Esto lo señalo a pesar de compartir la tesis que lo más conveniente para un proceso de este tipo, complejo y difícil sin duda, sería que las conversaciones se mantuvieran en total confidencialidad hasta tanto se fueran produciendo los Acuerdos, pero no hay duda que tanto los medios de comunicación, atosigados por la presión de la ‘chiva noticiosa’, pero también los funcionarios del Gobierno de estar mostrando reales o supuestas ‘victorias tempranas’ están siempre a las puertas de los medios de comunicación. En fin, parece ser la lógica de estos tiempos…
¿Por qué era importante que se prorrogara el cese del fuego? Podemos plantear por lo menos cuatro razones, una, es la manera de que los pobladores en los diversos territorios reciban, así sea transitoriamente, un alivio en términos de disminuir la intensidad del conflicto en las regiones y eso es una condición fundamental; dos, porque es una condición indispensable para que se pueda adelantar el proceso de participación de la sociedad, sin mayores riesgos para los participantes y como se sabe, esa participación es fundamental dentro del esquema metodológico que propone la insurgencia del ELN; tres, porque se evidencia que los niveles de desconfianza entre la Fuerza Pública y el ELN siguen siendo muy grandes, escuchamos declaraciones de ambas partes acusándose mutuamente –cosa normal, si se quiere, tratándose de actores que se miran y conciben como enemigos-, por tanto se requiere aclimatar niveles de confianza y esa es una tarea que requiere un diseño teórico-práctico para su implementación a mediano plazo; cuatro, se necesita comenzar a echar las bases para lo que debería ser a mediano plazo, un cese definitivo del fuego y de las hostilidades -callar las armas, si se quiere, aunque esta expresión puede que no les agrade a muchos-, si el proceso continúa avanzando positivamente y ello se fundamenta en una sumatoria de ceses transitorios que hayan sido efectivos y hayan contribuido a ir generando y construyendo esa confianza, pero por el momento, que se sepa, no se está haciendo casi nada en esa dirección.
Adicionalmente, porque si no se prolongara el cese la otra opción sería retornar a los enfrentamientos violentos y eso es algo que en los tiempos actuales no tiene ningún sentido, porque claramente no hay opción de una victoria militar de la insurgencia y eso creo que los miembros del ELN lo tienen claro, pero tampoco es posible pensar en soluciones de destrucción o victoria militar sobre una insurgencia con la historia que tiene el ELN. Lo único posible es una ‘guerra de desgaste’ que sólo prolonga un conflicto armado sin posibilidades de solución distinta a la de la mesa de conversaciones.
Por ello es fundamental que se avance en el desarrollo de la agenda pactada. Recordemos que se está en el primer punto, la participación de la sociedad y hasta donde se conoce todavía se encuentran en el análisis acerca de los aspectos procedimentales de dicha participación de la sociedad. Por lo tanto se necesita que avancen, ojalá prontamente, en definir los aspectos metodológicos para que con base en ellos se inicie en forma los procesos de participación social en los territorios, nacional y sectorialmente como parece está previsto y dentro de ese proceso participativo vayan surgiendo los temas sustantivos que a nivel nacional y territorial se definan. Y claro, igualmente el cómo de la respuesta del Estado a los mismos. Sino, significa que siguen enredados en solo los procedimientos. Pero adicionalmente eso permitiría empezar a evidenciar cómo es que el Gobierno y otros entes estatales darán respuestas a las temáticas sustantivas y cuál el procedimiento para iniciar la solución o el tratamiento de las mismas en los territorios. Porque recordemos que esa fue una de las críticas al proceso con las FARC, que en este caso no se aplicaba la lógica de ‘nada está acordado hasta que todo esté acordado’, sino que se iba a ir implementando los puntos que se fueran decidiendo.
No tengo duda de la buena disposición de las dos delegaciones, la del Gobierno y la del ELN, pero se necesita que se avance en definiciones acerca de los aspectos procedimentales, especialmente porque hay acuerdos en el sentido que solamente lo que se decida en la Mesa de Conversaciones compromete a las dos partes –no lo que se habla con los medios-. En eso es fundamental aprender de las experiencias del pasado y del presente para no reincidir en salidas equivocadas que no aportan.
Ojala en futuros ciclos los debates sean más sobre los aspectos sustantivos de la agenda y menos sobre estos temas de cese al fuego, que en el fondo son tendencialmente cada vez más irrelevantes.
Alejo Vargas Velásquez, Profesor Titular Universidad Nacional, Director del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz
Foto tomada de: DW
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