Donald Trump declaró este lunes “pausada” la aplicación del 25 por ciento de aranceles sobre México y Canadá, como resultado de un acuerdo con la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, de reforzar sus fronteras. El anuncio se hizo después de sendas llamadas telefónicas entre los presidentes y de intensas negociaciones entre los equipos de los tres países durante todo el fin de semana. El arancel del 10 por ciento a las importaciones de China aún está programado para entrar en vigor en el primer minuto de este martes.
Poco después de la llamada con Trump, Sheinbaum se presentó en su conferencia matutina sonriente y evidentemente relajada: “Somos un gran equipo, la verdad es que me siento no solo apoyada, sino que hemos logrado construir realmente un gran equipo en el Gabinete”, advirtió, antes de detallar su conversación con Trump.
“El viernes solicitamos una llamada con él. Se dio el día de hoy a las 8:00 de la mañana y fue una conversación, pues yo diría larga, fue más de media hora, tres cuartos de hora, algo así. Estuvimos hablando de los temas de interés común. Le planteé que habíamos estado trabajando juntos en migración, que había resultados (…) hablamos entonces del interés que tenía él y nosotros también de reducir el tráfico de fentanilo que se da de México a Estados Unidos y de otras drogas (…) Le planteé siempre que queríamos que pusiera en pausa las tarifas (…) También le expliqué la gravedad de la cantidad de armas de alto poder que entran desde Estados Unidos a México”.
Trump estuvo de acuerdo en la propuesta de establecer un grupo de trabajo y pausar la aplicación de los aranceles un mes. A cambio, México desplegará de inmediato 10 mil elementos de la Guardia Nacional en la frontera norte “En este mes, vamos a poder dar resultados, buenos resultados a su pueblo, buenos resultados al pueblo de México”, dijo Sheinbaum, quien aseguró que el presidente de Estados Unidos se comprometió a trabajar en el tráfico de armas de alto poder hacia México. Trump no hizo ninguna mención a ese tema. Y aunque mantuvo un tono elogioso hacia Sheinbaum, insistió en que los aranceles contra México y Canadá no han sido cancelados, sólo suspendidos durante un mes.
En México, algunos analistas y medios de comunicación consideraron el acuerdo una señal de que Sheinbaum había “cedido” ante las demandas de Washington. Los aliados de Trump y representantes de la derecha más retrógrada se apresuraron a decretar el “triunfo” de Estados Unidos, del mismo modo en que, una semana antes, habían declarado una derrota de Gustavo Petro, tras la histórica confrontación entre el presidente colombiano con Donald Trump por las condiciones denigrantes en las que Estados Unidos pretendía deportar a ciudadanos colombianos. El republicano respondió furioso con una amenaza de 50 por ciento de aranceles que finalmente echó para atrás, después de que Petro respondió con un tuit histórico que se hizo viral.
“Colombia era un excelente enemigo ideológico para sentar un precedente desproporcionado”, evaluó incluso el expresidente colombiano Ernesto Samper. “Fue tan desproporcionada la reacción de Trump que es difícil no pensar que se trataba sobre todo de enviar un mensaje. Era sin duda un ejemplo para el resto de países: si no se obedecen ciegamente las órdenes que está dando el presidente imperial, correrán la misma suerte que Colombia”.
Porque lo que la comentocracia de los dos países ha intentado presentar como evidencia del poderío de Trump es en realidad una muestra de sus debilidades. En ambos casos, el habitante de la Casa Blanca ha tenido que retroceder ante las respuestas valientes de los presidentes de México y Colombia, que han despertado una ola de solidaridad en toda América Latina. Las bravatas de Trump incluso han inyectado energía a Trudeau, quien hace apenas unas semanas estaba presentando su renuncia en medio de una crisis política.
Con mucha templanza, Sheinbaum mantuvo un discurso conciliador pero centrado en la no negociación de la soberanía. El episodio de los aranceles le permitió cohesionar a su gabinete y generar enormes simpatías en la sociedad. Su contraataque consistió en girar hacia Estados Unidos los argumentos de Trump contra México. Frente a las acusaciones de complicidad entre el crimen organizado y el gobierno mexicano, la mandataria cuestionó la alianza de las armerías estadunidenses con esos grupos, a los que proveen de armas y municiones; cuestionó la falta de acciones del gobierno de Estados Unidos para frenar el consumo de drogas. Pero también le llamó al diálogo antes que a los aranceles y abrió la posibilidad de cooperación entre ambos países. Al final, su estrategia rindió frutos y consiguió pausar una medida que llevaba dardos envenenados contra la economía mexicana y la propia economía de Estados Unidos.
Plantarse frente a Trump sí funciona.
Editorial – Diario Red
Fuente: https://www.other-news.info/noticias/plantarse-frente-a-trump-si-funciona/
Foto tomada de: BBC
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