A este análisis Minsky le agregó un componente que explica las crisis como consecuencia de una reversión de las expectativas de banqueros y empresarios, lo que determina una teoría del ciclo basada en expectativas: un boom es el resultado de su optimismo el cual a la larga conduce a inversiones más riesgosas más susceptibles a su rentabilidad esperada; en cuanto los banqueros empiezan simplemente a dudar trasmiten la reversión de expectativas tanto a sus colegas como a los empresarios: y la economía se derrumba simplemente porque las expectativas de los banqueros y los empresarios se revierten incluso sin que en la economía real haya un problema aparte de un posible excesivo endeudamiento o una burbuja inmobiliaria o bursátil (procesos en si financieros).
Las expectativas afectan a la economía en cierta forma más gravemente que los hechos porque estos son dimensionables mientras que las expectativas son simplemente temores o entusiasmos que tienden a extenderse e inflarse en espiral ascendiente o descendente, incluso sin ninguna base real. Cuidar las expectativas es la primera responsabilidad económica de un gobierno incluyendo su credibilidad. Debe considerarlas concienzudamente y manejarlas con guante blanco. Por eso anuncios perturbadores de las expectativas empresariales de un candidato son un tiro en un pie si se gana las elecciones. Las expectativas que crean los anuncios son tan importantes como el contenido de ellos, por lo cual propuestas populistas útiles electoralmente pueden resultar contraproducentes ya gobernando. No es lo que se proponga, es lo que la gente piense que se está proponiendo, y más importante qué expectativas/temores generan, lo que importa, todo agravado por las fakenews de los creadores de pánico económico.
Eso implica que las propuestas más perturbadoras como el empleo estatal universal, el colapso de las exportaciones energéticas, y compra carbón para enterrarlo[5] han debido explicarse y debatirse ampliamente desde antes de las elecciones mostrando voluntad de matizarlas. No es claro que la elección de Petro haya incrementado la tasa de cambio como los generadores de pánico lo pretenden (muchos países han sufrido devaluaciones más severas sin llegar al caso extremo de Argentina); pero sobre el precio de la acción de Ecopetrol si hubo efecto que se ha podido menguar con un mejor manejo de comunicaciones. Y ahora el no haber anunciado el gabinete económico y no haber adelantado este proceso, al menos de clarificación, le está dando papaya a los generadores de una realidad expectacional que como sucede en economía se vuelve realidad simplemente por el hecho de ser esperada (self fullfiling expectations, una de las irracionalidades de una economía capitalista)[6]. Es un avance haber conformado un equipo con economistas de la calidad de JA Ocampo, A Gaviria y Luis J Garay, pero los detractores del PH aprovechan cada día de incertidumbre para hacerle daño a la economía, lo cual no es difícil en una situación de incertidumbre y de equivocaciones económicas del mismo Petro quien además de parecer no ser buen economista, aparentemente cede fácilmente al populismo y autoritarismo.
Otras propuestas son debatibles pero no graves: la reforma pensional tiene beneficios en el corto plazo pero en el largo genera riesgo de incapacidad de cumplir por falta de recursos; la universidad para todos no es una buena idea pues no favorece a los más pobres a quienes si ayudaría más una educación de calidad[7] esa si accesible para todos; la reforma de la salud que no se debe adelantar destruyendo los logros de ley 100 sino con una regulación adecuada de las EPS.
Como hay aciertos: lo anunciado de la reforma tributaria (no IVA a la canasta familiar , no extender la base sino concentrar el recaudo en los ingresos altos, gravar propiedad improductiva, eliminación de exenciones costosas e ineficientes); la reversión de la obligación de pagar dividendos que era un error descomunal (los beneficios retenidos son la principal fuente de financiación de la inversión); el ingreso a los adultos mayores pobres; el énfasis en el conocimiento científico y la innovación (aun cuando parece haber un concepto ingenuo de esta).
De todas maneras, se trata de un triunfo, una oportunidad y una responsabilidad históricos. Un triunfo porque no es solamente que sea el primer presidente electo de izquierda en un país ultraconservador, sino que además lo logro a pesar de todas las maniobras del gobierno saliente que representa fuerzas políticas retardatarias que por primera vez en la historia no lograron acallar la protesta popular, a pesar de toda la brutalidad con que la reprimieron. Una oportunidad pues nunca antes esta protesta había sido canalizada como una propuesta reivindicatoria con mecanismos inclusivos concretos. Una responsabilidad porque la historia no da en este continente, y menos en este ultraconservador país, esa oportunidad con frecuencia y un fracaso sacará a esa propuesta de la agenda por largo tiempo. Por eso es crucial que el equipo económico logre que Petro internalice la noción de restricción presupuestal, que entienda que con el grado de endeudamiento heredado y las presiones inflacionarias los márgenes para financiar sus programas son limitados, de manera que generar ingresos fiscales, e implementar esas propuestas en la forma más eficiente técnicamente posible, serán fundamentales.
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[1] Las expectativas racionales, una de esas modas de la profesión económica, sostenía que los agentes usan toda la información disponible en el mercado y así, tienden a acertar.
[2] Además claro del insight fundamental de que el empleo se determina en el mercado del producto (demanda efectiva) y la tasa de interés no se determina en el mercado de fondos prestables equilibrando ahorro e inversión, sino en un complejo de elementos que incluyen los mercados financieros, las innovaciones financieras, expectativas, estrategias especulativas, etc.
[3] Keynes no podría prever los niveles de financializacion que han venido con la globalización y las innovaciones financieras, pero si tenía claro que una economía financializada es un animal totalmente diferente, por eso también su énfasis en las expectativas.
[4] Como denomina los mercados financieros protestando que el bienestar de la sociedad depende de las apuestas de los financistas por lo que el proceso de acumulación ‘no va a quedar bien hecho’.
[5] Otras resultaran perturbadoras no por mal diseñadas o presentadas sino porque afectan los ingresos o la riqueza de los capitalistas.
[6] Es como en el beauty contest de los mercados bursátiles de Keynes: los agentes se asimilan a lo que esperan haga la mayoría.
[7] Además, no beneficiaria más a los jóvenes y a la economía como si un escalamiento del Sena para entrenar en las tecnologías en las cuales hay la demanda del sector productivo. Por otro lado, estalla las universidades públicas, q son instituciones que tienen sus planes de desarrollo, y las va a afectar severamente organizacionalmente y en materia de calidad. Vale la pena recordar el status de la UNal y la UAntioquia en los rankings internacionales: ¿aguantaran estos logros un doblaje de los estudiantes?
Ricardo Chica
Foto tomada de: El Espectador
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