Vamos a tratar de recoger en este texto, de una manera resumida, lo que se dio en las rondas de conversaciones entre el Gobierno Petro y el ELN, donde comenzaron las dificultades, y porqué se llegó al ‘congelamiento’ de la Mesa de Conversaciones y posteriormente analizar las posibilidades de recomponer las cosas a futuro, incluyendo el peso de lo internacional –especialmente de la República Bolivariana de Venezuela y de Cuba- y terminar con unos breves escenarios de posibilidad.
Los desarrollos durante este Gobierno
Es verdad que el inicio del Gobierno Petro permitió retomar las conversaciones con el ELN que habían estado eliminadas totalmente durante el Gobierno Duque –en parte justificadas por el atentado con carro-bomba realizado en la Escuela de Cadetes de la Policía Nacional por el ELN-, pero incumpliendo el Gobierno Duque la parte de los Acuerdos del retorno de la Delegación del ELN al país y por supuesto responsabilizando, sin ninguna justificación a Cuba como país auxiliador del terrorismo.
Se decide retomar la Mesa de Conversaciones y tomar como base la agenda que se había acordado con el Gobierno de Santos, pero haciéndole una actualización a la misma –esto se produce a finales del 2022-, pero ahí comienzan a darse las primeras tensiones. La primera y más importante, el rol y funcionamiento de la Mesa de Conversaciones, donde un acuerdo fundamental es que todo lo conversado y acordado se difunde exclusivamente por una vocería conjunta de la Mesa y no por opiniones individuales de las partes -eso se recogió en el Acuerdo # 25 de febrero de 2024, pero no parece haberse adelantado mucho en su desarrollo-. Esto genera la primera pequeña crisis cuando el Gobierno anuncia unilateralmente en diciembre 2022 un cese bilateral, que evidentemente no se había acordado y que ante el rechazo público, no sólo del ELN sino de otros grupos involucrados, llevó al Gobierno a tener que retractarse. Ahí empezó a generarse una primera tensión, que considero se fue agrandando en la medida en que no hubo ningún interés en solucionar ese procedimiento de funcionamiento de la Mesa de Conversaciones.
Sobre este tema del cese del fuego bilateral de manera temprana en un proceso de terminación de un conflicto armado –que fue una presión desde el lado del Gobierno, con su política de disminución de la violencia-, siempre he considerado que no fue una buena decisión, porque un cese de fuego y de hostilidades debe responder a la construcción de ciertos niveles de confianza entre las partes, que evidentemente no se habían producido hasta ese momento. Se partía del lado gubernamental, al parecer, con la premisa que como se trataba de un Gobierno progresista o de centro-izquierda como lo denominaban otros, había las condiciones de confianza entre las partes. Pero esto no correspondía a la realidad, era más el deseo del lado gubernamental. Siempre pensé que la metodología de ‘negociar en medio de la confrontación’ en esta fase inicial era lo recomendable, como se había iniciado en el Gobierno Santos con las FARC o con el propio ELN en ese Gobierno o durante las conversaciones con el Gobierno Uribe y considero que sería la fórmula actual para retomar las conversaciones.
En el entretanto, se va ‘madurando’ una tensión entre la dirección política-militar del ELN y un frente regional con ubicación en el sur del país, Comuneros del Sur, que entra en relación directa con la oficina del consejero comisionado de paz y plantea un proceso de desmovilización de corto plazo y con la idea de hacer una especie de proceso territorial en Nariño que lleve a su desmovilización a corto plazo. Esto hace emerger, al parecer, otra tensión entre un ELN que se piensa como actor y partícipe de un proceso de corte nacional, con discusión de políticas nacionales y este grupo regional con una mirada regional-local y centrado en implementación de políticas territoriales. Esto lleva rápidamente a la separación de este grupo de la estructura del ELN y a que el Gobierno asuma esto como una opción de un proceso que muestre resultados de desarme y desmovilización, así sea de un pequeño grupo, a corto plazo. Por supuesto esto va a ser visto por el ELN como un incumplimiento de las reglas de la negociación. Acá ya las tensiones entre las partes se van agudizando y la posibilidad de seguir avanzando en la Mesa de Conversaciones se hace poco probable.
Posteriormente se da, al parecer, porque no hay claridad de las Delegaciones, un Acuerdo en que el Gobierno se compromete a sacar al ELN de la lista de los llamados GAOs (Grupos Armados Organizados). Esto requeriría una claridad, porque o bien el ELN está ‘cañando’ acerca de algo que no se ha acordado, o bien, la Delegación del Gobierno aceptó, no sabemos si a la ligera lo anterior y posteriormente vieron que no era fácil cumplir con eso y han estado dándole vueltas al tema. Ese es otro de los temas grandes de controversia.
Posteriormente al secuestro del padre del futbolista Luis Díaz y una vez se produjo su liberación, con un rechazo de la opinión pública grande, el ELN se comprometió unilateralmente a dejar el secuestro por un período de tiempo –al parecer tres meses- y en la Mesa a crear un Fondo Internacional de Financiación para apoyar las actividades del proceso de paz. Esto igualmente, pasados los tres meses que había asumido el ELN como compromiso, se termina y esta insurgencia anuncia que retorna al tema del secuestro como una de las modalidades de su financiación. Esto, por supuesto sigue tensionando las relaciones entre las dos Delegaciones.
Igualmente y como reflejo de las tensiones, al terminarse el cese bilateral que se había pactado en su prórroga hasta el 3 de agosto, no se logró de nuevo prorrogarlo –el ELN planteó prorrogar unilateralmente su cese esperando que el Gobierno le respondiera sobre el retiro de la lista de los GAOS hasta el 23 de agosto-, como no se produjo nada en ese sentido, en la práctica se retornó a una situación de confrontación entre las partes.
Luego hemos conocido la reanudación de los hechos propios de la confrontación armada, con el costo en víctimas de lado y lado, la zozobra para la población civil que habita en zonas de conflicto y claro en la infraestructura productiva del país. El ataque de una estructura del ELN a un batallón militar en Arauca, con el saldo de víctimas conocido, llevó al gobierno a suspender las conversaciones. Con lo cual tenemos un ‘congelamiento’ del lado del ELN desde hace más de cinco meses y una suspensión del lado del Gobierno, con el inicio publicitado de la desmovilización del grupo en el Departamento de Nariño.
Algunos elementos de contexto
El ELN es una insurgencia que surge altamente influida por la Revolución Cubana, en su primera parte –del propio Ernesto Che Guevara- y eso marca mucho su ideario político, sus consignas y ello explica porque la admiración y solidaridad con Cuba del ELN está fuera de discusión –recordar que uno de los factores de la crisis de la facilitación mexicana del presidente Fox fue el voto de México junto con USA en Ginebra para condenar a Cuba por el tema de DDHH-.
La relación con el gobierno del presidente Chávez y que se prolonga con Nicolás Maduro, se da en las conversaciones que se adelantan en el Gobierno Uribe, primero en La Habana y al final en Caracas, donde de común acuerdo el Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo y Pablo Beltrán del ELN deciden pedirle al Presidente Chávez que sea el facilitador y las conversaciones se trasladan a Caracas, poco antes de la ruptura Uribe-Chávez. A partir de allí esa relación del ELN con el gobierno de la República bolivariana de Venezuela se va fortaleciendo y el país vecino pasó de ser una retaguardia estratégica de oportunidad, por una retaguardia más política, lo cual proyecta al ELN como una insurgencia con una perspectiva suramericana y como parte de eso que se ha denominado como el Sur Global. Adicionalmente plantea que no es fácil pensar una solución concertada con el ELN sin tener en paralelo una salida política concertada para el caso venezolano.
Lo anterior para señalar que el ELN cada vez se ve como parte de un campo político, si bien un poco difuso, pero que cumple un rol de retaguardia similar en algunos aspectos a lo que fue el llamado ‘campo socialista’ durante la guerra fría.
Algunos escenarios posibles de salida
Podemos pensar, con mucho de realismo algunas alternativas para retomar las conversaciones entre el Gobierno Petro y el ELN, sin que eso signifique una apuesta por una terminación de este proceso de conversaciones en los restantes 22 meses del actual Gobierno, pero hay que intentarlo.
El primer escenario, es dejar que las cosas continúen como están y se siga desarrollando la confrontación armada que ya llevamos seis décadas padeciendo, con el costo de vidas humanas, con el daño a otras especies y a la naturaleza y sin perspectivas de salida en el mediano plazo. Es lo que hemos tratado de hacer –mal hecho, hay que decirlo- desde el inicio del conflicto armado.
El segundo escenario, es seguir intentando por parte del Gobierno, cómo fragmentar al ELN, cómo encontrar o inventarse nuevos pequeños grupos regionales y buscar por esa vía un debilitamiento estratégico del ELN, para llevarlo a unos diálogos que se parezcan a una rendición. Es una posibilidad con resultado imprevisto, pero altamente negativo para todos.
El tercer escenario, es que con una facilitación de terceros –no se si los mediadores actuales de la Mesa de Conversaciones podrían hacer esa tarea o están demasiado inmersos en las tensiones-, que logre de manera reservada que las dos partes acepten volverse a reunir para inicialmente valorar las dificultades y encontrar las salidas a las mismas de manera progresiva, antes de retomar la dinámica de la Mesa de Conversaciones, incluyendo una vez hayan condiciones volver a definir un nuevo cese del fuego. Es el escenario al cual le apostaría y el que puede llevarnos al mejor resultado posible.
Por último debo decir que coincido con el título del artículo del Senador Iván Cepeda en El País de España: La paz con el ELN es posible.
Alejo Vargas Velásquez, Profesor Titular Universidad Nacional, Fundador Grupo de Investigación en Seguridad y Defensa, Investigador Emérito Min Ciencias
Foto tomada: France 24
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