En el monólogo, Pastrana, llamado presidente por Juan Lozano y otros integrantes de la mesa de trabajo de la FM que decidieron actuar como simples “lagartos”, aprovechó para promocionar su nueva empresa electoral, la Nueva Fuerza Democrática, como alternativa de poder para las elecciones del 29 de octubre. Y lo hizo, además, llamando a sus antiguos compañeros en el partido Conservador, como “Petro conservadores”.
La prematura candidatura del inefable fiscal general arrancó en la pasada asamblea de la ANDI en la que fue aplaudido y ovacionado, al tiempo que le tiraba pullas al presidente Petro. El senador Iván Cepeda le envió a Barbosa un derecho de petición con el objetivo de que le confirme si tiene aspiraciones presidenciales. No era necesario elevar dicha petición, aunque se entiende el propósito del congresista del Pacto Histórico. Lo cierto es que una parte importante del empresariado estaría dispuesto a aportar dinero a la campaña Barbosa presidente. Dentro del listado de aspirantes presidenciales al servicio de la derecha uribizada hacen parte el exministro bombardeador de niños, Diego Molano Aponte y María Fernanda Cabal, cercana a la ultraderecha representada en el partido español, VOX.
Con la apertura de una investigación contra Petro en la inservible Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, Barbosa cumple con el mandado de generar una crisis de gobernabilidad que lleve a Petro a comportarse de la misma manera que lo hizo Ernesto Samper cuando estalló el escándalo del 8.000. Es decir, que Petro se pase los tres años que le quedan, defendiéndose de acusaciones y filtraciones que la fiscalía hace rato empezó a hacer del proceso contra Nicolás Petro que toca, por supuesto, al presidente de la República. La idea, claro está, es que las acciones gubernamentales, esto es, el proyecto político progresista, se detengan al interior del país, para que la narrativa de una “crisis institucional generalizada” legitime el proyecto de la derecha de “recuperar el poder, para salvar al país de la oscuridad”. Ya en la fallida marcha de las antorchas de la ultraderecha se escuchó decir que las antorchas encendidas servirán para salir de las tinieblas en las que está el país, según el relato de varios de los asistentes a la lánguida convocatoria. La intención es clara: ocultar la conexión con las ideas fascistas que mueven a quienes elevaron las antorchas y levantaron sus manos de la misma manera como en su momento lo hicieron Adolf Hitler y Álvaro Uribe. Solo les faltó gritar, ¡ajúa!
Mientras Petro conversa con los “cacaos” sobre un posible acuerdo nacional, los medios corporativos, propiedad de los mismos magnates, hacen ingentes esfuerzos para desestabilizar al gobierno, de la mano del expresidente Pastrana, quien se cree líder de la Oposición y faro moral, cuando un hijo de los mismos Rodríguez Orejuela señaló que su campaña también recibió aportes del Cartel de Cali.
Una vez termine la jornada electoral del 29 de octubre, sabremos si los “cacaos” le apuestan a un acuerdo nacional, o si el presidente Petro cae en la trampa de comportarse de la misma manera como lo hizo Ernesto Samper, gracias en buena medida a las presiones de unos medios masivos que actúan como actores políticos a los que poco les importa la suerte de la Nación, porque lo que les interesa es que sus patrones recuperen lo que Petro les arrebató: el Estado.
Germán Ayala Osorio
Foto tomada de: Infobae
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