Dos factores que han determinado este colapso son: 1) la globamericanización o el neoliberalismo, y la cruzada liberal de los americanos; y 2) una hipnosis mediática/histeria colectiva ruso fóbica[3], un temor infundado a la supuesta amenaza de un imperialismo ruso inexistente que se articula en el mito de Putin el monstruo expansionista violento; fantasía que se completa como fabula con el mito contrapuesto del heroico paladín de la democracia que lo enfrenta, Zelensky.
1) Por décadas el control democrático de los mercados para un crecimiento inclusivo característico de la socialdemocracia europea ha venido siendo erosionando con la extensión por la globamercianización del neoliberalismo anglosajón. De acuerdo a esta ideología todos seremos felices cuando vivamos como los americanos, repliquemos su versión del capitalismo y la democracia presentadas como las únicas validas; imitemos su consumismo desaforado y depredador; y asimilemos la concentración/exclusión que lo caracteriza. El foco de esta cruzada en Europa fue claro el thatcherismo británico, cuya fe en los mercados y sospecha del estado a la Hayek se extendió derrumbando instituciones solidarias y cooperativas y mecanismos de política compensatorios de las fallas de los mercados y la exclusión generada por ellos. Incluso la meca de la socialdemocracia, Alemania y los países escandinavos cedieron a esta moda que además fue adoptada con pasión por los países de Europa del Este con las reformas post colapso. Las multinacionales americanas, empezando por los tres gigantes del internet (Google, Amazon, Facebook) precedidas por las de consumo que transformaron los patrones de este, han ganando una influencia aterradora sobre el funcionamiento social. Es la globamericanizacion en todo su poder avasallador resistida únicamente por Francia en su esfuerzo de salvaguardar su cultura y su arte.
Esta cruzada liberal, por vocación divina llamando a los americanos a extender las instituciones americanas por todo el mundo, no ha tenido en Europa el carácter avasallador de las imposiciones a sangre y fuego, con resultados desastrosos, por todo el tercer mundo; pero igual la ideología de derecha ha debilitado a los partidos de izquierda dándose la paradoja de que la socialdemocracia se agotó a si misma con su éxito en los países que más avanzo, en los cuales el populismo nacionalista se le ha atravesado ahora a la globamericanización.
Esta andanada ideológica y sobre el funcionamiento social se combinó con la creciente dependencia de EU en OTAN, justificada en el enfrentamiento de la guerra fría con la URSS, y ahora prolongada injustificadamente después del derrumbe de esta (como si Rusia tuviera las mismas pretensiones imperiales), debilitando la idea de una Europa independiente de EU (DE Gaulle) y abierta a Eurasia (Rusia: ostpolitik de W Brandt); un proceso que culmina con la total subyugación a la estrategia, hegemónica esa sí, de EU, por la cual este logra eliminar a Europa como un foco geopolítico independiente, convirtiéndola mediante OTAN en un instrumento para confrontar la competencia de China y Rusia. Esto en un mundo que pasó de unipolar a multipolar, lo que EU resiste por todos los medios con desmedida agresividad. Europa se une así a esta agresividad paranoide comprándole a EU/GB el mito de Putin imperialista, cuando Rusia no puede tomarse ni un tercio de Ucrania; al punto que reiteran la histeria sin sentido de realidad alguno de Zelensky, tan extendida entre los fanáticos ingleses, polacos y lituanos, de que va a seguir con el resto de Europa. Una realidad paralela construida por los medios corporativos y los gobiernos occidentales que con el celo de guerreristas como B Johnson y su sucesora Truss (todavía más peligrosa), el secretario Stoltemberg (OTAN), y el odio de Polonia y Lituania por Rusia (incapaces de acceder a la perspectiva europea que reconcilió a Alemania con sus enemigos Francia y Rusia) se ha apoderado de Europa. Con lo que esta se atrapa (como Europa del Este) en un determinismo histórico irracional que implicaría que GB, Francia, Alemania, Japón son un peligro porque en el pasado fueron imperios. Siendo que Rusia no tiene ni la economía (más aun lo debilitada que quedará con las sanciones), ni las fuerzas armadas, ambas cosas una fracción (salvo en cabezas nucleares) que las del imperio americano; el cual si ejerce como tal, interviniendo, invadiendo, bombardeando, tumbando gobiernos e imponiendo cambios de régimen, asesinando presidentes y opositores por buena parte del mundo, a lo largo y ancho del cual tiene 800 bases militares (¡y hablan del horror del imperialismo ruso!).
Pero el colapso de Europa como resultado de este proceso no es solo geopolítico e ideológico sino también económico. Es difícil de creer e imposible de entender como esa obediencia a EU y GB (contagio de la paranoia anti rusa de los países anglosajones), ha conducido a que los europeos destruyan su economía. Un proceso claro impulsado por el bloque este de la UE: la nueva Europa de Rumsfelt (quien proféticamente anuncio que reemplazaría a la vieja Europa), la que está acabando con dicha gran tradición[4]. La crisis económica causada por la guerra y las sanciones derrumbará a la economía líder en el continente, Alemania (industrial, intensiva en energía), y al menos a GB (que enfrenta la peor inflación en siglos) e Italia (sumida en una crisis política que puede desembocar en un enfrentamiento con la UE con el triunfo de la ultraderecha[5]). Se prevé que la crisis europea será más profunda que la financiera de 2008-9; así como es obvio esperar que cuando los ciudadanos tengan que escoger entre calefacción y pan en el invierno se desatará una ola de agitación que derrumbará gobiernos convencidos de que Biden está por encima de sus electores (que deben pagar los costos de hacerla la tarea a EU con Rusia). Ahora bien, además del riesgo político y económico Europa se impone un riesgo militar insólito: ¿quién sufre en caso de una ampliación de hostilidades que involucre OTAN vs Rusia? Primero Europa donde se usarían armas nucleares tácticas (aunque todo el mundo está expuesto a una conflagración entre las potencias): como siempre los americanos están lejos de las guerras que precipitan (así como ellos no tienen problemas de energía e incluso terminaran vendiéndosela a Europa más cara).
Pero hipocresía de la UE compite con su insensatez. Entierran los objetivos de Glasgow con la explosión de emisiones en 23 por el retorno al carbón. ¿En dónde queda la predica a los países en desarrollo[6] para que hagan la transición energética?; y esto después de incumplir la promesa de financiársela. Esta catástrofe climática, además de la peor crisis económica en décadas, que amenaza derrumbar las economías alemana, británica e italiana y el someter a sus poblaciones a racionamiento energético en el invierno, ¿para qué? ¿Todo para colaborarle a Biden en humillar a Putin? Un objetivo que conducirá a la destrucción de Ucrania (no la de Rusia) donde EU/GB continúan escalando y lucharán hasta el último ucraniano.
2) Un componente critico de este proceso es la hipnosis mediática/histeria colectiva sobre la amenaza rusa expresada en el mito de Putin, un caso extremo y patético de en qué grado los medios construyen realidad, crean opinión y movilizan emociones de masa. Otra víctima de la guerra (junto con Europa) es la verdad en los medios, siendo que incluso DW se unió a la obscenidad de los medios anglosajones (incluida la BBC) en el sesgo hasta la propaganda (anti rusa); toca acudir al árabe Alhazeera y el indio WION para tener una idea de lo que está pasando en Ucrania (mas allá de la propaganda anti rusa de los medios occidentales). Obscenidad ésta que reproduce la de los comunicados de los ministerios de defensa de EU y GB que habitan en un mundo de fantasía en el cual los ucranianos están derrotando a los rusos; además de que ejercen presión sobre ellos para mostrar resultados, dictándoles sus movimientos estratégicos (presión británica, contra el criterio de generales ucranianos, para que lanzaran la contraofensiva contra Kherzon).
La fábula del imperialismo ruso fabricada por la propaganda de los medios corporativos y los medios occidentales tiene como eje a un Putin construido como un gangster matón, un psicópata errático que delira con la reconstrucción del imperio soviético. Es el Otro, el chivo expiatorio en el cual proyectar toda la miseria y la maldad de la tribu. Ridículo, si no fuera tan peligroso. Putin perteneció a la KGB; si, pero cuantos funcionarios de los gobiernos americanos no han pertenecido a la CIA cuyos asesinos son tan temibles como lo eran los de la KGB, con la ventaja de hoy día que tienen el respaldo de la llamada comunidad internacional (club G7). Putin puso en pie a Rusia después de que EU la humilló por 30 años imponiéndole, contra lo convenido, una ampliación de la OTAN al Este; Rusia estaba de rodillas (quebrada) en el 91 y, Gorbachov tuvo que ceder en todo con el derrumbe[7]; el cual fue seguido por los programas de ajuste del FMI, una terapia de choque que (debido a la negativa americana a ayudar) mando a la pobreza extrema a decenas de millones de personas (se redujo la esperanza de vida). A cualquier patriota nacionalista le tiene que doler esto, pero cuando Putin lamenta el derrumbe de la URSS la reacción en occidente es que sueña con su pasado imperial y conspira para reconstruirlo. Putin puede soñar con lo que sea, pero no es tan imbécil[8] como para soñar con el imperio soviético siendo que entiende perfectamente que no tiene ni la más mínima posibilidad contra EU/OTAN. Es un agente perfectamente racional (más que Bush y Trump[9]) que sigue una estrategia absolutamente racional[10], la cual le está dando resultado porque la guerra está destruyendo las fuerzas armadas ucranianas (junto con todo el país); no está derrumbando las rusas y su país como lo soñaba Biden, quien se veía instalando un nuevo régimen en Rusia, porque los rusos se levantarían ante la salida de McDonald’s y Starbucks. Putin no es un demócrata, es un autoritario que puede llegar a extremos represivos, pero lo que importa ahora es que es la personalización del nacionalismo que está frenando al universalismo liberal; es un corrupto, aun cuando les puso a los oligarcas que con la anuencia del corrupto borracho de Yeltsin lograron el robo más grande de la historia; y su personalidad puede tener vetas paranoides y megalómanas; pero no es el monstruo que ha construido la propaganda occidental. Esencialmente, con todos sus defectos, es un patriota, que se cansó del matoneo americano contra su país y se atrevió a confrontarlo; cuestionamiento de su hegemonía que EU no puede permitir, por lo cual está usando a Ucrania, como a toda Europa, para debilitar a Rusia así el escalamiento de la guerra (con el creciente armamento que envía) la dejen hecha escombros.
Y la fábula se completa combinando idealización positiva e idealización negativa (tan ridícula en su extremismo que sería risible si no fuera tan peligrosa) incluyendo el némesis de Putin en Zelensky, a quien han construido como su contrapartida; como la estrella de gobiernos y medios europeos: el defensor de la democracia frente a la agresión del autoritarismo (la simplista dicotomía de Biden, el americano nosotros los goodies y ellos los caddies). Ahora bien, para entender el personaje construido por esos gobiernos y medios como el némesis de Putin es necesario recordar que la guerra se inició con el golpe de estado de 2014[11] que aunque popular en el oeste con su tendencia pro UE, no lo fue entre las minorías pro rusas del este, las cuales se negaron a aceptar al nuevo gobierno y se enfrentaron a éste declarando su independencia cuando éste intento imponerles una asimilación forzada prohibiendo el uso del idioma ruso. Así se precipito la guerra y Putin declaró claro su apoyo a estas repúblicas independientes, las cuales fueron agredidas por 7 años mediante persecución política adelantada por la brigada neonazi Azov, bombardeos que masacraron 14.000 personas (de lo cual claro no se habló en occidente) y una amenaza de inminente invasión con una fuerza masiva de 110.000 hombres. Esta situación, a la vez que la absoluta imposibilidad de lograr que EU escuchara las preocupaciones rusas por su seguridad por 30 años (particularmente los gobiernos de los tenebrosos Clinton y Bush hijo) descalificándolas (olvidando que por menos Kennedy amenazo con una guerra nuclear), forzaron a Putin a invadir. Ya varios gobiernos americanos habían mostrado que a Rusia había que mantenerla de rodillas, culminando en el anuncio de Bush en 2008 en Budapest de que Ucrania ingresaba a la OTAN; a pesar de las protestas de Rusia que había establecido esa línea roja como inadmisible, tan claramente que la Sra. Merkel expresó su desacuerdo diciendo que eso era declararle la guerra a Rusia.
El héroe de Europa, Zelensky, tiene la doble responsabilidad de haber insistido en ingresar a OTAN conforme a la política agresiva de ésta contra Rusia y a pesar de las advertencias de ésta, y haber desconocido el acuerdo de Minsk que había intentado poner fin a la primera fase de la guerra (2014-21) y habría evitado la segunda actual. Él tuvo una gran responsabilidad en la situación que condujo a Putin a invadir pues fue elegido con la promesa electoral de que lograría la paz en Ucrania; pero lo que hizo fue expandir la guerra con su política contra las repúblicas pro rusas del Dombas, negándose a implementar las condiciones de autonomía y respeto a su identidad establecidas por Minsk para proteger estas. Y así en la segunda fase de la guerra, con la invasión, súbitamente el comediante de TV ucraniana paso a ser estrella de la mundial, el anti-Putin: una figura heroica que apersona todos los valores de la democracia frente a los regímenes autoritarios, cuando en Ucrania hay el más corrupto, represivo de los derechos políticos y a la información de toda Europa; además agudizado con su paranoia tipo Stalin que lo tiene viendo espías rusos en todos sus colaboradores (a quienes purga), e imponiéndose sobre sus generales como acaba de suceder con la contraofensiva en Kherson fruto de la presión de los británicos (para que muestre resultados). Pero el punto es que la realidad paralela lograda por la hipnosis mediática occidental tiene como héroe, como el anti-Putin, a un irresponsable, mentiroso, deshonesto, corrupto construido por los medios corporativos como el nuevo Churchill frente al nuevo Hitler (Putin).
Su cinismo y mala fe alcanzan su verdadera medida con la crisis en Zaporizhia donde bombardea los reactores para crear estas crisis (acusando a Rusia de bombardearse a sí misma); y el mundo occidental entero incluido Guterrez (un incompetente que ni ve la agresión de la OTAN que Francisco si vio, ni se atreve a mencionar que la que está bombardeando la planta es Ucrania) hace eco a su irracionalidad[12]. A Zelensky debe reconocérsele su capacidad de convocatoria, pero encabeza un gobierno controlado por neonazis, corrupto (solo 1/3 del armamento enviado llega al frente), terrorista (masacro 14.000 personas en el Dombas antes de que Putin reaccionara); mentiroso delirante, más allá de la propaganda hasta lo ridículo: solo 9000 soldados muertos, reconquistará Crimea y lanzará 1′ sobre Kherson en contraofensiva (que por fin llegó después de meses de anuncios); imbrica armamento y soldados entre la población civil[13]; y fantasea sobre la situación en el frente. Pero tiene un hechizo sobre Europa: Scholz, Macron, Amnistía[14],le corren atemorizados y Maersmeir/Chomsky/Schroder son vaciados, agredidos e insultados por este ex payaso responsable por lo que sufre su pueblo: no implemento Minsk y cuando estaban llegando a un acuerdo en Estambul cedió a las presiones del loco de B Johnson y se retiró. Ya perdió una guerra que hubiera podido evitar las dos veces. Pero gobiernos y medios europeos han construido una imagen idealizada escuchándolo y difundiendo y compartiendo sus amenazas contra una amenaza que construye como de la magnitud de Hitler/Stalin.
La fábula europea que la conduce a la conducta autodestructiva considerada incluye entonces un temor irracional a una figura construida por medios y gobiernos como una amenaza fatal contra las democracias del continente; complementada con la de un paladín de la democracia, que contraponen a esa amenaza. ¿Tendrá que esperarse a la derrota para que entiendan que esas construcciones no son sino eso, imágenes idealizadas y el supuesto monstruo no es Hitler ni el supuesto paladín es Churchill?
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[1] Critican a la primera ministra finlandesa por rumbear, pero apoyan el primitivismo de su tribalismo de querer imponer en toda Europa una prohibición de visas a los rusos, una vergüenza en directa contradicción con la idea de Europa.
[2] Recuérdese que la ilustración y la modernidad surgieron como reacción a las guerras de religión que desbastaron a Europa, buscando construir una armonía sobre la base de la racionalidad humana y el respeto entre todos (igualdad, fraternidad, libertad).
[3] Una fobia ya demencial extendida a todo lo ruso incluyendo toda la población rusa, la cual ha alcanzado extremos inauditos como que las federaciones atléticas expulsen a sus atletas por no declararse en contra de la guerra, que los turistas rusos sean agredidos, o este horror de prohibición total de visas a los rusos en las extremistas Polonia, Estonia y Finlandia.
[4] Las limitaciones de los países excomunistas para asimilar los ideales de la Europa heredera de la ilustración dan una idea de la regresión sociopolítica e ideológica que significó el stalinismo.
[5] Situación que introduce la consideración de otro factor: de los grados de endeudamiento y riesgo de debt default que amenaza a muchos países.
[6] Claro, después de que ellos contaminaron a sus anchas desarrollándose.
[7][7][7] La muerte de gran este visionario político recuerda la disyuntiva que enfrentó: o una transición democrática con apoyo occidental o un colapso económico. Entendió que el sistema comunista no funcionaría y no podía competir con el poderosísimo capitalismo americano. Se equivocó fue en confiar en occidente cuya ayuda no llego y cuya traición (sobre OTAN) es algo inscrito en la mente imperialista anglosajona. En la acusación de ingenuidad tiene razón Putin (en realidad la mayoría de los rusos), aunque fue también el fracaso de la economía comunista y el hegemonismo americano. Gorbachov no tenía mayor poder de negociación, pero fue excesivamente confiado como lo muestra el que hubiera cedido a Alemania confiando en la promesa americana de que no seguirían hacia el Este, promesa cuyo incumplimiento llego a su culmen en Ucrania.
[8] Es más inteligente y culto que varios de los presidentes del mundo que nos colocan los americanos.
[9] Además de menos malévolo que Clinton.
[10] Cayó en un excesivo optimismo al inicio de la guerra creyendo que llegaría fácilmente a Kiev, pero no ha vuelto a cometer errores como este.
[11] Montado por la CIA y MI6 y liderado por las brigadas neonazis cuyos francotiradores contribuyeron muy importantemente a la violencia y el caos.
[12] Una negociación se aleja cada vez más dadas las posturas irracionales de los protagonistas y la ausencia de una mediación valida. El intento de Guterrez de mediar sobre Zaporihzhia no prosperará si sigue apoyando a EU/Ucrania, que están bombardeando la planta nuclear para crear una crisis internacional, en vez de denunciar estos bombardeos. Que Rusia abandone la central tiene tanto sentido (obviamente Rusia no lo va a aceptar), como el requisito de Zelensky de retirada total (incluyendo Crimea.
[13] El incidente del mall y el de la estación de tren denunciados histéricamente como crímenes de guerra fueron, el primero, a una reunión de altos ofíciales con vendedores de armas occidentales; y el segundo, vagones de soldados yendo hacia el frente
[14] Forzada, por los insultos de Zelensky por denunciarlo, a disculparse.
Ricardo Chica
Foto tomada de: El Confidencial
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