Cuando se terminó la Segunda Guerra Mundial, ni los países europeos en general ni Alemania, repararon debidamente a la población judía maltratada y despojada, ni los integraron dignamente como ciudadanos europeos que ya eran. Muchas víctimas sobrevivientes del genocidio fueron embarcadas hacia Palestina en condiciones deplorables sin que les fueran devueltos sus bienes expropiados por los nazis.
Al ser aprobada la creación del Estado de Israel en 1947-1948, Europa se desentendió del problema por ellos creado. Israel fue utilizado, además, como punta de lanza por USA, su política imperial y sus guerras del capital. Ni Europa ni USA han reconocido sus culpas con el pueblo judío y pretenden que el pueblo de Palestina que convivió en paz por siglos con los judíos que quedaron después de la diáspora, pague la deuda que Europa y USA jamás han pagado y lo haga a costa de su disolución como pueblo y de su extinción.
Gaza es un campo de concentración a cielo abierto que hiere la conciencia de los demócratas y de los hombres de buena voluntad. Vergüenza debería darles a los gobiernos europeos y estadounidense, no promover la paz sino la guerra. El pueblo judío debe liberarse de sus gobiernos neonazis y dialogar fraternalmente con sus hermanos semitas palestinos para que los dos pueblos de forma soberana pacten la paz y se le reconozca al pueblo palestino sus derechos conculcados. El apoyo irrestricto por parte del gobierno de USA, de gobiernos europeos y otros, al gobierno de ultraderecha de Israel y a su política de exterminio, lo anima a seguir tratando al pueblo de Palestina como ayer los nazis trataron a los judíos. No todos los judíos son sionistas ni apoyan esas prácticas. Cada vez más judíos y descendientes de víctimas del holocausto nazi, afirman frente a la persecución del pueblo palestino: “No en nuestro nombre”
Yolanda Martínez Santacruz
Foto tomada de: El Confidencial
Deja un comentario