Desde sus orígenes los auxilios monetarios se convirtieron en lo que la teoría sociológica de Parsons definió como una sociedad sin historia, condenándolos a perpetuar su estado y “agradecer” las limosnas, que en lo político se convirtió en la maquina electoral del Uribismo que aterrorizó a votantes con el mito de que si no eran ellos elegidos el que llegara les quitaría los auxilios. Engendró una acción con daño a la vez que construyó un gran poder de manipulación sobre el pueblo en extrema pobreza, pobreza y vulnerabilidad.
Hoy sigue viva y coleando, muchos de los recientemente electos alcaldes y gobernadores del uribismo (Centro Democrático, Cambio Radical, Conservatismo) principalmente, tuvieron el descaro de cobrar como suyos las sustanciales mejoras en montos y coberturas[1].
Es un hecho que Prosperidad Social, el DPS, casi no figura ante los beneficiarios, tiene más identidad el pagador que quién gira el dinero y apenas en algunos eventos se hace tímida presencia institucional, cada dos meses, y en tanto lo hace, no hay procesos continuos de potenciación del poder de la agencia colectiva que libere conciencias y fortalezca el compromiso y autonomía de los colectivos vulnerables y, sobre todo, que al haber nueva conceptualización y dinamizador de mercados locales, no asuma la recategorización de la función de producción de manera íntegra “economía asociativa y economía popular” de la mano con SENA, Ministerios de agricultura, Industria, ciencias, etc., a modo de ecosistemas adaptativos socio territorialmente.
La inercia de la técnica de pagos obnubila al DPS, lo social y la prosperidad no figuran sino en el nombre y pese a las directrices del presidente Gustavo Petro, en el sentido de acabar el asistencialismo, se sigue replicando el método neoliberal, asistencialista que está en el ADN administrativo, en esos mandos medios formados en el Uribismo – Duquismo, (basta ver el tenebroso caso de Pierre García y la banda criminal del congresista Ciro Ramírez)[2]
El DPS no quiere viabilizar la intervención en territorio, no hay profundidad en la comprensión de la importancia de formular corresponsabilidades que motiven la acción directa de las familias a superar su condición inicial de pobreza ni el acompañamiento del Estado con ofertas que garanticen ejercicio continuo de derechos y cumplimiento de deberes, dando lugar a nuevos y optimistas proyectos de vida en las familias y comunidades.
Quizá con la reestructuración en curso ante el nacimiento del poderoso Ministerio de la igualdad, que asume el 50% de las funciones que tenía el DPS, y el perrenque de Laura Sarabia, se cree la subdirección general de creación de riqueza con una estructura fortalecida en etnografía, sociología, antropología, trabajo social, economía y, sobre todo, gente en territorio con claridad de propuesta del gobierno Petro. Veo al nuevo DPS como el Banco que ya funciona como un relojito Toda una unidad de negocio para ser núcleo de transferencias monetarias, de un lado, y del otro el dinamizador de la creación de tejido social que genere valor, erradicando a los intermediarios que sustraen entre el 30 y el 50% de los presupuestos privatizándolos NO más fundaciones ejecutoras, debe ir a rescatar lideresas de los territorios, contratarlos por las direcciones regionales (sin detrimento de los enlaces municipales que vinculan los alcaldes) deben ser el Estado hecho comunidad y proyectos.
Los esfuerzos por romper con ellos son absorbidos en una especie de agujero negro de lo técnico, lo bancario, los giros, y las fotos en las entregas con una u otra feria de servicios y desconocimiento del enorme potencial que construyeron con las lideresas durante los últimos años con las cuales se podrían obtener victoria tempranas y aleccionadoras en el ámbito nacional.
El enfoque precario en lo psicosocial no deja espacio para el análisis sociológico, antropológico, etnográfico y económico que permita la construcción de estrategias adaptativas de llegada del Estado con ofertas en alianza, pertinencia y permanencia pactada con las comunidades. Aún se tienen “enlaces” que NO son del DPS, son de los alcaldes de turno y seguirá explotándose la acción en favor político del partido del alcalde de turno. El círculo perverso gira y, sigue girando mientras la línea de procesos internos del DPS dilata y dilata la toma de decisiones y asignación de presupuestos para la intervención social directa y direccionada.
Las hipótesis de circuitos de mercado y producción cortos y dinamizados por las inyecciones de capital circulante cada 45 días, para Renta Ciudadana, (casi un billón de pesos) no se aceptan o no se vuelven acciones prácticas, estrategia de reconstrucción de tejido social que supere la anomia en que dejó a la sociedad décadas de gobiernos ineptos y corruptos. Los ecosistemas de integración interinstitucional y social no se liberan a favor de la acción de los directivos regionales del DPS por su hípercentralismo; la identificación de los potenciales de creación de valor y riqueza colectiva no existen y no lo harán en la manera en que se está concibiendo la instrucción del presidente que es clara “acabar con el asistencialismo” ello implica que la prioritaria reconciliación es la de la sociedad con las instituciones, recobrar la confianza, derrotar la corrupción y tortuguismo administrativo en la mayoría de instituciones del orden nacional.
Ello no es por negligencia o incapacidad de la alta dirección, es por la cultura organizacional y la visión con sus lógicas de 22 años de reiteración y mecánicas del asistencialismo y la precariedad en la lectura de contextos. La resistencia al cambio es muy alta, pero la capacidad y el talento de los equipos muy alto, esta paradoja debe resolverse a favor de la sociedad con la reingeniería institucional que deberá priorizar el elevar las capacidades, redefinir sus roles y aprovechar tanta calidad y buena voluntad de los equipos, también debe alinear a sus mandos medios con la visión pertinente, que no implica hacer que transformen en petristas, no, demanda que se formen en humanismo, en visión desde lo social y la ética de la participación y acción colaborativa.
Las más poderosas maquinas de freno al cambio están en las instituciones que dejó muy bien aceitadas el Uribismo, es usual escuchar entre los mandos medios que “el gobierno actual pasa y todo volverá a la normalidad”. Por ello el liderazgo de sus directivos deberá ser de educadores con el ejemplo, y los resultados de corto, mediano y largo plazo han de ser evidencia de pertinencia y viabilidad de las estrategias. No podemos ser el #GobiernoDelCambio haciendo lo mismo.
No hay duda que el más grande potencial de impacto en las realidades socioeconómicas de los municipios en condiciones de alta y media vulnerabilidad la tiene el DPS, pero debe hacer funcionar a todo vapor la Mesa de Equidad, articular a los ministerios eligiendo los 480 municipios de mayor necesidad y baja presencia del Estado, ello generaría efectos expansivos virtuosos que explican, en parte, el que la economía en medio de crisis, interna multifactorial e internacional, siga generando empleo, baje la inflación y sea reconocida por la catedral del Neoliberalismo (FMI) como una de las que mereció elevación de pronóstico de crecimiento.
Un ejemplo de dicha potencialidad es el impacto favorable que la acción del voluntariado juvenil está causando, de un lado enfrenta a los estudiantes que reciben subvención estatal de sostenimiento y matricula gratis a desatar todas sus capacidades en favor de contribuir a resolver estado de cosas no deseadas (restauración de entornos para hacerlos ambientalmente sostenibles, apoyo a la tercera edad, alfabetización digital y funcional, desarrollo y aplicación de tecnologías que eleven productividades en las parcelas y empresas de la economía popular, restauración de entornos escolares, acompañamiento para elevar calidad académica y un largo etcétera) y del otro a unos grupos sociales que se sienten y están a la deriva del Estado los convoca, les imprime nueva confianza, desata potenciales de creación de riqueza y bienestar. He sostenido, con cifras del DANE que, si el medio millón de beneficiarios de auxilio de sostenimiento dedicara al semestre 48 horas de voluntariado, se aportaría a la nación más de $1,2 Billones al año, es decir mucho más de lo que se gira.
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[1] Quizá, la más importante, es redefinir el poder del capital en su esencia al sacarlo de la esfera de las decisiones del capitalista – banquero – gamonal para reproducir los excedentes y dominar a la sociedad, y ponerlas en manos de los colectivos sociales escudos a perpetuidad dándoles poder de decisión sobre el que hacer individual y colectivamente para erradicar la pobreza extrema y la pobreza, ganar en ciudadanía, de ahí el calificativo Renta y Ciudadana.
[2] Ampliar en https://caracol.com.co/2023/12/16/senador-ciro-ramirez-organizo-y-dirigio-un-entramado-criminal-corte-suprema/
César Augusto Torres López, Economista, investigador, exfuncionario directivo del DPS, docente de postgrados
Foto tomada de: Prosperidad Social
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