La regionalización puede ser una de las salidas que podrían ser desarrolladas a partir de la implementación de estrategias novedosas en lo que respecta a las estrategias de enseñanza y aprendizaje y en este tiempo moderno, donde los dispositivos móviles son vitales en la sociedad especialmente en la educación, la virtualidad cobra importancia no por tenerlas, sino por el uso correcto de las mismas (Chávez, 2017, 1); Por lo que este tipo de educación es una alternativa viable para aquellas personas que no pueden acceder a la educación presencial tanto así que muchas instituciones enfatizan en la incorporación de las nuevas tecnologías en los entornos educativos ya sean presenciales o virtuales.
La presencialidad está quedando en un segundo plano y las instituciones educativas están incorporando a las metodologías de enseñanza, el uso de los dispositivos móviles como herramientas claves para la educación virtual. El uso adecuado de las TICs es una herramienta clave para la educación virtual, donde es muy importante la construcción de comunidades de aprendizaje colaborativo, fomentar la retroalimentación y crear conexiones fuertes, esenciales para fortalecer la capacidad de interacción entre docente y estudiantes.
En el favorecimiento de los aprendizajes colaborativos en entornos virtuales, hay que prestarle mucha atención a la comunicación y la interacción que pueden fortalecer las relaciones interpersonales y favorecer su desarrollo en el proceso enseñanza-aprendizaje, generar ambientes cuya característica principal sea la cercanía y cohesión del grupo.
Con las interacciones, se disminuyen las diferencias geográficas y la distancia personal y se acerca la institucionalidad al estudiante de la lejanía (Pérez, 2009, 2). Berridi et al., (2015, 2) apoyados en Barberà, Badia y Mominó, (2001) consideran que la interacción es una de las condiciones centrales que resulta ser clave en los ambientes educativos a distancia o mediados por la tecnología, a fin de desarrollar procesos efectivos de enseñanza y aprendizaje.
Al respecto Pérez (2009, 9), considera que “la interacción es importante en los procesos educativos, tanto en la educación presencial como en la educación a distancia o virtual, ya que a través de ella se pueden fortalecer las relaciones interpersonales entre estudiantes y asesores y, en consecuencia, lograr que la distancia afectiva se aminore a partir de la comunicación”; al respecto, la definen, citando a Barberà, Badia y Mominó (2001,164) como “un conjunto de reacciones interconectadas entre los miembros que participan en un determinado contexto educativo, en el que la actividad cognitiva humana se desarrolla en función de los elementos que determina la naturaleza de ese contexto educativo, en nuestro caso virtual”. La interacción es entendida como un discurso que facilita los procesos de enseñanza-aprendizaje, con una orientación hacia la construcción social del conocimiento (7).
Por lo tanto, promover una verdadera interacción en la virtualidad debe llevar a:
- Considerar que la interacción asincrónica y sincrónica es muy importante, por lo que, en palabras de Abarca (2014,1), se requieren docentes con competencias que contemplen nuevas responsabilidades y habilidades en la utilización de las nuevas herramientas de comunicación que promuevan la creación de emociones, armonicen lo cognitivo, la emoción y el ambiente y propicien la construcción colectiva del conocimiento.
- La creación de contenidos que promuevan el auto aprendizaje, pero reconociendo el carácter social de la educación.
- Tener en cuenta los estilos de aprendizaje y la preferencia de las personas, así como del material del curso disponible, textos y recursos bibliográficos, foros de discusión, las listas de interés o los materiales multimedia u otro tipo de recursos que están a disposición del estudiante en el ambiente virtual de aprendizaje.
- Definir el proceso de la interacción, los tipos, los espacios y momentos en que ésta se puede desarrollar y observar en el ambiente de aprendizaje, considerando que esta es un concepto complejo que se aborda desde diferentes perspectivas y tipos como estudiante-profesores, estudiante-estudiante, estudiante-contenido (Manzuoli & Escofet, 2015, 2).
- Se debe concebir la naturaleza de la educación a distancia como un proceso de comunicación bidireccional de carácter dialógico, como una “conversación didáctica guiada”, en la cual el proceso de enseñanza y aprendizaje se produce través de la comunicación entre estudiantes y profesores, y también entre el grupo de estudiantes
- La preparación de las ayudas educativas que el profesor realiza para el proceso de aprendizaje deben garantizar que se promueva la mediación de la actividad constructiva del estudiante.
- Se debe superar la despersonalización y deshumanización Por lo que se debe promover el reconocimiento del ser humano como principal actor del proceso de construcción de su propio conocimiento y de comunidades de aprendizajes donde el conocimiento pueda circular. (Rodríguez et al, 2018,1).
Finalmente es muy importante reconocer que muchos ajustes de los procesos educativos a las nuevas tecnologías no tienen en cuenta la importancia de la interacción entre los actores intervinientes del proceso enseñanza aprendizaje. (Campazzo et al ,2011,3) y todavía muchos profesores son considerados como meros transmisores de información y el estudiante, por su parte, considerado como un mero receptor de información. (Berridi et al., 2015, 3).
A manera de conclusión, no se pueden desconocer que la interacción es un proceso social que además de los procesos de comunicación y acción que se generan en los espacios virtuales se deben tener en cuenta el lenguaje, la intencionalidad, el contexto, la acción social, el contexto y actores y la conciencia colectiva. (Rodríguez et al, 2018, 1) apoyados en. Barbera, Badia y Mominó, 2001)
Referencias
Abarca Amador, Y. (2014). La interacción tutor-estudiante en ámbitos de educación a distancia. Revista De Lenguas Modernas, (20). Recuperado a partir de https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/rlm/article/view/14984
Berridi Ramírez, Rebeca, Martínez Guerrero, José Ignacio, & García Cabrero, Benilde. (2015). Validación de una escala de interacción en contextos virtuales de aprendizaje. Revista electrónica de investigación educativa, 17(1), 116-129. Recuperado en 10 de mayo de 2024, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1607-40412015000100008&lng=es&tlng=es.
Campazzo, E., Guzmán, A., Martínez, M., & Aguero, A. (2011). DE LA PRESENCIALIDAD A LA INTERACCION VIRTUAL 3D (FROM PRESENTIALITY TO THE 3D VIRTUAL INTERACTION). Revista Electrónica Calidad En La Educación Superior, 2(1), 35–53. https://doi.org/10.22458/caes.v2i1.416
Chaves Torres, A. (2017). “La educación a distancia como respuesta a las necesidades educativas del siglo XXI”. Revista Academia y Virtualidad, 10, (1), 23-41
Fainholc, B. (2004). La calidad en la educación a distancia continúa siendo un tema muy complejo. Revista de Educación a Distancia (RED), (12). Recuperado a partir de https://revistas.um.es/red/article/view/25311
Manzuoli, C., & Escofet Roig, A. (2015). Construcción de conocimiento en educación virtual: Nuevos roles, nuevos cambios. Revista de Educación a Distancia (RED), (45). Recuperado a partir de https://revistas.um.es/red/article/view/238611
Mera -Mosquera, A. R., & Mercado-Bautista, J. D. (2019). Educación a distancia: Un reto para la educación superior en el sig
Pérez Alcalá, MD, (2009). La comunicación y la interacción en contextos virtuales de aprendizaje. Apertura, 1 (1), lo XXI. Dominio De Las Ciencias, 5(1), 357–376. https://doi.org/10.23857/dc.v5i1.1049
Rodríguez Ortiz, A. M., & Sosa Neira, E. A. (2018). Interactividad e interacción social: procesos esenciales en educación a distancia. Revista Virtual Universidad Católica Del Norte, (55), 110–127. Recuperado a partir de http://34.231.144.216/index.php/RevistaUCN/article/view/999
José Rafael Arrieta Vergara I.A. Esp. MsC.
Foto tomada de: Mundo Contact
Deja un comentario