En su agenda progresista González hace propuestas sobre la moralización de la vida pública, apoyo a los más vulnerables, paz y violencias, derechos de las mujeres, modernidad y combate a prácticas conservadoras y autoritarias, y agenda ambiental y apoyo a educación y ciencia.
Me enfoco en esta columna en el apoyo a los más vulnerables. Las propuestas son: a) garantizar la financiación del sistema de salud; b) establecer un nivel de ingresos máximos; c) atender el problema del alza del costo de vida como un real problema para los más pobres; d) reestablecer una política social sólida (mantener los subsidios para los más pobres).
González no menciona el capitalismo aunque evidentemente su programa progresista se refiere a una sociedad en la cual domina este modo de producción. Tampoco considera que es necesario abolirlo. Es de izquierda en el marco del capitalismo. González no es socialista ni comunista: lo que propone de fondo es mantener el capitalismo, pero realizando algunas acciones para mejorar la situación de los más pobres. González quiere el capitalismo sin sus consecuencias inevitables. En esto coincide con el Pacto Histórico y el progresismo de Petro.
Al mismo tiempo comparte una posición con los partidos políticos tradicionales (liberales, conservadores, cambio radical, la U y el centro democrático) que son firmes defensores del capitalismo pero proponen algunas medidas para aliviar la situación de los pobres. Ni Álvaro Uribe ni María Fernanda Cabal proponen acabar los subsidios a los pobres.
De otra parte González utiliza categorías muy poco precisas. Parece que no existen en su universo teórico categorías como trabajadores asalariados ni capitalistas: sus conceptos son vulnerables, pobres y más pobres. En toda sociedad existen más pobres, pobres y vulnerables, pero no trabajadores asalariados. González no va a la raíz de lo específico de las relaciones sociales capitalistas, ni a la lógica del sistema, su estructura y dinámica. Tiene un enfoque ahistórico, no reconoce las formas sociales particulares bajo las cuales se manifiesta el trabajo y la pobreza en esta sociedad particular.
En el fondo, simplemente nos está diciendo que está de acuerdo con un tipo de sociedad en el cual una clase es dueña del dinero y los medios de producción (las fábricas con sus máquinas y herramientas, la tierra, y la fuerza de trabajo) y la otra es solamente propietaria de su fuerza de trabajo que debe vender obligatoriamente a los capitalistas para subsistir. A González le parece bien una sociedad en la cual millones de trabajadores (la gran mayoría de la población) es una mercancía cuyo costo hay que reducir a toda costa.
Simplemente le interesa que se tomen algunas medidas para paliar los males de los trabajadores más pobres. No quiere un cambio de fondo, no busca una modificación de las estructuras. La izquierda de González es claramente favorable al capitalismo.
La lectura de las propuestas de González indica que considera que los “problemas” de los vulnerables y los pobres se deben al Estado. Un Estado que no establece topes a los ingresos o que no tiene una política suficiente y adecuada de subsidios. En esto se parece a la lógica de economistas neoclásicos como Samuelson: el mercado capitalista es un mecanismo extraordinario de asignación de recursos, pero tiene algunas fallas que debe compensar el Estado. De este modo, no enfoca su análisis en las características del modo de producción capitalista sino en el Estado.
Ideas para el programa de González
Pero incluso dentro del marco limitado del capitalismo no aborda a fondo los asuntos. La Constitución Política colombiana establece, entre muchos derechos: la igualdad material, la propiedad, la libertad, el trabajo digno y el ingreso vital para todos. Hasta la fecha estos derechos se han quedado escritos, son simplemente una ilusión. Una agenda progresista en asuntos económicos debería básicamente proponer que se cumplan estos derechos constitucionales.
Plata si hay en la sociedad colombiana. Un reparto igualitario del PIB por habitante, a pesar de ser ínfimo en comparación con los países capitalistas más desarrollados, bastaría para garantizar igualdad en los ingresos y eliminación de la pobreza y de la miseria[2].
En el proceso de elaboración de su agenda progresista valdría la pena que indagara cuál es la razón por la cual no se ha podido cumplir hasta el momento con estos buenos propósitos de la Constitución. Convendría que estudiara las razones por las cuales la desigualdad de ingresos medida con el coeficiente de GINI no ha mejorado en Colombia en los últimos sesenta años, o por qué persiste el desempleo, o las causas de que cerca del 70% de la población sea pobre y vulnerable según las cifras del DANE.
El parecido con María Fernanda Cabal y el Centro Democrático
En sus pilares programáticos dice el Centro Democrático: “La cohesión social que apunta a la superación de la pobreza, generación de oportunidades para todos y una mayor equidad, garantiza la perdurabilidad del poder ciudadano en una democracia participativa.” “Concebimos una política social estructural, es decir, de largo plazo, basada en la revolución educativa y acompañada de elementos tan importantes como; protección social, acceso a vivienda, servicios públicos, crédito y cooperativismo”. Le dan especial importancia a la educación como factor de movilidad para “que los hijos de los pobres no estén condenados a ser pobres”. Además plantea una política de “subsidios condicionados para brindar atención altamente vulnerable como niños y tercera edad.” El parecido con la agenda progresista y de izquierda de Olga González es sorprendente.
Le ayudaría mucho a González estudiar El capital para entender por qué la producción capitalista viola los intereses vitales de los trabajadores no es posible en el marco del capitalismo resolver y las razones por las cuales sus contradicciones solo pueden ser resueltas con un diferente modo de producción.
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[1] https://web.facebook.com/story.php?story_fbid=9466279443417308&id=100001060395853&rdid=ZZjRfCX9ZERlLuhJ#
[2] https://www.sur.org.co/cuanto-tiempo-es-necesario-para-garantizar-la-igualdad-en-riqueza-e-ingreso-de-los-colombianos/
Alberto Maldonado Copello
Foto tomada de: La Silla Vacía
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