Es casi imposible sustraerse a la marea de ilusión y de esperanza que produjo la elección de Gustavo Petro y Francia Márquez como representantes del Pacto Histórico. Emociona ver la alegría de cientos de miles de personas, especialmente en los sectores más pobres de las ciudades y en los municipios y territorios más atrasados del país. Mucho más al considerar que es la primera vez en la historia colombiana que llega al gobierno un movimiento de izquierda.
La oposición, como lo dijo Petro en su discurso una vez conocidos los resultados de la elección va a ser intensa y tenaz. No principalmente por la cantidad de personas que no votaron por Petro sino por la calidad de sus opositores. Petro enfrenta a la gran mayoría de capitalistas (legales e ilegales), a los medios de comunicación que son propiedad de dichos capitalistas, a buena parte de la academia, a la clase política tradicional que controla el Congreso, las asambleas, los concejos, las JAL, a la mayoría de los gobernadores y alcaldes, y a buena parte de la burocracia, especialmente la burocracia armada. Ya vimos en la alcaldía de Bogotá la feroz reacción y persecución que se desató en su contra por haberse atrevido a tocar las ganancias de sectores capitalistas, como los propietarios de las empresas de aseo y los constructores.
En la medida en que el gobierno del Pacto Histórico adelante acciones que busquen aumentar la participación de los trabajadores en el producto interno bruto y, en consecuencia, reducir la participación de los capitalistas, la oposición será aún más tenaz y feroz. Los capitalistas y trabajadores están estructuralmente unidos. Se trata de la unidad de contrarios en conflicto. Para poder producir los capitalistas necesitan a los trabajadores; los trabajadores por su parte, para poder conseguir un salario que les permita vivir, así sea muy precariamente, necesitan que los capitalistas que los contraten. La producción capitalista es imposible sin el concurso de las dos partes, pero no se trata de una cooperación armónica sino de una relación desigual en la cual una de las partes domina y se queda con las ganancias, mientras que la otra, en el mejor de los casos, apenas mantiene su nivel de vida.
La economía neoclásica, dominante en las facultades de economía, rechaza la existencia de un conflicto entre la clase capitalista y la clase trabajadora asalariada; más aún, rechaza la existencia de clases. Concibe la relación como una cooperación entre factores de producción, cada uno de los cuales aporta al proceso productivo y recibe una retribución por su aporte. En ningún momento se cuestiona esta desigualdad original entre los aportantes y mucho menos por la reducida magnitud recibida por la gran mayoría. Considera que la desigual distribución de la riqueza y del ingreso no es algo propio e inherente al sistema económico de mercado, que valora como la mejor de las instituciones posibles, sino como algo perteneciente a la esfera de la política y de la moral. E insiste en que para distribuir el ingreso es necesario primero crecer, es indispensable aumentar la producción. Afirmaciones muy parecidas en este sentido dijo Petro en su discurso; por ejemplo, que su énfasis está en producir, dado que para poder distribuir es necesario primero crecer.
La naturaleza y alcances de la izquierda del Pacto Histórico
El discurso de Gustavo Petro ratifica, con bastante sinceridad, la naturaleza del Pacto Histórico expuesta en diversos documentos a lo largo de la campaña y ofrece elementos para entender sus posibilidades y limitaciones.
Se trata de una izquierda dentro del capitalismo. No es una izquierda anticapitalista ni mucho menos una izquierda socialista. Es claro que los partidos y movimientos socialistas que hacen parte del Pacto Histórico no lograron que sus programas políticos tuvieran incidencia en la política del Pacto Histórico y en la cabeza de su principal dirigente. A pesar de lo afirmado por el gobernador de la Florida, ni Petro ni el Pacto Histórico son marxistas ni socialistas.
El Pacto Histórico tiene como una de sus prioridades desarrollar el capitalismo:
“Nosotros vamos a desarrollar el capitalismo en Colombia. No porque lo adoremos sino porque tenemos primero que superar la premodernidad en Colombia, el feudalismo en Colombia, los nuevos esclavismos, la nueva esclavitud, tenemos que superar mentalidad atávicas ligadas al mundo de siervos, a ese mundo de esclavos que tenía como contraparte los señores y los dueños esclavistas.”
“Tenemos que construir una democracia, a partir de permitir un pluralismo de conciencias, ideológico, económico. El pluralismo económico significa superar las viejas esclavitudes, los viejos feudalismos, poder tener una tierra que se llene de alimentos cultivados, tener un espacio para las comunidades indígenas para que se desarrolle su cultura, tener una economía popular que se pueda fortalecer. De ahí saldrán formas del capitalismo, ojalá democrático, ojalá productivo, ojalá no especulador, de ahí saldrán nuevas formas de relacionamiento de la humanidad a partir de las nuevas tecnologías, de ahí saldrá una economía fuerte, productiva. Por eso queremos transitar de la vieja economía extractivista que mataba el agua y que mataba la vida hacia una nueva economía productiva que pueda hacer crecer en toda Colombia puestos de trabajo, producción, que es la base misma de la riqueza, la riqueza nacional depende del trabajo. Si ese trabajo es asalariado, si ese trabajo es independiente, si ese trabajo es solidario y cooperativo, si ese trabajo adquiere las nuevas formas de la economía colaborativa tendrá el respaldo del nuevo gobierno.”
“Porque solo sobre la base de crecer económicamente, de producir es que podremos entonces también redistribuir. No se puede redistribuir sin producir, por tanto si queremos redistribuir para que la sociedad toda sea más igualitaria, tenemos que producir, en el campo, en la industria , en el turismo, producir sobre la base del conocimiento que es como se produce en el siglo XXI. Producir regulados sin que se afecte la dignidad humana, sin que se afecte la naturaleza, el agua, el páramo, el pájaro. Producir respetando la naturaleza que significa la justicia ambiental.”
La izquierda pro capitalista busca un capitalismo mejor, un capitalismo humano, un capitalismo desarrollado, un capitalismo bueno (no especulador). En esta perspectiva el presidente electo por el Pacto Histórico se compromete con “desarrollar el capitalismo”, no porque lo quiera, sino porque no se ha desarrollado adecuadamente; propone superar la premodernidad y el feudalismo; propone construir capitalismo bueno a partir de la economía popular; y propone aumentar el crecimiento económico como requisito para redistribuir. Sin embargo, lo dicho en el discurso no aparece en forma tan explícita en el programa de gobierno registrado por el candidato[1]. En dicho programa no se menciona una sola vez la palabra capitalismo, ni tampoco feudalismo.
Es necesario indagar más en los análisis y documentos del Pacto Histórico para identificar en qué lugares del país y en qué actividades existe el modo feudal de producción y para conocer las características de la nueva esclavitud.
En la medida en que se trata de una izquierda en el marco del capitalismo hay afinidades con diversas corrientes políticas que tradicionalmente han hecho parte de los gobiernos en Colombia, durante más de 200 años y que hoy están con el Pacto Histórico. Políticos y funcionarios liberales y social-demócratas tienen bastante sintonía con propuestas del Pacto Histórico y ven que éste puede cumplir un importante papel en prevenir y desactivar la protesta social, tal como lo planteó Alejandro Gaviria; para esto, nada mejor que un gobierno popular que genere esperanzas e ilusiones. Sectores que han hecho parte de la dominación política tradicional y que en determinados momentos fueron aliados y participaron activamente en gobiernos uribistas, hoy aparecen, con entusiasmo, bajo las banderas del pacto histórico.
¿Es posible conseguir todos estos objetivos al mismo tiempo?
Son varios los interrogantes que surgen de los planteamientos de Petro en nombre del Pacto Histórico. ¿Es posible desarrollar el capitalismo? ¿Es posible lograr que se desarrolle el capitalismo con justicia social y ambiental?
El desarrollo del capitalismo implica, necesariamente, la explotación y dominio de los capitalistas sobre la sociedad, la extracción de excedentes de los trabajadores asalariados, la condena de la gran mayoría de ellos a un salario mínimo apenas de subsistencia, la destrucción o acorralamiento de la producción por cuenta propia, la reducción de la gran mayoría de trabajadores por cuenta propia a ingresos mínimos, la creación de una enorme masa de desempleados, subempleados y degradados. En fin, en el capitalismo se crea un polo de riqueza en un lado y un polo de pobreza y miseria en el otro. Esto lo muestra el desarrollo del capitalismo mundial y se expresa a su vez al interior de cada uno de los países. Son consecuencias inevitables del desarrollo capitalista, tal como lo muestra con claridad Marx en El Capital y lo comprueba la historia del desarrollo capitalista.
Esta es la razón por la cual es prácticamente imposible cumplir, en el marco del capitalismo, con buena parte de lo establecido en la Constitución colombiana: empleo digno para todos, ingreso suficiente para todos, igualdad de ingresos y riqueza, vivienda digna para todos, para solamente mencionar algunos de los derechos. Muy probablemente los derechos más importantes continuarán siendo letra muerta.
Cuando Petro estudió economía en la Universidad Externado de Colombia predominaba ya la doctrina neoclásica en el currículo. Marx se estudiaba muy poco y se enseñaba bastante mal. En su biografía dice Petro que “durante estos últimos días (en 2021) he tenido la oportunidad de volver a leer El Capital, de Marx. Lo había leído por primera vez en la universidad, cuando estudié Economía en el Externado.” (p.328). No es claro si lo estudió completo y a fondo, pero sí que no comparte las conclusiones teóricas centrales. Hoy está más cerca de El Capital de Piketty.
Si Marx está en lo correcto, el Pacto Histórico está, quizá, ofreciendo lo imposible.
Espero que Marx esté equivocado.
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[1] https://gustavopetro.co/descarga-programa-de-gobierno/
Alberto Maldonado Copello
Foto tomada de: CNN en español
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