La noche del 14 de abril de 1931 comenzaron los intentos golpistas. Ya la iglesia católica mandó esa madrugada cartas proponiendo una salida violenta. Y banqueros, empresarios, terratenientes, aristócratas y una parte del ejército formado en Marruecos asintieron con la cabeza. Pensaban que como siempre habían hecho lo que querían en España, España les pertenecía.
Con el mismo catecismo, se creyeron con derecho a fusilar a los que ellos mismos llamaron enemigos de España. Franco dirigió esa masacre y el Nuncio de su Santidad la bendijo. La Fundación Francisco Franco sigue la obra del Caudillo y nos señala como la Antiespaña. En buena lógica, nos volvería a fusilar. Jiménez Losantos ya amenazó con usar su recortada. Por mucho menos han encarcelado a raperos y tuiteros. ¿Dónde está la diferencia? Quizá en que para los Ussia, los Herrera, las Sansebastián, Cernuda, Schlichting o los Tertchs los que no son franquistas son sucios y piojosos y a los sucios y piojosos se les puede pegar un tiro para que no huela mal en el Parlamento y en el Tony 2.
La relación entre el Franquismo y el PP viene de largo. Tan largo como el franquismo. El fundador del PP, Fraga, fue Ministro de Franco y siempre defendió el golpe del 36, incluso cuando cortaba el pelo a las mujeres de los mineros o disparaban a obreros en Vitoria. El Rey emérito, que se crió con el dictador, tiene a un antiguo ayudante presidiendo la Fundación Franco, que es ilegal en Alemania y va a extraditar a Puigdemont. El que no es emérito sigue regalando títulos nobiliarios a los franquistas, que son nuestro huerto fascista en el vergel fascista de Europa.
La Fundación Francisco Franco sigue ensalzando al asesino mayor que ha tenido España porque el Congreso de los Diputados no ha sido todavía capaz de condenar en el pleno el golpe de Estado del 18 de julio de 1936. Por eso también hay reuniones de legionarios hermanados en hermandad en Vigo que vibran como chiquillos recordando a Millán Astray o legionarios tatuados con sangre de bolchevique que lloran con a la División Azul o la esvástica nazi y no le hacen ascos al saludo falangista ni el logo del Ministerio de Defensa de Dolores de Cospedal.
Y mientras el PP ayuda y apoya a la Fundación que tiene como misión recordarnos la gloria de Franco, el terreno donde yacen los más de 5000 españoles asesinados en Mauthausen sigue siendo territorio francés. No lo compró Suárez, ni González ni Aznar ni Zapatero ni Rajoy. Para esas cosas no hay dinero. Igual por eso, en esos presupuestos donde no hay dinero para exhumar republicanos, Rajoy se ha subido el sueldo 1200 euros. Arriba España, cachis en Dios… y Viva Franco. Un tuit contra fascistas puede ser un delito, pero si ensalzas a fascistas y genocidas, te bebes un coñac. ¿Por qué hay que tolerar a los que, llegado el caso, volverían a fusilar a Lorca y a los otros 200.000? No hay razones. Ellos están intentando encarcelar y multar a los que se muevan. Si seguimos así, decir que Cifuentes ha falsificado todo lo que tiene que ver con su Máster en la Rey Juan Carlos será criticado por romper los consensos de la Transición. Y si se te ocurre afirmar que Franco asesinó a tu abuelo terminará siendo un delito de odio.
JUAN CARLOS MONEDERO
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