1. PIB
El crecimiento del Producto Interno Bruto en los dos primeros trimestres de 2024 fue de 0,7% y 2,1% respectivamente, para un crecimiento semestral de 1,5%.
Se proyecta para todo el año un crecimiento cercano a 2,0%, muy bajo, para un país que necesita tasas de crecimiento superiores a 5,0% si se quiere salir del subdesarrollo.
Para 2025 y 2026 se proyectan tasas de crecimiento de 2,8% y 3,5%, mejores, pero todavía bajas.
2. IPC
El índice de precios al consumidor ha venido disminuyendo, previéndose que la inflación en 2024 se acercará a 5,0%, lo cual es una buena noticia, pero aún es un valor alto.
3. TASA DE CAMBIO
La tasa de cambio se estima terminará al final del año cerca de 4200 pesos el dólar, con una devaluación anual de 9,0%, tasa que facilita que las exportaciones crezcan.
4. ENDEUDANIENTO
El endeudamiento total del gobierno en junio de 2024 estaba alrededor de 54,1% del PIB, cifra que no es peligrosa, contrario a lo que dicen los dogmáticos del neoliberalismo.
La evolución de la deuda del gobierno central total, como el del déficit fiscal, aumentó en 2020 y 2021 a 61,4% y 60,1% del PIB. Disminuyó a 58,5% en 2022 y para 2024 se espera que esté alrededor de 54,0%.
A mayo de 2024 la deuda total, externa e interna, del gobierno central era de 913,4 billones de pesos, descompuesta en 36,0% del PIB en externa y 18,4% en interna.
5. REGLA FISCAL
El déficit fiscal caerá a menos de 4,5%, que tampoco es grave, igualmente lo afirmo contrario a los economistas ortodoxos.
El gobierno está chantajeado por los ortodoxos y su ministro de Hacienda que es más seguidor del FMI que cualquiera. En esto, el gobierno es totalmente neoliberal.
La evolución del déficit fiscal en los últimos seis años varió de 2,55 en 2919 a 7,8% y 7,05 en 2020 y 2021, años COVID-19, cayó a 5,35 en 2002, a 4,3% en 2023 y se espera 4,5% en 2024.
6. EMPLEO
La tasa de desempleo andará por los lados del 10,0%, alta por supuesto, con una informalidad de 50,0%, gran problema, no superado por el gobierno de Gustavo Petro, que es una situación muy característica del desarrollo económico colombiano que viene de atrás. Es un indicador muy malo.
7. INVERSIÓN
La inversión como proporción del PIB es de apenas 19,0%. Esto significa que la acumulación de capital es baja en Colombia, que limita el crecimiento económico. Hay que tener tasas de 25% a 30%.
En el primer semestre de 2024 la formación bruta de capital cayó lo que es un efecto muy negativo.
8. SITUACIÓN ENERGÉTICA
La situación energética es grave. Se tiene una política de precios equivocada en todos los servicios, en las tarifas eléctricas y en los precios de la gasolina y el diésel.
El gobierno sigue en estos aspectos la política del FMI.
Lo más preocupante es el déficit en gas natural, que en 2025 puede llegar a 12,0% de la demanda y más en los años siguientes según NATURGAS, que repercutirá en las tarifas al usuario final y en el costo de la energía eléctrica.
En efecto, al tener que importar LNG, con un precio tres veces superior al actual, el efecto se va a sentir en los ingresos de los hogares. Y, peor, se hará más económico calentar y cocinar con energía eléctrica, dando un golpe a una política de 30 años de masificación del gas natural.
Lo peor es que no se ven soluciones hasta más allá de 2030.
En el sector eléctrico, los embalses estaban, según XM, a comienzos de octubre en 53,0%, por debajo del promedio histórico. Se espera que las lluvias de noviembre puedan llevarlos a un 67,0% para evitar dificultades en 2025.
9. TURISMO
El número de visitantes extranjeros a Colombia viene creciendo desde 2010. En el primer semestre de 2024, según PROCOLOMBIA, llegaron 3,7 millones de turistas a Colombia, con un crecimiento de 7,7% con respecto a 2023, que dejaron casi 4800 millones de dólares, convirtiéndose este sector en un fuerte impulsador de la economía, y de los más importantes generadores de divisas después del petróleo, el carbón y las remesas.
10. INVERSIÓN EXTRANJERA
La inversión extranjera que en 2023 subió 1,8% más que en 2022, llegando a 17.446 millones de dólares, en lo que va de enero a agosto se ha dado un retroceso de 12,4% con respecto al mismo período de 2023, especialmente por la disminución en los sectores de minas y petróleo.
11. REMESAS
Las remesas han venido creciendo desde 2015 a tasas superiores a 11,0% anual y se prevé llegarán alrededor de 10.000 millones de dólares, de un valor de 8.597 millones en 2021, muy bueno para la balanza de pagos, pero que indica que hay una emigración de colombianos creciente.
De enero a junio de 2024 llegaron 6.634 millones de dólares, 17,7% más que en 2023.
En efecto, se supone que hay por lo menos cuatro millones de colombianos en el exterior y que todos los meses siguen saliendo colombianos para el exterior en busca de mejores oportunidades.
12. ENTREGA DE TIERRAS
La entrega de tierras a los campesinos es parte importante de la reforma agraria. Esto nunca ha sido fácil en Colombia por todas las trabas que se han colocado a este proceso, pero se puede decir que, si bien, el gobierno no ha podido cumplir sus metas iniciales, se ha venido avanzando más que en ningún otro gobierno.
Se redujo la meta de compra de tierras a 1’500.000 hectáreas, de las cuales se han comprado 112.000 hectáreas y entregado 86.000 hasta mayo de 2024.
Se han formalizado 1’101.680 hectáreas, de las cuales 800.000 se iniciaron en gobiernos anteriores y 200.000 hectáreas en este gobierno.
En definitiva, se viene avanzando en este tema, aunque lento, pero, no problema del gobierno, sino por la burocracia imperante para llevar a cabo reformas.
13. BALANCE COMERCIAL
El saldo en cuenta comercial representará un 3,5% del PIB, un mejoramiento notable, a expensas de la reducción en las importaciones y un crecimiento bajo en las exportaciones.
En 2020 el déficit en la balanza comercial fue de 4,61% que aumentó a 6,6% en 2021, 5,95% en 2022, reduciéndose a 3,6% en 2023, cifra que es posible sea igual o menor en 2024.
En 2024, de enero a junio la balanza comercial fue deficitaria en 6.707,8 millones de dólares en comparación con 12.263,08 millones en 2023 (Legiscomen).
CONCLUSIONES
Con las cifras analizadas se puede concluir que hay avances y retrocesos, y que la economía aún no despega suficientemente. No se puede pensar que crecer a 2,0% sea un éxito, en verdad es una cifra muy regular.
Seguimos con los problemas seculares de alto desempleo, subempleo, informalidad, baja acumulación de capital, reducción en la inversión extranjera y exportaciones centradas en las minero-energéticas.
Se ha avanzado en turismo, en control de la inflación, reducción del déficit comercial y avances en la reforma agraria.
Somos una economía que no arranca, cuya explicación se debe tanto a razones internas como externas, estas últimas muy determinantes que tienen que ver con las relaciones internacionales geopolíticas que van en detrimento de los países de la periferia, efectos que no se han profundizado en Colombia por los analistas.
Diego Otero Prada
Foto tomada de: Agencia de Periodismo Investigativo
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