La gráfica muestra la relación entre los movimientos de la tasa de cambio, y la inflación. Hay una correlación entre ambas variables. En los primeros meses, los aumentos en el valor del dólar han estado acompañados de una mayor inflación, y en la segunda parte de la gráfica, la reducción del costo del dólar ha ido a la par con una menor inflación.
Esta interacción se ha presentado porque Colombia tiene un alto volumen de importaciones. El desbalance entre importaciones y exportaciones se mantiene, y las importaciones continúan siendo mayores que las exportaciones. Y si los bienes son importados, la devaluación del peso (o el mayor costo del dólar) se refleja en un aumento de la inflación. El país está importando alrededor de 15 millones de toneladas de alimentos al año, así que la devaluación encarece la canasta de consumo de los hogares.
A nivel internacional, después de la pandemia se han presentado una reducción de la oferta de bienes, así que las importaciones se han vuelto más costosas. Frente a este panorama, una de las formas de combatir la inflación es la reducción de los bienes importados. Ello obliga a mejorar la oferta de naturaleza doméstica. Si el país produce un mayor volumen de alimentos, disminuye la dependencia de las importaciones, y los precios bajan.
Desde el punto de vista estructural, la mejor forma de combatir la inflación es consolidando el mercado interior, y reduciendo la cantidad de bienes importados. Esta alternativa, que es estructural, es muy diferente a las soluciones propuestas desde la perspectiva convencional, que busca reducir la inflación aumentando la tasa de interés. Este ha sido el mecanismo preferido por los bancos centrales, pero es equivocado porque la inflación actual es de costos, y para reducirlos se requiere mejorar la oferta a través de una mayor producción, que esté acompañada de aumentos en la productividad y la competitividad.
Tal y como se observa en la figura, en los últimos meses la dinámica, tanto de la inflación, como de la tasa de cambio, van en la dirección adecuada. Si la tendencia continúa se podrá volver a una inflación de un dígito, y si las exportaciones se dinamizan, el valor del dólar continuará cayendo.
Jorge Iván González
Foto tomada de: Pulzo
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