haber alentado esa insurrección con el asalto al Capitolio para dar un golpe de Estado bicéfalo (el más atípico de los golpes de Estado que nadie había intentado), demeritó lo que subsistía de la Democracia norteamericana y ridiculizó a los EEUU ante las otras potencias. Entonces, no sancionarlo dentro del impeachment deja el antecedente de que se puede cometer cualquier vesania desde la presidencia y no habrá sanción.
La tarea de Joe Biden desde este 20 de enero es enorme, titánica. Reparar la Democracia fracturada o astillada; atender el importante tema de los inmigrantes; enfrentar la pandemia con un plan nacional concertado con los gobernadores federales; convocar a la unidad nacional para disminuir la polarización extrema; tratar con tino la situación nuclear respecto a estados nucleares como Irán y Corea del Norte; reactivar el empleo; atender los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) del acuerdo climático firmado en París 2015; retejer y reparar las relaciones internacionales descompuestas, y como lo expuso Stephany Echavarría en El Tiempo, contrarrestar el avance geopolítico de Rusia y lidiar la confrontación con China. Sobre América Latina, apoyar las actividades de la OEA que preserven la Carta Democrática que reformó los objetivos del año 1948 ya avejancados para evitar la desestabilización institucional en el subcontinente. Igualmente concebir una política antidrogas que se diferencie de la errática manera de señalar y estigmatizar a los Estados, con fumigaciones que destruyen los recursos naturales, sin llegar a resolver la producción con sustitución agraria y el uso de la hoja de coca con fines de salud pública (medicinales, terapéuticos…) , regulando los mercados para bajar la corrupción y la criminalidad que devienen de la clandestinidad.
Alberto Ramos Garbiras, Magíster en Ciencia Política (Universidad Javeriana); PhD en Política Latinoamericana, Universidad Nacional de Madrid (UNED- España); profesor de las cátedras: derechos humanos y derecho internacional, en la Universidad Libre.
Foto tomada de: El País
Marco Suarez says
Una visión objetiva y concreta de la situación actual de EEUU . La tarea de Biden será titánica, sabiendo de antemano q 70 millones que apoyaron a Trump es una fuerza innegable . El mundo se tambalea en todos los frentes!!!!