Por ello, hay que mirar con atención las orientaciones de la actual educación universitaria, pues la imagen que de ésta se tiene en la crítica especializada y en la calle social, por los resultados que presenta desde hace años, no es la mejor para ayudar a crear la Colombia potencia de la vida. Valga decir que esas orientaciones, quizá mal implementadas, tienen mucho que ver con las expresiones de competencia, calidad, aseguramiento y resultados de aprendizaje, insertos en la declaración de Bolonia 1999[1].
¿Que orienta la declaración de Bolonia de 1999?
La declaración de Bolonia (1999) de los ministros europeos de Educación, destaca los extraordinarios logros de los últimos años en el proceso europeo, convertido “en una realidad importante y concreta para la Unión y sus ciudadanos”, y considera la necesidad de establecer una “Europa más completa y de mayor alcance construida, en particular, mediante el desarrollo y fortalecimiento de sus dimensiones intelectual, cultural, social y científica y tecnológica”.
Al respecto, se reconoce en la declaración de Bolonia que, “las instituciones europeas de educación han aceptado el reto y adquirido un papel principal en la construcción del área Europea de Educación Superior”, y dentro del “impulso continuo” de ésta, igualmente asumen “iniciativas” hacia el objetivo de incrementar la competitividad del sistema europeo de educación superior, y también de asegurar que el sistema de educación superior europeo por su calidad adquiera un grado de atracción mundial para alcanzar “en un breve plazo de tiempo”, el establecimiento de un sistema europeo de Educación Superior para promocionarlo “en todo el mundo”. Las iniciativas son:
- La adopción de un sistema de titulaciones fácilmente comprensible y comparable, para promocionar la obtención de empleo y la competitividad del sistema de educación superior europeo.
- La promoción de la movilidad, eliminando los obstáculos para el ejercicio efectivo de libre intercambio. (Periodos de estancia en instituciones de investigación, enseñanza y formación).
- La promoción de la cooperación europea en el aseguramiento de la calidad con el objeto de desarrollar criterios y metodologías comparables.
- La promoción de las dimensiones europeas necesarias en educación superior, particularmente dirigidas hacia el desarrollo curricular, la cooperación entre instituciones, los esquemas de movilidad y programas de estudio y la integración de la formación e investigación.
Algunas influencias de la declaración de Bolonia en el mundo.
Los objetivos de esta declaración, de hondo contenido geoeconómico político, no fueron asociados de forma explícita al desarrollo humano de sus sociedades, hoy muy cuestionado allí, y puesto en evidencia de sus carencias durante el periodo de la pandemia Covid-19 y ahora en la confrontación con Rusia debido a la cuestión de Ucrania.
Hay que subrayar que, la realidad de la calidad del sistema de educación europea influyó muy poco en la vida de ese gran espacio económico y socio cultural como es Eurasia. De lejos, el sistema educativo universitario en Eurasia, por los resultados conocidos en el desarrollo económico y científico tecnológico en los últimos 20 años, en países como China y Rusia, superó para los fines de progreso al sistema europeo de educación universitaria. El nivel de avance científico tecnológico de la Ruta de la Seda, integrada principalmente por China y Rusia es tal que, ya superó al europeo y pronto igualará al del mundo anglosajón.
Pero sí logró la declaración que, en varios países de América Latina como por ejemplo en Colombia, sus objetivos impactaran e influyeran tanto, hasta el punto que su narrativa condujera las orientaciones esenciales de la Institucionalidad para el desarrollo de la educación universitaria en los últimos años, y por consiguiente sirviera de soporte a la promoción de la calidad y su aseguramiento, las competencias y los resultados de aprendizaje, como se muestra en el Decreto 1330 de 2019 del MEN[2] y el acuerdo 02 de 2020 del CESU-Consejo superior de Educación Universitaria[3]. El impacto de estas orientaciones en el desarrollo económico-científico- tecnológico del país y sus diversos territorios socioculturales hasta hoy, requieren de una profunda evaluación. Por ahora veamos un par de hechos relevantes en la vida del país, en los cuales la anunciada educación universitaria de calidad no ha logrado influir.
Algunos rasgos relevantes del desarrollo económico y social y el aprendizaje de las ciencias y las ingenierías en Colombia.
Los indicadores de pobreza, miseria, hambre, violencia sociopolítica y exclusión de millones de personas del mundo del trabajo productivo en los últimos 20, son de los más altos en el mundo. La crisis de los sistemas de salud y alimentación de la población son inocultables. Gran parte de la industria y el comercio nacional han sido golpeada por una economía donde tiene mucho peso la importación de bienes, tales como alimentos, fertilizantes y medicamentos, rubros en los cuales Colombia debería ser líder. A la fecha, las importaciones alcanzan cifras superiores a 30 mil millones de dólares y crecen en porcentajes superiores al 40% sobre el mismo periodo del año anterior (Kalmanovitz, 2022)[4].
Por su parte, en un asunto particular relacionado con el esquivo aprendizaje de calidad en la mayoría de los estudiantes, en los cursos de ciencias y tecnociencias en las carreras de ingeniería, clave para el crecimiento de la creatividad y la innovación en la producción de bienes, siguen manifestándose serias dificultades en el aprendizaje, con las consecuencias que ello acarrea para la formación profesional; continúa la reprobación y repetición de cursos y con ello la deserción estudiantil. Las cifras de la deserción estudiantil en Colombia son muy preocupantes (Rodríguez Urrego, 2019)[5]. La anomalía además está relacionada con el aprendizaje superficial y descontextualizado, y se acompaña en muchos estudiantes con el olvido de lo aprendido luego de aprobar asignaturas. En un conversatorio de la Asociación Colombiana de Facultades de Ingeniería (ACOFI, 2021)[6], se destacó que el proceso del aprendizaje de la Física en los programas de ingeniería presenta muchas carencias e influye en el rendimiento escolar y la formación de los egresados.
A modo de cierre.
La investigación educativa identifica varias de esas carencias que se manifiestan en las condiciones de aula, las cuales deben empezarse a superar por la renovación de la educación universitaria colombiana en el periodo 2022-2026, a través de propuestas pedagógicas-didácticas adecuadas, que sirvan de complementariedad crítica a los discursos institucionales de calidad, competencias y resultados de aprendizaje, y en las cuales deben formarse centenares de profesores universitarios.
____________________
[1] Declaración de Bolonia (1999). Reunión de ministros europeos de educación superior.
[2] Ministerio de Educación Nacional (2019). Decreto 1330 de junio 25. Sobre la acreditación de alta calidad de la educación Superior.
[3] CESU-Consejo superior de Educación Universitaria (2020). Acuerdo 02, por el cual se actualiza el modelo de acreditación en alta calidad.
[4] Kalmanovitz, Salomón (2022). El dólar caro. El Espectador, julio 11.
[5] Rodríguez Urrego, M. (2019). La Investigación sobre deserción universitaria en Colombia 20062016. Tendencias y resultados. Pedagogía y Saberes, 51, 49-66.
[6] Asociación Colombiana de Facultades de Ingeniería-ACOFI (2021). “La enseñanza de la Física en Ingeniería”. Conversatorio. Boletín de abril de 2021.
Jaime Corena Parra
Foto tomada de: Actualidad RT
Danilo says
Se eliminaron las ciencias humanas y el pensamiento critico y se promociona el surgimiento masivo del sujeto emprendedor, competidor egoísta y endeudado que cargue con el solo con la culpa del fracaso del sistema,