Quizás a través de los tiempos el significado que se le ha dado a la “militancia” ha ido cambiando con las nuevas clases de organizaciones y formas de expresión de la ciudadanía en general y de adquirir compromisos con su propio entorno socio-cultural y político. Quizás el sentido de responsabilidad con una idea, propuesta u organización, sea hoy más relajado y menos exigente. Inclusive creyendo que esta sea solo en la acción mediática y no en un compromiso continuo para fortalecer su capacidad de aporte con la constante profundización del conocimiento y de la experiencia acumulada, para así aportar de una mejor manera a la transformación socio-cultural y política de la sociedad en su conjunto.
Aunque esto no es nuevo, hoy se ha puesto de moda que algunos(as) aterricen en cualquier organización, solo para buscar beneficios personales sin importarles lo colectivo. Llegan para tratar de escalar posiciones en busca de rentas para sus mezquinos objetivos. Aprovechan la apertura de las organizaciones para contar con un gran número de seguidores y mostrar fuerza social y política. Claro está que este comportamiento se evidencia primordialmente en los colectivos políticos centrados en procesos electorales para favorecer su presencia en la institucionalidad y participar en el engranaje burocrático del Estado.
Si bien es cierto que toda organización socio-política, está en todo su derecho de participar en el aparato estatal, también lo es que dependiendo de las posiciones que adquiera, se mostrará como simple aspirante a lugares de dirección o mando para repartir burocracia y replicar el modelo impetrante o asumirá un papel transformador del Estado y la sociedad de manera integral. No podemos rechazar de antemano que las organizaciones persigan participación en todas las instancias institucionales, lo que si podemos o inclusive debemos estar, es con el compromiso de que las organizaciones a las cuales les hemos brindado nuestra confianza, respondan debidamente con los objetivos máximos de construir una nueva sociedad justa, democrática, diversa y en armonía con la naturaleza.
Las organizaciones obtienen poco o nada queriendo sumar seguidores y militantes sino hay un compromiso real con las propuestas que estas promulgan. Las discusiones de hoy en día a nivel interno de las mismas se centran más, en cómo se reparten las dignidades y como logran manejar los hilos del poder, desde lo local hasta lo nacional. Lo que dé figuración y algún poder de decisión, es lo que cuenta comúnmente, ya que esto les puede abrir las puertas para ser tenidos en cuenta en algún rincón que les permita el aparato gubernamental, así sea solamente como un(a) contratista más.
El actual proceso electoral, donde, con el cual se elegirán nuestros representantes ante las corporaciones públicas, Juntas Administradoras Locales, Concejos y Asambleas, junto a Alcaldes(as) y Gobernadores(as), es una muestra de lo expuesto anteriormente. Las discusiones internas y las contradicciones con los posibles aliados, nunca se dieron alrededor de propuestas y/o posición frente a la realidad y contexto del entorno territorial. Si queremos avanzar para ser verdaderas alternativas al establecimiento impuesto, debemos elaborar y construir colectivamente propuestas validas ante la crisis socio-ambiental que se agrava día tras día.
“Infiltrados, Colados, Esquiroles (Mayo 22-2023 Revista Sur)”, han tenido gran responsabilidad en este conflictivo inicio del proceso electoral y en la respectiva escogencia de candidatos y candidatas. No han querido ni respetado los ejercicios de democracia interna. Solo han buscado su acomodo para poder saciar sus ansias de poder. Cuando no han logrado salir gananciosos, no han aceptado la decisión de las mayorías. siguen torpedeando todo avance en busca de una verdadera confluencia en beneficio de las mayorías. Conscientemente o no, replican las viejas mañas de la politiquería tradicional.
La tarea siempre propuesta por diferentes militantes de crear “escuelas de formación” para la cualificación de la militancia en general, es imprescindible para poder avanzar en la consolidación de las organizaciones políticas, donde al menos sus más cercanos, estén prestos a acompañar las luchas ciudadanas en busca del país y sociedad soñada con fórmulas que conlleven a superar la crisis multidimensional.
John Elvis Vera Suarez
Foto tomada de: El Tiempo
nelson guzman baena says
Considero que lo fundamental son las escuelas políticas y de cuadros que se creaban hacia los años setenta y donde la persona mediante su formación en ciencias sociales sabia donde colocar sus pies y hacia donde dirigir la mirada. Centrado y objetivo su artículo MILITANCIA. Esto es correcto en su formulación amigo John Elvis Vera Suarez y además debe existir un programa, unos estatutos y una línea política central que tienda hacia la unidad de criterios y proyecte la defensa de la paz con justicia social.
Nelson Guzmán Baena
Responsable Comisión Técnica e Investigación de la U.I.S. (Unión Internacional de Sindicatos) de P y J (Pensionistas y Jubilados) de la F.S.M. (Federación Sindical Mundial). Calarcá, agosto 4 de 2023