Lo positivo
Por celebrar, que la jefatura de misión de UNODC y la cartera ministerial no quieran cerrar los ojos frente a la dimensión del fenómeno que varios analistas, de forma insistente, han puesto de manifiesto los últimos años[3]. En años pasados, bajo otros liderazgos, las cifras habrían sufrido maquillajes o cirugías plásticas más típicas del reality televisivo Cambio Extremo que de la seriedad de ostentar las dignidades gubernamentales.
Según reza el titular de la página web del Ministerio, se podría pensar que al fin nos aproximamos a la economía ilícitas del narcotráfico de cocaína entendiendo que a pesar del carácter ilícito su lógica económica mejora la capacidad explicativa del problema social complejo: “resultados del monitoreo a cultivos de coca hecho en 2023 no son ajenos a presión global por aumento de la demanda[4]”. Este enfoque permitiría superar de una lucha estrictamente policial o policiva fundamentada en el prohibicionismo. Lo anterior, con el propósito de renovar la aproximación al problema: abrir paso a una visión en clave de seguridad humana, que ofrezca respuestas al sistema de incentivos que dinamizan el complejo ecosistema económico de la coca y la cocaína. Sin dudas, el reto está en cómo se generan incentivos negativos a una economía transnacional de forma articulada a través de los países productores, los países de tránsito y los países consumidores. Tamaño reto para la cada vez más en crisis multilateralidad de nuestros días.
Lo negativo
Por lamentar, que el nuevo enfoque de política, lejos de llevar oxígeno a los territorios y a las comunidades cocaleras, habida cuenta de sus tristes resultados le brinda un balón de oxígeno a la política prohibicionista y, en consecuencia, al retorno de los postulados estrictamente policivos. Que haberle confiado la política de sustitución al Zar Antidrogas, fue un error de cálculo político garrafal que ya hoy no admite prueba de lo contrario. Que esta bandera de la campaña Petro requería de dimensionamiento burocrático, capacidad tecnocrática y menos política de atril. La política de erradicación se ha llevado a su manifestación más mínima en la historia, ahorrando billones del presupuesto nacional. Sin embargo, la ineficiente política de sustitución no se ha dotado del presupuesto que permita darle el rol protagónico que rezaban las consignas políticas en campaña. Y, en todo caso, los niveles de ejecución del PNIS han sido paupérrimos alcanzando apenas el 5% del presupuesto en 2023[5]. Además, procesos de monitoreo del precio de la pasta base realizados por Viso Mutop, entre otros, evidencian que ya el tren de la oportunidad que apareció hace un par de años con la caída del precio, partió. Ni oxígeno ni transformación estructural de los territorios productores de coca a menos de dos años del fin de la aventura del cambio. Veintidós meses para verificar si la Estrategia Misiones Territoriales arroja resultados y es capaz de invertir una tendencia que ya hoy se puede decir sin tapujos: ni la política de erradicación de Duque logró invertir así manosearan las cifras.
Qué la política de asfixia no ha entendido aún la capacidad de resiliencia e innovación del crimen organizado frente a una de las más rentables de las economías ilícitas. Que lo anterior implica no sólo que la interdicción requiera de mayores resultados, sino que incorpore en su medición mayor transparencia y mejores indicadores (se sigue huyendo a hablar de la pureza de la droga que se incauta). Las cifras de potencial productivo que se presentaron revelan el abrumador crecimiento del mercado de cocaína global[6] y la ingenuidad en que se ha querido permanecer por muchos años en su análisis nacional.
De nuevo, varios analistas han sugerido en los últimos años que no era posible creer que el caso colombiano fuera, entre los países productores, el paradigma de la ineficiencia productiva de cocaína. Han insistido en neutralizar a punta de datos falseados los niveles y décadas de profesionalización desarrollado en Colombia por sus carteles y demás grupos dedicados al narcotráfico. Me explico: tanto los datos comparativos de potencial productivo que ofrecen UNODC y el Sistema de Información de Lucha contra las Drogas del Perú, como los que ofrece International Narcotics Control Strategy Report (INCSR) han pormenorizado de forma reiterada el potencial productivo de cocaína en Colombia. Para estas instituciones, entre 2010 y 2021 la ratio de productividad promedio de Bolivia y Perú ha sido, aproximadamente, de una tonelada de cocaína por cada 134 y 116 hectáreas sembradas con coca, respectivamente. Por su lado, el caso colombiano con sus particularidades ha tenido una ratio promedio de producción de una tonelada de clorhidrato por cada 271 hectáreas sembradas de coca. Tan sólo en 2023 la ratio se presenta de forma proporcional al resto de países productores, produciéndose una tonelada de cocaína por cada 120 hectáreas de coca sembrada, aproximadamente. Que lo juzguen los lectores.
Es importante mencionar que la encuesta de potencial productivo que realiza UNODC de forma anual, se actualiza con poco más de 300 encuestas al año y estas se concentran, anualmente, en una sola región productiva de coca. Si bien es una aproximación estadística que busca comprender tendencias, es importante señalar que, si bien no es su mandato, esta aproximación no permite concluir una cifra que dimensione fielmente el problema. Sin embargo, es clave entender que esa cifra deviene el fundamento para medir el éxito de la asfixia. Si en 2023[7] se incautaron 746 toneladas de cocaína, se incautó el 52% del potencial productivo (1.410 toneladas). Sin embargo, esa misma cifra en 2024 tan sólo representaría el 36.9%.
El panorama no es alentador. La complejidad del problema es abrumadora. Las decisiones tomadas por el Presidente en lo que va corrido de su gobierno, no han sido las mejores. El Zar Antidrogas no logró su cometido en lo que al PNIS se refiere. ¿Se logrará invertir tendencias? Yo solo puedo decir, con poca confianza en lo que pueda suceder que el panorama prometedor de la política “Sembrando vida desterramos el narcotráfico”, sin el impulso necesario en los próximos 22 meses, va camino de correr la suerte de Santiago Nasar. Entrar en su casa por la puerta trasera, […], y derrumbarse de bruces en la cocina.
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[1] https://www.minjusticia.gov.co/Sala-de-prensa/Paginas/Resultados-monitoreo-cultivos-2023-no-son-ajenos-a-presion-global-por-aumento-de-demanda.aspx
[2] Se puede acceder al informe a través del siguiente enlace: https://reliefweb.int/report/colombia/colombia-monitoreo-de-los-territorios-con-presencia-de-cultivos-de-coca-2023-resumen-ejecutivo
[3] Por poner algunos ejemplos se citan algunos trabajos a continuación: https://revistas.unilibre.edu.co/index.php/verbaiuris/article/view/11498 https://www.lasillavacia.com/silla-nacional/mas-hectareas-de-coca-el-fracaso-final-de-la-lucha-contra-las-drogas-de-duque/
[4] https://www.minjusticia.gov.co/Sala-de-prensa/Paginas/Resultados-monitoreo-cultivos-2023-no-son-ajenos-a-presion-global-por-aumento-de-demanda.aspx
[5] https://www.elcolombiano.com/colombia/que-esta-pasando-con-el-programa-de-sustitucion-de-cultivos-gobierno-petro-solo-habria-ejecutado-el-5-del-presupuesto-de-2023-IN24291933
[6] Jason Eligh anunciaba el crecimiento de los mercados de cocaína en el sur y este africano con tan sugerente título: A powder storm https://globalinitiative.net/wp-content/uploads/2022/12/Jason-Eligh-A-Powder-of-Storm-The-cocaine-markets-of-East-and-southern-Africa-GI-TOC-2022.pdf
[7] Las cifras empleadas en estos cálculos derivan de los datos que indica el Ministerio de Justicia en su página web: https://www.minjusticia.gov.co/Sala-de-prensa/Paginas/Resultados-monitoreo-cultivos-2023-no-son-ajenos-a-presion-global-por-aumento-de-demanda.aspx#:~:text=%2D%20Este%20a%C3%B1o%20continuamos%20con,de%20pasta%2Fbase%20de%20coca%C3%ADna.
Doctor G
Foto tomada de: CNN en Español
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