La oferta desconoce el liderazgo del grupo Nutresa en el mercado colombiano y su presencia en 78 países donde opera. Consulta de Junta directiva de Argos a JP Morgan, oficina de Londres, ET 8/12/2021, 1.5.
Haber perdido a dos de sus principales articuladores de la estrategia de expansión supone un reto para ´Márquez’, quien también tiene el desafío de permanecer aislado, política y militarmente, articulado esencialmente a las economías ilegales. Jorge Mantilla, director de dinámicas del conflicto, FIP, ET, 8/12/2021, 1.2.
El 5 de diciembre tres hechos marcan la situación colombiana en el devenir actual de la crisis hegemónica que cada vez muestra más trazas de una posible solución que evite un empate catastrófico en dos campos en disputa, la sociedad política y la sociedad civil, los que Antonio Gramsci denominó superestructuras complejas en sus notas de los Cuadernos de la Cárcel, 1929-1933.
Para desatar la crisis social y política, que entre abril 29 y mayo, se calificó como “estallido social” se apunta por las fuerzas que tienen expresión civil legal al ejercicio electoral de 2022. Para el que se inició el conteo regresivo de seis meses, porque todavía ningún analista se atreve a sostener que el “pleito” se resolverá en la primera vuelta, aunque cada una de las coaliciones hace cálculos en tal sentido. En particular, de modo explícito, lo hace el Pacto Histórico, que por lo pronto puntea en las encuestas divulgadas.
Es lo que informa la encuesta Invamer del año 2021, de intención de voto. Esta registra como puntero en las preferencias electorales al Pacto Histórico, PH, y a Gustavo Petro como su potencial candidato en todos los escenarios. Aunque hay varios miembros de esta “coalición” en competencia hasta la elección para Congreso.
De otra parte, en la Encuesta Guarumo y EcoAnalítica, divulgada el 7 de diciembre, ratifica la preferencia por el Pacto Histórico frente a las demás coaliciones. En esta el 26.5 % de los consultados lo votarían; el 14.6% preferiría la Coalición Centro Esperanza, el 12.4% se inclina por el Centro Democrático, mientras que 10,7% lo hace por Equipo Colombia.[1] A la fecha la encuesta registró también que 12.3% votaría en blanco, y 10.2% señaló que no tiene aún candidato definido.
En materia de ganadores de las consultas, porque el Centro Democrático se anticipó en la propia, los candidatos triunfadores serían: Gustavo Petro (84.4), Sergio Fajardo (52.5) y Federico Gutiérrez (45.9). En la escala de expectativas de los 1.480 encuestados, los temas priorizados en la campaña en curso son corrupción (24.8). empleo (22.3), seguridad (15.8), educación (11.9), Salud (9.4), paz (3.9), otro (11.9).[2]
En la encuesta de Invamer, con menos personas encuestadas, y anterior a la de Guarumo y EcoAnalítica registró que la mayoría de votantes, en vista del desarrollo prometido de las consultas previas, preferirán al Pacto Histórico el 43,1% de los encuestados. Lo siguen la Coalición Centro Esperanza, que tiene como su “paladín” Sergio Fajardo, en desgracia por estos días, con 30,9%.
En la tercera posición aparece la penúltima coalición en aparecer, Coalición Equipo por Colombia, antes autodenominada de la Experiencia, por su promotor, el exminhacienda, Juan Carlos Echeverri, que registra un 26 % en las preferencias.
Frente a las tres coaliciones conocidas, desde noviembre, el Centro Democrático desató su “nudo gordiano”, mediante una doble consulta a sus militantes y a quienes ostentan cargos de representación popular. Se acordó, en forma previa, no divulgar los resultados, por lo que no se sabe cuáles fueron las cifras. Lo que el Centro Democrático comunicó a la opinión pública es que su ganador fue Oscar Iván Zuluaga, con el segundo lugar de María Fernanda Cabal, quien hizo presente que se anularon 3.000 encuestas. Ella pidió, además, sin que la atendieran, que hicieran públicos todos los resultados.
El segundo hecho, prefabricado, es la entrevista que concede Luis Carlos Sarmiento Angulo a la revista Semana, y que circuló el mismo día que la encuesta de Invamer. En casi 12 páginas, el “cacao mayor” opina sobre lo divino y lo humano; y se exculpa de los desastres más notorios producidas en las obras civiles a cargo de su conglomerado que controla el grupo AVAL, y que tiene al frente a su primogénito.
En resumen, el exalumno del San Bartolo e Ingeniería de la Universidad Nacional, da un parte de tranquilidad relativa a la marcha de la economía nacional sujeta como ésta al comando del capital financiero, aunque hay ruidos de mayor voltaje en la cúpula nacional. Ni más ni menos que los producidos por la Opa hecha por Jaime Gilinski para vender a Nutresa del grupo GEA al mejor postor. Esto ocurrió luego de confirmarse el desastre del manejo financiero y técnico del proyecto Hidroituango, y las consiguientes responsabilidades por el fallo administrativo de la Contraloría general que responsabiliza a 26 personas y entidades.
El tercer hecho, con menos pruebas, y mayor secretismo, es el ataque mortal hecho con explosivos, a la plana mayor político-militar de la Segunda Marquetalia. El primer anunció recibido fue la muerte de Hernán Darío Velásquez, el Paisa. Luego siguió, el martes 7 de diciembre, la de Henry Castellanos, alias Romaña.[3] En la contabilidad de muertes, con las tres conocidas, quedan el máximo jefe político militar, Luciano Marín, Iván Márquez, José Aldinever Sierra Sabogal, el Zarco Aldinever, y Géner García Zamora, Jhon 40.
El diario El Tiempo de Colombia, desde el domingo afirmaba que había muerto El Paisa, y el martes de la siguiente semana añadió al conteo mortal la figura del comandante Romaña. Señala que murieron en el tránsito fronterizo con Venezuela en la vecindad del Estado de Apure. Señalando, sin prueba fehaciente por lo pronto, que los autores de la acción pudieron ser las disidencias al comando de Gentil Duarte, no firmante de los Acuerdos de Paz. La noticia añade que los cadáveres de los comandantes de la Segunda Marquetalia fueron enterrados por órdenes de Iván Márquez.
El editorial de El Tiempo no pasó por alto esta noticia. Sentenció así, “Destino esperado”, para concluir: “Es inevitable, así mismo, mirar el destino de estos tres exguerrilleros a la luz de lo que ha sucedido con sus antiguos compañeros que le apostaron a la paz…es claro que estos transitan hoy por una senda bastante distinta, lejos de las armas.”[4]
Hay un cuarto hecho, más abstracto, pero no menos significativo para desentrañar el significado y el curso a seguir en la presente coyuntura. Tales son los vaivenes del precio del dólar que se ha trepado a los $4.000 pesos m/l, y está en el día de las velitas en los $4.960, con la moneda más devaluada en esta coyuntura de reactivación económica global en medio de la cuarta ola de pandemia bajo el reino de otra cepa del Covid-19.
En paralelo, se afianza el punteo económico indiscutido de la cocaína como el principal bien de exportación de Colombia. Seguida de lejos, en relativa caída por los recursos no renovables del petróleo y el carbón. Otro alcaloide repunta en bolsa y los mercados internacionales: el café colombiano, a raíz de las heladas del Brasil que redujo de modo considerable sus stocks, y el mercado de futuros de este producto. De su cultivo viven alrededor de 500.000 familias de productores. Huellas de una historia de democratización fugaz del agro nacional, en los comienzos del pasado siglo.
Luego los cafeteros se convirtieron en reos de las comercializadoras, hasta cuando se estableció el monopolio de la Federación nacional de cafeteros, que casi nunca lo comandan los verdaderos caficultores, sino fichas del capitalismo comercial, que tuvo un gerente sempiterno, cuyo hijo se entusiasma de nuevo con ser presidente, pero de Colombia.
Ahora bien, en materia de hechos, los colombianos hemos aprendido a desconfiar de cualquier tipo de estadísticas, y también de las del DANE. En particular, esto ocurre con ocasión del censo de 2018, y el “zar” del mismo, el coqueto y pintoresco director, Juan Daniel Oviedo, quien se trenzó en una discusión con las estadísticas de potenciales votantes suministradas por la Registraduría Nacional del estado civil.
Esta vez, el cuestionamiento al censo 2018 provino de una tutela que conoció la Corte Constitucional presentada por Ilex Acción Jurídica. Reclaman acerca de la desaparición del censo de 2018 del 30% de la población afrocolombiana. Se insiste en que hubo un error en la formulación de las preguntas al respecto en el cuestionario del censo pasado. El resultado fue la diferencia anotada entre lo que arrojó el censo de 2005, 4.311.757, y el de 2018 que, en cambio, solo registró 2.982.224 afrocolombianos, con la notoria disminución del 30,8 %.
A todas luces se produjo un subregistro con el consabido impacto en la respectiva elaboración de las políticas públicas, que de ese modo vulneran los derechos a la igualdad y no discriminación, entre otros. La solución del DANE fue acudir a la Encuesta nacional de calidad de vida, cuyo estimado poblacional fue de 4.671.160, que incluye a población negra, afrocolombiana, raizal y palenquera. Esta suma corresponde al 9.3% del total de la población colombiana.
Elecciones, Coaliciones y Acciones en el partidor
…planteando todas las cuestiones en torno a las cuales hierve la lucha no ya en un plano corporativo, sino en un plano “universal”, y creando así la hegemonía de un grupo social fundamental sobre una serie de grupos subordinados. El Estado se concibe, sin duda, como organismo propio de un grupo, destinado a crear condiciones favorables a la máxima expansión de ese grupo; …Antonio Gramsci, Análisis de situaciones. Relaciones de fuerzas. Op., cit.
El Dane reconoció que el censo falló y, a partir de allí, la entidad estableció que la oficialidad del volumen de este reconocimiento fue anunciada con la estimación de la encuesta. Hicimos un ejercicio con diferentes herramientas y hemos logrado poder desagregar el volumen de ese auto-reconocimiento a nivel de todos los municipios. Juan Daniel Oviedo, director del Dane. Entrevista de El Tiempo, 8/12/2021, 1.6.
Estamos sujetos al reino político de las consultas en la carrera electoral de 2022. Lo que prueba que no hay una sola fuerza capaz de ganar por propia fuerza ninguna elección. Tal fue la impronta que inauguró el resultado probado de las votaciones para delegados a la Asamblea Constituyente.
Quedó claro, para crédulos e incrédulos, que Colombia tenía en la liza de la representación una tercera fuerza que el Plebiscito de 1957 bloqueó a cambio de traer la paz al país nacional. Después de 30 años, se probó que existe una tercera fuerza política que llegó para quedarse. Apoyada primero, por las acciones armadas exitosas de parte de la insurgencia subalterna, que luego aceptó dejar las armas y firmar unos Acuerdos de Paz. Los 6 puntos pactados abren los espacios clausurados de la política, la economía y habilitan a los subalternos en su diversidad plural, para cuestionar la permanencia de los varias veces centenarios privilegios premodernos.
Ahora tenemos un proyecto de bloque histórico alternativo que anima la Coalición del Pacto Histórico que lideran Gustavo Petro y Francia Márquez, junto con Clara López, Arelis Uriana, Roy Barreras y Luis Fernando Velasco. En la disputa por la presidencia rivalizan con el Acuerdo de la Esperanza con Fajardo, Robledo, Gaviria, Galán, Cristo y Amaya, de una parte; y la Coalición por Colombia que lideran Alejandro Char y Federico Gutiérrez, con el concurso de Barguil, Peñalosa, Toro y Echeverri.
El favoritismo al interior de cada coalición es como sigue, según lo muestra Invamer contratada por Blu Radio y Noticias Caracol. Petro tiene un 82,4%, seguido por Francia Márquez, a gran distancia con 7,5%. Después vienen Camilo (4,5%), Arelis (2,8%), Roy (2,7%). Aunque el pastor Alfredo Saade fue incluido no se contabilizaron votos por él.
Ahora bien, en la Coalición Centro Esperanza, tiene al profe Sergio Fajardo con el 43,5%, adelante. Después vienen Juan Manuel Galán (32,4), y bien lejos de los punteros aparecen Alejo Gaviria (9,5), Jorge Enrique Robledo (5,5), Carlos Amaya (5,3) y Juan Fernando Cristo (3,1).
En cambio, por contraste con las dos anteriores, en la tercera coalición, la más tardía, que ahora se llama Equipo por Colombia, y que arrancó blandiendo la experiencia, en lo principal de exgobernadores y alcalde tiene a dos adelante: Federico Gutiérrez (26,4) y Alejandro Char (26,1). El tercero en discordia es Enrique Peñalosa (22,7), Dilian Francisca Toro (10,6), David Barguil (8,8) y el promotor de esta fórmula inicial, Juan Carlos Echeverri (4,3).
En la encuesta, de otra parte, si se individualiza a los competidores el resultado es también claro. La intención del voto coloca en primer lugar a Gustavo Petro (42.1). Después están Sergio Fajardo (18.9), Rodolfo Hernández (13.8), Oscar Iván Zuluaga (12.7) y Federico Gutiérrez (11.4).
La encuesta también preguntó qué pasaría si entra en la competencia el candidato Juan Manuel Galán del Nuevo Liberalismo, que insiste en que llevará lista propia a la elección para Congreso. Entonces el ganador vuelve a ser Petro (43.6), y lo siguen Oscar Iván Zuluaga (15.7), Rodolfo Hernández (13.5) y Juan Manuel Galán (12), y el voto en blanco (1.2).
Ahora bien, si en la competencia estuviera Alejandro Gaviria, el resultado para Petro será más favorable (47.2), Federico Gutiérrez (15.9), Oscar Iván Zuluaga (15.6), Rodolfo Hernández (14.4), Alejandro Gaviria (5.7), voto en blanco (1.1).
La encuesta en comento tuvo un cubrimiento urbano y rural. Lo único que quedó por fuera son los que se llamaban “Territorios Nacionales”. Se realizaron 1.200 encuestas. El margen de error está dentro de unos límites del 95% para el total de la muestra. Las encuestas fueron personales en el hogar de los encuestados. La recolección se practicó entre el 26 de noviembre y el 1o. de diciembre pasados.
Este yerro se vuelve significativo como muestra del impacto en la confiabilidad de los registros estadísticos generales, en materia de políticas públicas que contrarrestan el primado hasta nuestros días de la política pública de guerra, por un lado; pero, en las inmediaciones de una elección crucial de presidente, y de congreso el año entrante, por otro lado, aparece un manto de duda, reiterado, al respecto de la población apta para votar en el año 2022. El botón de muestra es lo que hizo notorio la reclamación hecha por la organización Ilex contra el Dane, por el censo de afrocolombianos del año 2018.
Igualmente, en materia económica, el enconado debate entre Jorge Mario Velásquez, presidente de Argos, poseedor del 9,8% de Nutresa, grupo GEA, y el grupo Gilinski que quiere apoderarse del 30% y el 40% de Nutresa, pone en cuestión también otro tipo de indicadores cuantitativos. Argos no participará en la Opa, oferta pública de participación, por Nutresa, entre otras, al poner en duda el valor de las acciones registradas en bolsa. Según los directivos de GEA las acciones están subvaloradas.
Dicho lo anterior, la presente coyuntura estratégica ofrece luces y sombras en materia de evidencia cuantitativa tanto para la política como la economía nacional. En todo caso, si damos crédito al presidente de Argos, en materia económica: “Las decisiones de quién entra a una sociedad en particular las toma el mercado, por oferta y demanda.”[5]
Entonces, la pregunta queda abierta y extiende a la materia política, de cara al ciclo electoral de 2022. Porque no hay duda que existe cierto paralelismo no solo circunstancial, con el actual ciclo de los negocios en Colombia. Sin pretender decir, que lo uno sea el “fiel reflejo” del otro. En todo caso, lo que sí es un hecho indiscutido es la presión inflacionaria, la que a noviembre con un incremento del 0,5%, ya va por 5,26%.
Lo cual impacta de modo general en los salarios de los no sindicalizados, y el costo de vida de los sectores medios tres, cuatro y hasta cinco del Sisben. En todo caso, la nueva discusión sobre el salario mínimo que no podrá ser inferior al 7 %. Ello enajenará, en parte, la voluntad de los empresarios de industrias pequeñas y medias que son las que más trabajadores emplean. Como compensación circunstancial tendrán también en cuenta el notable aumento de la productividad. La que no solo se predica del rendimiento del principal cultivo ilícito, la coca, que con una menor superficie liquidada ha crecido notablemente como lo acreditan las agencias de monitoreo internacional.
Paradójicamente, la pandemia de rebote, y no solo en Colombia, obra como palanca de desarrollo capitalista. Ayudó en parte a relanzar el aparato productivo industrial, en medio de una recesión anterior al Covid-19. A la vez que dispuso de ahorros para comprometerlos en la compra de vivienda y propiedad inmueble aupando un boom de la construcción. Con el apoyo del ministerio del ramo que desvió fondos con destino a la vivienda subsidiada para la construcción de apartamentos individuales en los que es imposible que puedan vivir familias de tres personas.
Las tres gracias
…pero ese desarrollo y esa expansión se conciben y se presentan como fuerza motora de una expansión universal, de un desarrollo de todas las energías “nacionales”, es decir el grupo dominante se coordina concretamente con los intereses generales de los grupos subordinados, y la vida estatal se concibe como un continuo formarse y superarse de equilibrios inestables (dentro del ámbito de la ley) entre los intereses del grupo fundamental y los de los grupos subordinados,…Antonio Gramsci, op., cit., 347.
Así las cosas, no queda sino resaltar cómo una vez más se demuestra que quienes deciden encaminar su existencia por los vericuetos del delito deben saber que lo más probables que sus días terminen, así como los del ‘Paisa’ y ‘Romaña’ de manera abrupta y violenta, en medio de la zozobra y, signados por la traición…Editorial, El Tiempo, 8/12/2021, 1.18.
Retrocedamos un poco en el tiempo, a propósito de la “moda” de las coaliciones. Es útil recordar que en los últimos 31 años estas coaliciones ganaron actualidad cuando eligieron delegatarios a la Asamblea Constituyente. A propósito, la única Constituyente que ha tenido ocurrencia en la historia desde que Colombia es una República, esto es, hasta 200 años. Con un país político que cada vez que puede se vanagloria de ser una democracia.
En esa oportunidad, año 1990, se presentó el debut de la tercera fuerza política no bipartidista, que selló el cierre del bipartidismo como la fórmula ganadora. La oposición legal emergió en el campo de la democracia representativa. Inaugurada con el motto de la participación democrática.[6] Se hizo bajo el nombre de Alianza Democrática M19. Sin embargo, hoy, y para entonces la “cosa política” no dio la entrada para tanto como para ser gobierno nacional, elegir presidente, pero no porque sí.
Ahora, la coalición puntera se autocalifica de Pacto Histórico. La revista Contravía había propuesto un Pacto Histórico desde el año 1999. Aquella iniciativa se tardó en cuajar como fórmula político práctica 22 años. Dicha fórmula tiene acudientes variopintos, con el liberalismo convocado y timorato, y el puntero es su campeón, Gustavo Petro Orrego, de orígenes plebeyos, provinciano, y con destacados merecimientos académicos en el campo de la economía social.
Él mismo tiene en su familia, los antecedentes de la militancia con la Anapo de Rojas Pinilla. Con ella fue la segunda vez cuando la Oposición histórica probó su fuerza en elecciones.[7] La respuesta escandalosa fue el histórico “robo” de la elección del 19 de abril de 1970. Tenía como candidato al pacificador Gustavo Rojas Pinilla, se produjo un pacto de silencio con quien comandaba la tercera fuerza.
Esto se sabe hoy, por infidencia de Petro en “Una vida, muchas vidas”. Antonio Navarro a la “tapada” excluyó a los constituyentes de poder encabezar los siguientes listados al Congreso; una vez producida la revocatoria del poder legislativo, después de producirse la elección de los 70 delegatarios el 9 de diciembre de 1990.
Aquella vez, la AD M19 tuvo 11 escaños y un total de 992.613 votos. De su parte, el Partido Liberal, PL, dirigido por Alfonso López Michelsen, ya de salida, no propuso una lista única, como sí lo hizo la oposición. En cambio, el PL desplegó la llamada “operación avispa”, y obtuvo el último triunfo pírrico. Eligió a 25 delegatarios con un total de 1.158.344 votos. Aquella vez el total de votos escrutados fue de 3.710.557. hubo 37.735 votos blancos, 24.467 nulos, y otros con 236.362.
El socio histórico del bipartidismo, el Partido Conservador, transmutado en social, y acompañado de Independientes, bajo la batuta del expresidente Misael Pastrana apenas consiguió 9 posiciones, y ocupó el 4 lugar. Así, la tercera fuerza electoral fue el Movimiento de Salvación Nacional, MSN, conducido por el eterno candidato a la presidencia, Álvaro Gómez que eligió 11 delegatarios.
En resumen, la nueva situación política durante la Constituyente se expresó en la triple presidencia del PL, AD/M19, y MSN. En todo caso, primera se mantenía, disminuida, una fuerza histórica, los Liberales, seguida de dos nuevos ensayos políticos: uno de oposición pluralista con Antonio Navarro como su presidente; y el otro, una reacción civilizada, el MSN, que lideró el hijo del “monstruo” Laureano Gómez, quien esta vez buscó aliados en campos diferentes al fundamentalismo principista, y aventajó al conservatismo de prosapia ospinista teñido de “social”.
En los arreglos internos – la deliberación “por debajo” de la Constituyente -, el presidente César Gaviria convenció a sus asociados circunstanciales, Horacio Serpa y Antonio Navarro de excluir al reformista conservador Álvaro Gómez en un acuerdo político fundamental para el reencauche del sistema político afectado por una honda crisis de legitimidad.
Esta “trinca” excluyó así, a los constituyentes de competir para el “nuevo” legislativo toda vez que se acordó remover el Congreso electo en 1990. En cambio, el mismo conciliábulo fue impotente ante la prohibición de la extradición, y el presidente Gaviria terminó pactando la entrega y reclusión voluntaria de Pablo Escobar en la Catedral.
La primera gracia corresponde a la Constituyente. Al darle, al fin, carta de ciudadanía a medias, a la Oposición política en Colombia. Porque se quedó pendiente por muchos años de reglamentación lo allí plasmado. Aún sigue en espera la reglamentación de partidos y movimientos desde 1991.
En todo caso, la Oposición al bipartidismo y más allá, adquirió, por fin, presencia, bajo el nuevo esquema del sistema político de la democracia representativa. En parte, fue la magra cosecha de los Acuerdos de paz que realizó la insurgencia subalterna del M19, EPL, PRT y MQL. Durante el gobierno del liberal Virgilio Barco, que los perfeccionó su sucesor, César Gaviria. Estos firmantes avanzaron con respecto a la <<pacificación>> que acordaron las guerrillas liberales del Llano con el bipartidismo; representado por el general Gustavo Rojas Pinilla, un ingeniero que estudió y se formó en la escuela estadounidense de la segunda posguerra.
Aquella tendencia progresiva en lo político no se ha detenido, pero sí ha sido parasitada desde el inicio por una forma de revolución pasiva vestida de reformismo neoliberal. Esta estrategia comenzó con la maniobra antidemocrática ya referida que convalidó como coautor Antonio Navarro, quien, a cambio, recibió el nombramiento como ministro de salud que se extendió a Camilo González.
Tal es la segunda (des) gracia. A ella contribuyó la tercera fuerza política, como contraprestación, sin saberlo de antemano: plantar la apertura neoliberal en el corazón de la nueva Constitución. Para así borrar, sepultar la ilusoria “participación democrática”. Bloquear, de contera, lo dispuesto para el Estado social de derecho en el artículo 13; promover “las condiciones – no las oportunidades liberales – para que la igualdad sea real y efectiva, y adoptará medidas en favor de grupos discriminados o marginados.”
Por último, la tercera gracia “concedida” a lo subalternos al borde de la inanición y la miseria, es el fortalecimiento de la resistencia campesina y urbana contra la contrarreforma neoliberal. Es un efecto colateral no deseado por el bloque dominante.
Ahora bien. La resistencia heterodoxa combina la bonanza de la coca en las zonas deprimidas del campesinado pobre, y medio, golpeados por la apertura económica de Gaviria, y sus dos sucesores, un liberal y otro conservador. Así se desarrolló una reforma del agro, a contramano de los dictados de la legalidad, en las zonas bajo control guerrillero, que le dio brío al despegue contrahegemónico de las Farc-Ep.[8]
Hoy por hoy, a pesar de todo lo hecho, la siembra de la planta de coca, y la industria de la cocaína, constituye el principal producto de exportación agrícola de Colombia. Contra esta realidad realiza una contraofensiva el bloque histórico en el poder, para, sobre todo, contrarrestar la fuerza político-militar subalterna aún resistente, afincada en los ex territorios nacionales.
Antes y ahora, las organizaciones guerrilleras se convierten en las dirigentes del campesinado reformista que lucha por sobrevivir y mejorar sus condiciones de existencia. A hoy son las guerrillas, las organizaciones de la insurgencia subalterna, que no participaron en la Asamblea Constituyente, y una parte que, habiéndolo hecho, ante los incumplimientos de los Acuerdos que empezaron con el “montaje” contra Jesús Santrich, regresaron al monte.
Las ex Farc-Ep, y el Eln fueron las insurgencias de mayor influencia histórica en la sociedad rural regional, y contribuyeron a desagregar el bloque agrario gran burgués terrateniente. Las que quedan alzadas en armas siguen siendo antiimperialistas, reformistas y proclives, sin embargo, a un desarrollo capitalista en su discurso; eso sí, bajo un nuevo régimen democrático y popular.
Ad portas del Desenlace: ¿cuál vela encender?
…equilibrios en los cuales los intereses del grupo dominante prevalecen, pero hasta cierto punto, no hasta el interés económico-corporativo. Antonio Gramsci, op., cit., 347.
De confirmarse la muerte de “Romaña” y el “Paisa” sería muestra del gran error de la ilegalidad. Sabían que estarían más cerca de la muerte. Emilio Archila, consejero para la Estabilización, en: ET, 8/12/2021, 1.2.
Una nueva conversación no parece una opción. Con este gobierno es casi imposible, pero incluso con otros lo sería también, y es casi la única alternativa que le queda fuera de la captura o que le den de baja. Alejo Vargas, profesor investigador en temas de seguridad y defensa, U. Nacional, en: ET, 8/12/2021, 1.2.
En la presente coyuntura estratégica, crucial para el desenlace progresivo o regresivo de la crisis hegemónica, las Farc Ep fueron reemplazadas en la lucha de resistencia campesinas por dos disidencias, la de Gentil Duarte que sigue llamándose así, y denuncia la traición de sus excompañeros de lucha; y la Segunda Marquetalia, que ha perdido a tres de sus cuadros más importantes, en lo político y lo militar.
La segunda queda con el comando de Iván Márquez, quien, en todo caso, en una reciente aparición, antes que fueran asesinados Romaña y el Paisa, insistía ante el gobierno y la opinión pública en la disposición de hacer la Paz, bajo ciertas condiciones.
La única respuesta conocida fue el ataque letal, de un lado, aún por esclarecer quienes fueron los perpetradores. Y las palabras del presidente Duque: “que salgan de circulación esos símbolos del terrorismo, del mal, del narcotráfico y también la encarnación de hacerle conejo a la paz, además de pretender nuevamente flagelar al país, es una buena noticia.”[9]
Para quienes abriguen dudas del interés de insistir en la política pública de guerra, como la madre de todas las políticas, al menos, desde las dos presidencias de Álvaro Uribe Vélez, aquí está su evaluación de la muerte del “Paisa”: “el acuerdo de La Habana no fue bueno para el país, tampoco para la Farc. Para apoyar reinsertados y municipios pobres no se necesitaba. Rescatemos el valor de cumplir la palabra empeñada.”[10]
¿Cuál es la palabra empeñada del Centro Democrático y su caudillo, Uribe Vélez? La defensa a ultranza de la paz reaccionaria, que mediante la guerra busca liquidar a la insurgencia subalterna hasta su rendición o la liquidación física de su dirigencia político militar.
En cuanto a los estudios y análisis académicos, Alejo Vargas, de la U. Nacional, afirma en lo que tiene que ver con la Segunda Marquetalia, “la deja, al parecer, cada vez más cerca de tener su declive.”[11] Y Leonardo González, consultado también por El Tiempo, relaciona a la disidencia de Iván Márquez con su alianza con el Eln que tampoco “está rindiendo los frutos suficientes.”[12] Las fuentes de inteligencia colombianas dicen que Iván Márquez, por lo pronto, ordenó enterrar a sus comandantes, en la zona rural de Elorza, Apure (Venezuela). Sin confirmarlo, en un procedimiento similar al seguido con la muerte de Jesús Santrich, en mayo pasado, de quien se dijo que los autores del asesinato le cortaron un dedo, para dar prueba del hecho.[13]
A propósito del desenlace actual de la crisis de hegemonía del régimen para-presidencial, no sobra citar la entrevista hecha a Jesús Santrich por el Grupo Presidencialismo y Participación, por su actualidad, en la perspectiva de la insurgencia subalterna que se dispuso a hacer la paz, contra todo pronóstico. Hace parte de un Anexo del libro recién publicado, Las Farc-Ep en la coyuntura estratégica de la paz negociada (2010-2017). [14]
Este era el decir de Santrich: “…la presencia de las Farc en la historia de Colombia ha mantenido una vía alternativa para esas clases subalternas o, por lo menos, una esperanza de salir de un régimen de terror como el que ha habido en Colombia. Sí ha habido una esperanza, sobre todo, en las pobrerías, de pronto no ha habido la destreza política de llegar a las clases medias y es una necesidad.”[15]
Y a propósito del proceso de paz, esto dijo en la entrevista que se realizó siendo representante a la cámara: “los diálogos por la paz son también como otro punto de batalla. Ahí sí, evocando al comandante Fidel, es un campo de batalla de ideas. No es una tertulia amable, no, no,no. Los diálogos tuvieron muchos momentos álgidos, muchos momentos tempestuosos, hasta llegar al acuerdo, y sigue habiendo tempestades.”[16]
Con respecto al plebiscito: “nosotros no estábamos de acuerdo con el plebiscito. Nosotros duramos año y medio esgrimiendo argumentos para que ese plebiscito no se diera, porque siendo la paz un derecho contramayoritario no tiene por qué someterse a los avatares electorales, menos en un sistema que tiene muchas fallas y está atravesado, sin duda, por la corrupción y la manipulación mediática.”[17]
Por último, con respecto a la situación actual que sobrevive a este intelectual orgánico de la insurgencia subalterna, que no logró constituirse en partido del campesinado, en el marco de la lucha contrahegemónica de la que fuera protagónica en los años 1998-2002, esta fue la respuesta “lapidaria” o “consecuente” de Santrich:
“…Nosotros no podemos apartarnos de nuestras raíces, de nuestros principios, de nuestros propósitos, debemos buscar mucha identidad con lo que pensaron y con lo que soñaron nuestros fundadores, nuestros forjadores; es por lo que también dieron la vida miles de guerrilleros y guerrilleras…Nosotros no podemos ser desleales a ese legado. Hay una sola variante y es que seguimos ahora en la acción abierta, legal, sin detener nosotros el derecho que tienen los pueblos a la rebelión armada.”[18]
A seis meses de las elecciones, en la lucha abierta por obtener la hegemonía en la conducción del estado de gobierno, la sociedad política, en las dos principales ramas del poder público, y cuando en los electores consultados por los encuestadores, la paz como asunto se ha deslizado a los últimos lugares. No hay duda que Colombia experimenta un más fundamental realinderamiento de fuerzas en un proceso de revolución democrática interrumpida.
De un lado, está el bloque histórico que sustenta la dominación presente que se realindera tácticamente en dos formaciones políticas, la Coalición Equipo Colombia y el partido Centro Democrático, que impulsan la política pública de guerra, y buscan fortalecer el bloque de la guerra, de ser posible, para ganar en primera vuelta. Pero no tienen a hoy, un liderazgo reconocido, capaz de cumplir la función de liderazgo personal, como corresponde a la modalidad de partidos caudillistas, premodernos. Estos siguen siendo la impronta de Colombia, a diestra y siniestra, y en muchos países de capitalismo dependiente y periférico como es el caso de la mayoría de los de América Latina.
Del otro lado, está un bloque histórico en forja, de impronta contra-hegemónica, que tiene una matriz partidaria endeble, el proyecto organizativo de la Colombia Humana, que propone para darle cabida a los intereses de los demás grupos y clases subalternas necesitados de la revolución democrática, el puente orgánico electoral del Pacto Histórico.
El éxito es relativo, en la medida en que el caudillo de ese partido, ahora con personería reconocida, el economista Gustavo Petro, ha podido interpelar a dirigentes del liberalismo social con sus matices regionales, como expresión de caudas populares de cuatro departamentos;[19] y en tanto interpela a las minorías étnicas respetando su autonomía, y a sectores del cristianismo evangélico que tienen un electorado creciente.
El Pacto Histórico, con los resultados de las últimas encuestas, y con la vocería conjunta de los senadores Petro y Bolívar reclaman disponer las fuerzas subalternas para triunfar en la primera vuelta, igualmente.
Pero, existe también otra coalición, Centro Esperanza, que tiene otro candidato probado y caracterizado, que reclama no polarizar la política, y calificar a sus rivales principales de extremos. En el año 2018, Sergio Fajardo, el caudillo del centro probó su appeal electoral, y estuvo cerca del triunfador que necesita movilizar a parte considerable de los sectores medios, Gustavo Petro.
Ahora, agobiado por el conflicto regional con el proyecto Hidroituango, parece encontrar una salida ante la Contraloría con el pago que las aseguradoras dicen harán a los $4,3 billones causados.[20] Lo cual liberaría a los 26 responsables solidarios, entre quienes se cuenta hasta hoy, al exgobernador de Antioquia, porque se saldaría la deuda.
En todo caso, la defensa de Fajardo, ya ha presentado solicitud de medidas cautelares ante la CIDH, siguiendo la “odiada” ruta de su antecesor, y rival principal, Gustavo Petro, cuando fue objeto de destitución por el procurador Alejandro Ordóñez.
La Coalición Centro Esperanza, a la fecha, tiene muchos aspirantes a la presidencia, y un problema por resolver en términos de cómo constituir sus listas al Congreso. Aquí la influencia de Fajardo, y su agrupación Compromiso Ciudadano, carece de personería, por lo que el interlocutor principal es el Partido Verde, cuyo dirigente principal, habilitado para otorgar avales, es partidario de establecer un preacuerdo para la segunda vuelta con el Pacto Histórico.
Pero, tal y como están las cosas hasta ahora, esta tercera coalición va por su cuenta, y tiene un acompañamiento incómodo, de último momento, el Nuevo Liberalismo con la precandidatura de Juan Manuel Galán, que no acepta hacer una lista común, y mucho menos abierta para Congreso con la Coalición. Lo cual ha producido ruido interno, y ha tensionado las fuerzas. Hasta el punto que Humberto De la Calle, por una parte, señaló que no encabezará ninguna lista, y que, en cambio, será un soldado raso en la campaña.
De conformidad con las cifras recolectadas en las dos encuestas, Invamer y Guarumo y Ecoanalítica, las sumas que se hacen no garantizan el triunfo en la primera vuelta para el Pacto Histórico, que ya superó el 40 % en las preferencias ciudadanas. Pero que, en el caso de establecerse acuerdos entre las otras dos coaliciones, la mayoría estará del otro lado. Por lo que, la búsqueda de una mayoría superior al 50 % es imperativa. Esto solo podría ocurrir en el caso de que la Coalición Centro Esperanza se desgrane. Lo cual no parece posible todavía, porque sus capitanes, que son los congresistas perderían el acceso a las curules ya poseídas.
Tampoco parece que el candidato probado del partido de la reacción, Oscar Iván Zuluaga garantice un triunfo de una coalición entre la reacción y la derecha. Por lo que muchos especulan que su nombre puede ser sustituido por otro, bien sea, Federico Gutiérrez o Alejandro Char. En todo caso, la palabra de orden ya se hizo notar, la de Uribe Vélez. Al parar en seco las rebeldías internas de María Fernanda Cabal, y al imponer como cabeza del senado a Miguel Uribe Turbay.
Recomendación: Independientes, Primera Línea y Asambleistas
Sólo que Ilich no tuvo tiempo de profundizar su fórmula, aun teniendo en cuenta el hecho de que podía ser profundizada sólo teóricamente, mientras que la tarea fundamental era nacional, exigía un reconocimiento del terreno y una fijación de los elementos de trinchera y de fortaleza representados por los elementos de la sociedad civil, etc…El estado sólo era una trinchera avanzada, detrás de la cual existía una robusta cadena de fortalezas y casamatas; en mayor o menor medida de un estado a otro, se entiende, pero esto precisamente exigía un reconocimiento de carácter nacional. Antonio Gramsci, Guerra de posición y guerra de maniobra o frontal, en: Escritos Políticos (1917-1933), pp. 339-340.
Para el grueso del electorado independiente, y a los subalternos movilizados con el estallido social, a través de la Primera Línea y las Asambleas Populares. Les llegó la hora, cuando estamos a meses de las votaciones. Urge encender una vela, al bloque histórico en formación de la paz, cuya alma es la Colombia Humana, con su caudillo Gustavo Petro y su candidata a la vicepresidencia Francia Márquez.
Las votaciones para los consejos municipales y locales de juventud fue un indicador del estado de la cuestión entre los jóvenes más entusiastas en los ejercicios convencionales de la participación partidaria caudillista. No fue, en efecto, útil para la medición de los jóvenes de las pobrerías de las grandes ciudades, porque no fueron organizados para esta participación, pero que en los seis meses que siguen tienen que ser convocados y persuadidos de participar y auto-organizarse.
De ese modo, el día de las velitas, celebrado el 7 de diciembre, con estruendo de pólvora ilegal, y un buen número de heridos, es la antesala, en el puente que acaba de pasar, para darle el último envión, a las listas de Congreso; y limar las asperezas que dividen táctica y personalmente las fuerzas internas, antes que sea demasiado tarde.
Por lo pronto, queda como referente una advertencia estadística de Roberto Pombo, quien hará el papel que hizo Sergio Jaramillo entre bambalinas, cuando el triunfo fue para Álvaro Uribe Vélez. Él manejará todo el aparato mediático de Prisa, y está dispuesto para el mejor postor de la derecha y la reacción, no para favorecer las andanzas de Gustavo Petro. Él ha recordado que ninguno que a diciembre del año anterior a la elección presidencial punteara en las encuestas ganó la elección presidencial. Sin embargo, es necesario comparar, cuáles eran los porcentajes en los casos de los perdedores, para auscultar cuál es la novedad del fenómeno del progresista Gustavo Petro.
Él dice a los cuatro vientos, en las plazas públicas que quiere desarrollar el capitalismo bajo la impronta de la democracia política liberal; y que se alinea con los nuevos vientos que sacuden a la economía global precaviendo y corrigiendo todos los riesgos del capitalismo salvaje. Y repite que favorece el pluralismo, y la presencia de jóvenes, mujeres y minorías. Todo lo cual se verá reflejado en las listas del Congreso.
Este ciclo electoral, cuando se elige Congreso y presidente de Colombia es crucial, hace parte del desenlace de la hegemonía, y definirá cuál es el rumbo que tomará, en dirección a la igualdad social y de condiciones para los muchos,
O fortalecerá el trámite de un nuevo episodio de revolución pasiva insistiendo en las cooptaciones de los liderazgos de centro, y liquidando a las dirigencias subalternas que resisten en diferentes formas a la dictadura del capital a través del régimen para-presidencial que utiliza todas las vías de hecho a su alcance. Hoy más que nunca.
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[1] El Tiempo, 8/12/2021, 1.4.
[2] Ibídem.
[3] Henry Castellanos Garzón, Romaña, militó 26 años en la guerrilla de las Farc. Fue comandante del Bloque Oriental, después del bombardeo en que perdió la vida el Mono Jojoy. Con él trabajó la fórmula financiera y político-militar de las “pescas milagrosas” durante los años 1998-2002. El tiempo en que se intentó en forma fallida la negociación de la paz con el gobierno de Andrés Pastrana en San Vicente del Caguán. Participó de la reincorporación al firmarse los acuerdos de Paz, en Tumaco (2017). En el año 2018, Romaña renunció a su seguridad y desapareció, hasta que se presentó junto a Iván Márquez en agosto de 2019. Se trataba del anunció de la creación de la Segunda Marquetalia. Antes de su muerte, Interpol presentó circular roja, el gobierno de Colombia ofreció recompensa por $3.000 millones, y el de EUA, US$10 millones.
[4] El Tiempo, 8/12/2021, 1.18.
[5] El Tiempo, 7/12/2021, 1.8.
[6] El preámbulo de la Constitución de 1991, que tiene como sujeto político El pueblo de Colombia establece…dentro de un marco jurídico, democrático y participativo…Y su artículo 1, de los Principios fundamentales lo reitera: …organizada en forma de República unitaria…democrática, participativa y pluralista.
[7] La primera vez, en el siglo XX, corresponde a la experiencia del Gaitanismo, que dividió el partido Liberal, que insistió en la candidatura oficial de Gabriel Turbay. Perdieron, siendo mayoría el Liberalismo, contra el candidato conservador Mariano Ospina Pérez. El liberalismo bajo la conducción de Gaitán dirigió la siguiente elección, y comprobó sus mayorías, pero el Plan de reformas fue bloqueado por parte de los congresistas liberales. Luego vino el asesinato del líder, y la acelerada disolución del gaitanismo legal. La otra parte plebeya radical se enmontó, y fue semilla del nacimiento de la guerrilla liberal, antesala del nacimiento de la insurgencia subalterna que dio nacimiento con la orientación de antiguos gaitanistas de provincia, en primer lugar, Manuel Marulanda, Tirofijo, y su comisario político, Jacobo Arenas, Luis Alberto Morantes Jaimes, 1924-1990, un líder sindical santandereano, perseguido en sus inicios por la Sic, y quien asesoró a los resistentes de Marquetalia contra la operación Soberanía del plan LASO.
[8] Revisar al respecto el libro del profesor Juan Carlos García Lozano. La lucha contrahegemónica de las Farc-Ep, 1998-2002. Unijus/Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, 2016.
[9] El Tiempo, 9/12/2021, 1.2
[10] Op., cit.
[11] Ibídem.
[12] Ibíd.
[13] Sobre el particular, esta prueba permanece en el mayor “secretismo”, pero recuerda lo hecho con otro guerrillero, Iván Ríos, asesinado por su escolta, Pedro Pablo Montoya, alias Rojas, quien presentó ante las autoridades la mano cercenada del guerrillero para cobrar los US$ 5 millones que se ofrecieron por informar de su paradero. Era un desmovilizado del frente 47, del Bloque José María Córdoba. El crimen lo cometió, según su decir, en la vereda de Albania en Aguadas (Caldas), 6/03/2008.
[14] García Lozano, Juan Carlos (2020). Las Farc-Ep en la coyuntura estratégica de la paz negociada (2010-2017). Un acercamiento a su lenguaje político subalterno. Unijus. Colección Gerardo Molina. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá.
[15] Op., cit., 167.
[16] Ibídem., 169.
[17] Ibíd, 171.
[18] Ib., 177.
[19] Luis Pérez, Antioquia; Luis Fernando Velasco, Cauca; Roy Barreras, Valle del Cauca, y Armando Benedetti, Atlántico.
[20] A la fecha, el daño causado está avaluado, según el alcalde Daniel Quintero por un total de $9,9 billones. Quedarán $5,6 % billones que tendrán que pagar los constructores de la obra, cuyo plazo termina en diciembre de este año. Estos recursos no están cubiertos por las aseguradoras. Las aseguraduras que tendrían que pagar los $ 4,3 billones son Mapfre y Sura. Precisamente Sura es una de las joyas del GEA, ahora objeto de ataque financiero por el tiburón Gilinski, quien presentó una OPA por Nutresa.
Miguel Ángel Herrera Zgaib, PhD.
Foto tomada de: La Silla Vacia
Miguel Ángel Herrera Zgaib says
En el artículo hay unos gazapos no corregidos: la cotización del dólar fue:: $3960, y la AD/M19 eligió 19 constituyentes. Para que los tengan en cuenta, estimados lectores. Hay una redacción con respecto a la emergencia de la tercera fuerza en su tercer momento que no quedó en esta versión de mi artículo diferenciada del segundo, esto es el “robo” de 1970, leía motiv para el nacimiento del M19.