Érase una vez un estoico grupo de empresarios, de la economía popular (campesinos, autoempleados, famiempresas, etc.) y las MiPymes que generan la mayor cantidad de bienes y servicios que consumen los hogares colombianos y todo marchaba en normalidad hasta que una invasión de una potencia del petróleo y gas (además de armas incluidas nucleares) sobre una nación potencia de producción de urea, trigo y más insumos para la agricultura mundial.
La respuesta de los mercados energéticos y de insumos del agro fue inmediata crecieron en más del 230% en el agro y en promedio el 156% en los otros sectores sensibles a la industria y producción bienes. Todo el mundo se vio afectado y los consumidores planetarios quedamos como víctimas colaterales de esa condenable guerra (como de toda expresión de violencia)
Veamos el comportamiento, para Colombia, de los principales grupos y el total de producción nacional, los alimentos (como derivados de la agricultura, ganadería y pesca), sin duda, son los más impactados e impactantes. Se rescata el que la pendiente de la curva se atenuó en octubre – diciembre 2022 y cambia su pendiente, con marcada tendencia negativa, en el trimestre marzo – mayo del 2023.
Eso debe tenerse en cuenta pues responde a medidas macro que el gobierno nacional está asumiendo. Por vez primera los productores son centro de políticas de Estado para fomentar su inversión, la reindustrialización y expansión productiva.
Fuente: DANE – Índice de precios del productor (IPP) consultada 09/06/2023
El gráfico siguiente (Inflación Histórica) nos muestra la forma como los hogares, los consumidores viven el drama de otra forma, el devorador del ingreso pasa del 4% al 11% entre agosto de 2021 y el mismo mes del 2022 175% de crecimiento, en tanto de 08-2022 a 03-2023 paso de 11% a 13% es decir creció relativamente 18% e inicia el descenso hasta 12,36% marcando tendencia que llena de optimismo pues se protege el ingreso y aumento salarial logrado para este año.
Fuente: Inflación total y meta | Banco de la República (banrep.gov.co) consultada 09-06-2023
¿Cómo se vive la baja de precios? La línea roja de la gráfica siguiente, los bienes de consumo final tiene pendiente negativa desde enero de 2023 e incluso entró en terreno negativo para mayo del mismo año, es decir bajas reales de costos a productores, ello en gran medida por la convergencia de variables como mejor comportamiento de la tasa de cambio, reducción de las tasas de interés para capital de trabajo e inversión por parte del Banco Agrario (y un poco menos de otros que vieron con pánico la fuga de empresarios hacia el banco Estatal).
Las reducciones de costos se bifurcan en un componente reducción de precios y otro aumento de utilidades (difícil saber sus proporciones) pues cada empresario aprovecha los efectos iniciales en gran medida para restaurar sus golpeadas finanzas y, luego, para ganar competitividad precio.
La poderosa campaña de erradicación del “gota a gota” ese criminal y usurero crédito que esclaviza a los autoempleado, empresas familiares, micro y pequeños empresarios, tiene efectos que se retroalimentan por el estímulo a la demanda popular con las mejoras en la irrigación de recursos a la demanda popular con los subsidios Renta Ciudadana entregada por el DPS, que potencian y dinamizan las economías de proximidad. La economía popular.
De otro lado la oferta interna desde septiembre del 2022 está reduciendo costos para el consumo de insumos o intermedio y desde enero 2023 para el resto de los sectores, es decir se refuerza la tendencia bajista y ello se refleja en precios menores a mediano plazo.
Todo ello sucede pese a la excesiva precaución del Banco de la República que, para controlar la inflación, sólo conoce el camino de elevar tasas de intervención para encarecer las de consumo y crédito de inversión, prefirió contraer la economía y el circulante para reducir la inflación, seguro que, si está cumpliendo su cometido, dejó entre la caja de herramientas otras que podrían haber ayudado a la expansión y reindustrialización. El peso de la ortodoxia neoliberal doblegó las decisiones de política monetaria del país.
Fuente: Tasas de interés de política monetaria | Banco de la República (banrep.gov.co)
Se debe recordar que la respuesta a estas tasas de interés del Banco de la República en término de las de colocación para consumo hizo un salto del 17% al 31,02% en ese periodo elevando las tasas de intermediación y ganancia de los oligopolios financieros y lesionando con aumento de pasivos a los hogares y la consecuente caída de las demandas conspicuas.
Si preferimos lo producido por la industria colombiana, seguirá bajando la inflación y mejorando el indicador de empleo. Sus decisiones también cuentan, prefiera al país que a las marcas que lo esclavizan.
César Augusto Torres López
Foto tomada de: Dejusticia
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