El ELN respondió que no habría cese al fuego bilateral pues solo cumplirá lo que se haya discutido y acordado en la Mesa de diálogos[1], y como eso no ocurrió, pidió que el Gobierno reconociera públicamente que su anuncio era erróneo y que esa medida unilateral ponía en crisis la negociación de paz. Además, reiteró que no acepta que los mezclen con los cuatro grupos irregulares que involucran los otros decretos, sino que cualquier relación o negociación es un proceso especifico con ellos, y exigió que antes del segundo ciclo de diálogos se realizara una sesión extraordinaria de las dos delegaciones para tratar lo ocurrido. Y pidió al gobierno cumplir los anuncios que hizo el 12 de diciembre pasado sobre alivio humanitario para presos, del ELN que están enfermos o en condiciones infrahumanas, con limitaciones de alimentación, salud, etc. Al mismo tiempo, aumentó la confrontación como se vió desde el 10 de enero pasado en Arauca con enfrentamientos armados ELN-disidencias de las exFarc.
El Gobierno mostró cómo la idea de cese al fuego bilateral ha estado en diversos intentos de negociación y llamados de esa guerrilla -por ejemplo, cuando declaró la tregua navideña- y tomó varias medidas. Anunció suspensión de los efectos jurídicos del Decreto 2657 del 31 de diciembre 2022, que involucraba al ELN, al que le pidió declarar una tregua verificable acogiendo el llamado de las comunidades para que cese la violencia en sus territorios[2]. Ordenó reactivar operaciones militares contra el ELN mientras no hubiese cese bilateral al fuego. Aceptó convocar una reunión extraordinaria antes del segundo ciclo de la Mesa, para aclarar lo sucedido y avanzar en la discusión sobre el cese al fuego bilatral. Y visitó a Nicolás Maduro para discutir, entre otras cosas, el papel de Venezuela como garante de la negociación con el ELN.
Por su parte, Otty Patiño coordinador de la delegación negociadora del Gobierno, insistió en que la intención del presidente Petro al declarar ese cese bilateral del fuego con ELN “es la de abreviar los tiempos de la negociación armada y estimular al máximo los espacios de la negociación política”[3].
La primera parte de este artículo, examina la reunión de emergencia entre las delegaciones del gobierno y el ELN y sus conclusiones para ver cómo se superó el impase. La segunda, revisa el cumplimiento de acuerdos del ciclo inicial. Y la tercera, analiza lo que sigue en esa negociación.
¿Superado el desencuentro?
En Caracas, delegados del Gobierno y el ELN, realizaron un encuentro extraordinario en reuniones separadas de cada parte y en deliberaciones conjuntas de la Mesa, del lunes 16 al sábado 21 de enero, cuando leyeron el comunicado conjunto titulado “Exitoso balance”. Ahí destacan “La Mesa de Diálogos valora la franqueza y la profundidad que tuvo el proceso de discusión y conviene en mantener los mecanismos de comunicación durante los periodos en los cuales no está reunida. Así mismo, la Mesa de Diálogos pone de presente que esta reunión extraordinaria contribuyó a ratificar y fortalecer los principios sobre los cuales se adelantan estos diálogos: los acuerdos son para cumplirlos, bilateralidad, carácter político, reconocimiento mutuo, confianza y buena fe”.
Fuera de precisar y ratificar los principios y reglas en que se basa el funcionamiento de la Mesa, las dos delegaciones acordaron que en el segundo ciclo de conversaciones, que arranca el 13 de febrero en México, examinarán los logros y dificultades en la implementación de los acuerdos alcanzados en el primer ciclo, y se consagrarán a dos temas cruciales: el cese al fuego bilateral, y el primer punto de la agenda de negociaciones, que es la participación de la sociedad civil en la construcción de paz.
Además del reconocimiento y agradecimiento de la hospitalidad de Venezuela y de la disposición de México para acoger la Mesa de diálogo desde su segundo ciclo, el comunicado destaca la Caravana Humanitaria que movilizó simultáneamente a las comunidades del bajo Calima y el medio San Juan. De esta forma se cumplían parte de los compromisos acordados en la Mesa con el fin de mostrar la situación de las comunidades afectadas por el conflicto armado.
Por su parte, los países garantes y las instituciones acompañantes -en comunicado leído por monseñor Héctor Fabio Henao, delegado para las relaciones Iglesia y Estado-, destacaron lo esperanzador que resulta “el compromiso del Gobierno Colombiano y del ELN en el fortalecimiento de la Mesa y su reiterada voluntad de paz expresada durante esta reunión extraordinaria”. También Carlos Ruiz Massieu, representante especial del Secretario General de la Naciones Unidas en Colombia, celebró el compromiso de las partes para que funcione la Mesa y el país construya paz. Otty Patiño, coordinador de la delegación del Gobierno, destacó que tras cinco días de reuniones extraordinarias, la Mesa salió fortalecida, y esperan transitar por un camino más optimista en el siguiente ciclo de conversaciones.
Así, comunicado, acuerdos y caravanas muestran que, afortunadamente, se superó el impase entre las partes, que se había suscitado con el anuncio presidencial de cese al fuego con cinco grupos armados irregulares, como parte del proyecto de “Paz Total”.
Cumplir lo acordado en el primer ciclo
En el primer ciclo las partes acordaron realizar un par de recorridos para escuchar a comunidades muy afectadas por el conflicto y propiciar que se haga frente a su situación. Así, una Caravana Humanitaria se movilizó hacia las comunidades del Bajo Calima en el Valle y el medio San Juan en el Chocó. Vió la grave situación de las personas que viven en albergues que deberían ser provisionales, pero se han convertido en permanentes, pese a sus condiciones infrahumanas, la falta de alimentación y de condiciones para atender asuntos de salud. Por ejemplo, en el Polideportivo de El Cristal permanecen algunas de las 210 familias que fueron desplazadas de la comunidad afrodescendientes de San Isidro, pertenecientes al Consejo Comunitario de Bajo Calima, que tuvieron que abandonar sus territorios.
Las poblaciones urgieron al Gobierno y al ELN a dinamizar la negociación en la Mesa para avanzar en un real proceso de paz. Además, les reclamaron acciones inmediatas ante la situación de emergencia que enfrentan, y ayuda a la gente que no quiere o no puede regresar a sus territorios. Al gobierno le pidieron asumir los dramas humanitarios, no solo con iniciativas puntuales para calmar el dolor, sino a través de acciones estructurales para resolver los problemas que los provocan lo que exige soluciones de mediano y largo plazo. Al ELN le exigieron parar el desplazamiento poblacional que genera la confrontación armada así como los daños al Derecho Internacional Humanitario de esas comunidades.
Según Juan Carlos Cuéllar, gestor de paz del ELN y su vocero en la caravana humanitaria, ahí escucharon denuncias y peticiones de los líderes sociales de esas regiones. En entrevista con Colombia+20, además de cuestionar la baja presencia de instituciones nacionales y regionales en los territorios como de autoridades del Chocó en la caravana, Cuéllar hace referencia a algunos reclamos directos al ELN, como la urgencia que plantea la gente de que se termine esta guerra y dice “Somos conscientes de que en las comunidades hay mucho temor y en muchas partes no se atrevieron a decir todo, por eso durante los encuentros dijimos que, si era por nosotros, podríamos salir del recinto mientras se conocían ciertos temas o que podían hablar directamente con otros delegados de la Mesa para presentar la información”[4]. Cuéllar agrega que los presos piden mesas en las cárceles para ser escuchados, dinámicas de estudio o trabajo, resocialización; que el ELN pasó al gobierno una lista de casi 40 presos y de esos se seleccionaron ocho que requieren con urgencia que se les brinde atención médica y beneficio de casa por cárcel. Y concluye que todo eso espera trámite estatal, exige una reforma estructural penitenciaria y que el gobierno cumpla con la reforma a la justicia que planteó.
Por un fructífero nuevo ciclo
El segundo ciclo de conversaciones bajo el gobierno de Petro, que arranca el 13 de febrero 2023 en México, examinará los logros y las dificultades en la implementación de los acuerdos alcanzados en el primer ciclo, en particular el desarrollo de las caravanas humanitarias. Resulta crucial que cada parte examine lo que las poblaciones más afectadas de esas zonas del Valle y del Chocó les plantearon y apliquen lo que les corresponde de esas exigencias comunitarias, y que la Mesa defina si asume esas experiencias como un programa piloto, haga los ajustes necesarios y planee otros recorridos que acuerde realizar para ir logrando alivios humanitarios.
De igual manera, es clave el abordaje de otro punto planteado para el nuevo ciclo de la Mesa, la discusión y definición del cese al fuego, y puede partir de avances anteriores. En las sesiones desarrolladas en Quito y en La Habana -en el gobierno de Juan Manuel Santos-, se contó con una submesa en la que participaron como miembros de la delegación oficial algunos generales del Ejército y la Policía que contribuyeron a construir con la contraparte proyectos de protocolos que concretaban el cese al fuego que ayuda al proceso de negociación y al desarrollo de la agenda de esa Mesa.
El otro tema que aborda este nuevo ciclo es el de la participación de la sociedad civil que es el primer punto de la agenda. Resulta esencial que parta de las lecciones de los últimos procesos negociadores, así como de los avances logrados en 2017 y 2018 en audiencias y consultas con organizaciones sociales de los territorios más afectados para desarrollar un programa de participación territorial, sectorial y temático, que le de insumos a la Mesa para que ésta defina enseguida los tres puntos siguientes de la agenda -democracia, transformaciones y reconocimiento de las víctimas-, para pasar a los dos últimos puntos -la terminación del conflicto o resistencia armada, y la implementación del Acuerdo de Paz.
Esa participación social o la idea de que se vaya implementando enseguida lo que se va acordando, no puede ser usada para mantener indefinidamente la resistencia armada del ELN, que conlleva su exigencia de que la Mesa acepte que a cada transformación que haga el Estado, ellos van dejando parte de su acción armada urbana y rural, pues esos cambios requieren la acción de muchas entidades estatales, implican procesos institucionales, como el legislativo por ejemplo, que requieren ciclos y tiempos claves.
Ojalá el ELN se disponga a terminar su resistencia armada que tanto daño hace a las comunidades en los territorios donde ejerce su violencia, asuma que nada justifica el sufrimiento al que someten a las poblaciones y menos en las zonas más vulnerables con muertes, persecusiones, extorsiones, amenazas, desplazamientos. Ese comportamiento les enajena la voluntad de la gente a la que pretenden representar. La prioridad es que en Colombia se pueda vivir y trabajar en paz. Por eso desde la sociedad civil aumenta la exigencia de cese de violencia a todos los grupos armados ilegales, incluido el ELN; además, que para sacar provecho a su favor, no profundice el impase con el gobierno Petro, quien también debe afinar sus pronunciamientos y su capacidad de acción concertada.
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[1] https://eln-voces.net/category/comando-central/comunicados-coce/
[2] https://petro.presidencia.gov.co/prensa/Paginas/Gobierno-suspende-decreto-de-cese-bilateral-con-el-Eln-y-ratifica-su-propos-230104.aspx
[3] https://www.infobae.com/america/colombia/2023/01/03/otty-patino-jefe-de-la-delegacion-de-paz-con-el-eln-reconocio-que-no-se-ha-pactado-cese-al-fuego-con-el-grupo-subversivo/
[4] https://www.elespectador.com/colombia-20/paz-y-memoria/dialogos-de-paz-eln-gestor-juan-carlos-cuellar-habla-sobre-caravana-alivios-humanitarios-y-presos-politicos/
Socorro Ramírez
Foto tomada de: La FM
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