Pero con todo lo importante que es esta victoria en el terreno no es la única. De igual o de semejante importancia es el hecho de que tan obstinada resistencia ha logrado poner en cuestión el mapa político diseñado y cuidado con tanta dedicación por Occidente. Y asumido de manera acrítica por medio mundo. Como es bien conocido, divide al mundo político en gobiernos, partidos y movimientos políticos de izquierda, centro, derecha y extrema izquierda en función de la relación de cada uno de ellos con el ideal de la democracia liberal.
Clasificación que sin embargo resulta por lo menos engañosa cuando no se muestra incapaz de incorporar el hecho de que Israel “la única democracia del Medio Oriente”, está demostrando hasta la saciedad en Gaza, que es capaz de actuar con la misma despiadada crueldad con la que actuó el ejército alemán en la Unión Soviética durante la Segunda guerra mundial. Israel ha hecho suyo el catalogo de dichos horrores: bombardeo indiscriminado a la población civil, desplazamiento forzado de la misma, privación de alimentos, agua y medicinas, destrucción sistemática de viviendas, edificios e infraestructuras civiles, bombardeo de hospitales, escuelas y universidades, etcétera.
Los medios occidentales dicen que lo que sucede en Gaza es una guerra, pero se cuidan mucho de ocultar el hecho de que es una guerra cuyo principal blanco es la población civil y cuyo objetivo inmediato es convertir en inhabitable a la Franja de Gaza con el fin de consumar allí una autentica limpieza étnica. También Hitler tenía el plan de “vaciar” de población nativa a Ucrania para entregar sus fértiles tierras y sus variados recursos naturales a los colonos alemanes.
Cierto, Israel, a todas estas, sigue siendo una democracia a la occidental. Como también lo siguen siendo los países que más decididos apoyos que le han brindado: Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia et altri. En todos ellos la abrumadora mayoría de los partidos del arco parlamentaria ha apoyado decididamente a Israel o se han mostrado indulgentes con su política genocida en esta coyuntura trágica. Los casos más flagrantes en Europa de este apoyo son los de Alemania y Francia, donde los activistas y manifestantes pro palestinos, son reprimidos, detenidos y enjuiciados. En Estados Unidos el hecho de que, a pesar de que- según el senador demócrata Bernie Sander – sean cien los parlamentarios “progresistas”, ambas cámaras hayan aprobado la semana pasada y sin mucho problema, un paquete de ayuda militar a Israel de 23 mil millones de dólares, muestra hasta qué punto su modelo de democracia liberal y el régimen de partidos que le es propio pueden promover el genocidio y quedarse tan tranquilos como seguros de sí mismos.
Bueno, no tanto. Porque los estudiantes universitarios norteamericanos se están movilizando en todo el país en contra del genocidio del pueblo palestino, con una decisión y un coraje que no se veía desde los años de la oposición a la Guerra de Vietnam. Los estudiantes franceses también lo están haciendo.
Carlos Jimenez
Foto tomada de: RTVE.es
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