Muchos en su angustia por la pérdida de poder en las instituciones del Estado, al ganar las propuestas del cambio en las elecciones pasadas, andan desesperados con sus triquiñuelas y argucias para revertir su anterior derrota. Llevan un poco más de un año, haciendo oposición visceral, engañosa y malintencionada a todo aquello que el actual gobierno proponga o consiga realizar a favor de las mayorías ciudadanas que logren a su vez la construcción de territorios sostenibles y resilientes ante esta cada día más profunda crisis social, climática y ecológica.
Están propagando una supuesta derrota del Pacto Histórico y sus aliados, sobre la premisa que no se alcanzarán los objetivos propuestos. Debemos de ser claros, el que no se alcancen los números deseados o imaginados respecto a las candidaturas de las organizaciones sociales y políticas alternativas, progresistas y/o de izquierda, no quiere decir que esto pueda representar un presunto fracaso.
En el solo Quindío, que hoy cuenta con el único Diputado en una Asamblea Departamental, en representación de Colombia Humana en todo el país, y con solo un concejal en Salento, tenemos todas las posibilidades de avanzar a pesar de las dificultades presentadas en este proceso electoral. Sin olvidar que nuestro candidato a la gobernación, el Profe Ambientalista y actual Diputado, Luis Carlos Serna G., tiene todas las posibilidades de lograr esta máxima designación en nuestro Departamento. Y estoy hablando en una región donde han predominado las organizaciones políticas que se identifican con los partidos tradicionales y la derecha colombiana. Con el ímpetu que acompaña hoy a un número considerable de fuerzas sociales y políticas, es posible avanzar en medio de las dificultades.
Ante lo anterior quiero reiterar que en las elecciones del próximo domingo 29 de octubre, cualquier avance será un triunfo. Siempre con la esperanza que el mismo será lo más significativo posible. Que se habría podido llegar aún más lejos, que si se hubiera hecho ello o aquello a lo mejor los votos serían mucho más, que no hubo los recursos necesarios que los otros si tuvieron, que faltó mayor unidad, etc., etc., cada autodenominado “analista” “experto” o “especialista” vociferará o dirá lo suyo. Cada inconforme o resentido por los resultados sacará su propia conclusión y pegará su alarido según sus propios ánimos. Y obviamente los enemigos de la justicia socio-ambiental fanfarronearan por los objetivos supuestamente no alcanzados por las fuerzas del cambio.
La historia de los pueblos ha estado colmada de vaivenes, de avances y retrocesos, de contradicciones superadas, pero a la vez con nuevas que deben ser solucionadas en el camino, con características propias en cada periodo. La historia de los pueblos y naciones aún no termina y por lo tanto tendremos mucho por recorrer. Y hoy los procesos electorales hacen parte esencial de nuestro devenir, incidiendo al menos en el futuro cercano.
Quienes hemos soñado con una mejor Colombia, debemos comprometernos a seguir aportando desde nuestros espacios para que este gobierno pueda obtener lo prometido. Por igual debemos ser conscientes que los mismos no se logran de la noche a la mañana. Corregir, enderezar y superar todas las falencias e injusticias dejadas por los sucesivos gobiernos impregnados de corrupción y actos criminales, no es tarea fácil y requiere de toda la voluntad colectiva de las mayorías nacionales.
Que la abstención no sea la ganadora, que los departamentos y municipios no sigan siendo manejados a su antojo por corruptos y criminales. Que la participación activa sea inmensamente mayoritaria y que el voto consciente y libre, sea quien decida quienes gobernarán los territorios. Por último, no sobra reiterar que sea por El agua, el Territorio y la Vida. Que sea por la democracia, la diversidad, igualdad y por la construcción de una sociedad en armonía con la naturaleza.
John Elvis Vera Suarez
Foto tomada de: CNN en Español
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