Todos los países de nuestra américa, excepto Colombia del funesto Turbay Ayala y su estatuto de seguridad, se solidarizaron con el pueblo argentino; los movimientos de izquierda del hemisferio decidieron ir a manifestar su solidaridad en Argentina, retando a la dictadura, no legitimándola, exigiendo su salida y el retorno a la democracia. El 5 de abril de 1982 salió un chárter desde ciudad de Panamá rumbo a Buenos Aires, en el cual lideres políticos de sur, centro y norte américa nos dimos cita.
En Panamá hubo reuniones preliminares, y los líderes juveniles de los partidos de izquierda y democráticos de nuestra América llegamos a un consenso que ratificaba lo planteado por el maestro Gerardo Molina, líder del movimiento socialista Firmes, “la principal tarea de un revolucionario es construir la democracia en libertad”, es decir que todos los partidos de izquierdas y los partidos del llamado centro convergemos en el criterio de que la tarea para América Latina es hacer lo que, la ausencia de las revoluciones burguesas no hicieron.
Entre los jóvenes de los diferentes grupos políticos y sociales había los exiliados por la persecución de las dictaduras de nuestro Cono Sur, entre ellos los pertenecientes al movimiento de Liberación Nacional los Tupamaros del Uruguay, el cual tenía a uno de sus más connotados dirigentes desde hacía años en condición de preso político en las cárceles de alta seguridad del Uruguay: José “Pepe” Mujica, para él y su movimiento la tarea era restaurar la democracia y lograr el bienestar para las mayorías de su país, es decir, la misma meta que para Colombia bajo la dictadura del Estatuto de seguridad que ensangrentaba la nación colombiana en esa época y que se reedita profundizando su barbarie con la política de “Seguridad Democrática” en connivencia con el narco paramilitarismo del modelo Uribista desde 2002 a hoy.
Fue la primera vez que oí hablar de Pepe Mujica en Panamá 1982 y por exposición de los jóvenes líderes exiliados, pocos años después se ganan los espacios democráticos en Uruguay y Pepe Mujica es liberado iniciando su participación abierta en el movimiento social y político que lo llevará al Congreso de su país, posteriormente ocupará el Ministerio de Agricultura, luego el Senado de la República y, finalmente, logrará una de las más significativas votaciones que lo hace presidente del Uruguay.
Como un reformador pasa la historia política regulando desde el consumo de la marihuana[1], hasta el aborto[2] ley de medios, régimen de tierras que prohíbe la compra por parte de estados extranjeros[3] y otras que, si bien tuvieron grandes debates en el Congreso, permitió consensos “mi modelo Lula porque usa esa metodología de ubicar en el centro la negociación política permanente yo siempre voy a preferir negociar a llevar el mundo por delante”[4] pensando en el beneficio de la nación lo cual lo ubica como el mejor gobernante de la historia de ese país, en el momento de su retiro de la política a los 85 años tiene el 75% de admiración por sus connacionales y es reconocido globalmente como un líder de la democracia, admirado por la juventud, las mujeres que luchan por los derechos de equidad de género, los ecologistas, en fin por las causas que hoy de manera pertinente son parte programática de su émulo colombiano, Gustavo Petro Urrego.
Hablo de vidas paralelas entre Pepe Mujica y Gustavo Petro, porque ambos fueron líderes cívicos desde su juventud temprana, ambos se enfrentaron al establecimiento en la lucha por los derechos de la sociedad, ambos entraron a militar en movimientos nacionalistas como lo fue el M-19 en Colombia y los Tupamaros en Uruguay, ambos estuvieron presos por el delito de rebelión, al ser liberados retoman las banderas políticas y son elegidos congresistas, posteriormente llegan a ejercer responsabilidades de nivel Ejecutivo el uno como ministro y el otro como alcalde de Bogotá y finalmente ambos optan, por el clamor de sus bases y de la sociedad, por ser candidatos a la presidencia.
No tengo la menor duda de que la campaña de miedo que se desarrolló tanto en Uruguay por las expresiones nostálgicas de la dictadura militar, como por el uribismo aferrado al poder y a la corrupción, son campañas de miedo para ocultar lo queda en evidencia que tras décadas de usufructo del poder; no lograron siquiera hacer la revolución burguesa: industrializar, hacer reforma agraria, universalizar la educación y la salud, por lo cual le tocó al movimiento de izquierda democrática asumir las banderas liberales para llevar a la modernidad a estos países.
Hoy Petro no necesita de la anuencia de jefe del Partido Liberal, necesita y lo está logrando, el respaldo de las bases de ese partido, igual que el conservador, del mismo centro democrático, el partido de la U, los cristianos, cambio radical y demás fuerzas, incluido el partido de los desmovilizados de las FARC, porque eso es construir la democracia donde cada fuerza encuentre puntos de coincidencia y sepa dirimir sus diferencias.
Tenemos que lograr lo que Uruguay pudo, luego Chile recientemente, con la presidencia de Boric, ahora para el 29 de mayo los invito a todos, no importa cuál sea su origen de identidad política o religiosa, los invito al mandato de la restauración de la confianza y el tejido social, la democracia participativa, que respalde medidas que permitan el cierre de las brechas sociales económicas y culturales, construir la nación que décadas la violencia viene destruyendo. Los invito a votar con esperanza de que es posible una Colombia mejor para todos, apoyemos y hagamos parte de ese gran Pacto Histórico que en el tarjetón representan Gustavo Petro y Francia Márquez.
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[1] Ampliar en https://www.impo.com.uy/regulacioncannabis/
[2] Ampliar en https://www.impo.com.uy/despenalizacionaborto/
[3] Ampliar en https://www.gub.uy/presidencia/comunicacion/noticias/ejecutivo-promulgo-ley-prohibe-compra-tierra-parte-estados-extranjeros
[4] Percy, Allan, (2015), MUJICA una biografía inspiradora, editorial Grupo Zeta, pág. 85
César Augusto Torres López
Foto tomada de: Publimetro
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