Pese al escepticismo de muchos y a los llamados del expresidente y senador Alvaro Uribe a no votar la consulta popular anticorrupción, la ciudadanía del Eje Cafetero pasó la barrera del umbral electoral.
Las cifras son relevantes si se atiende el comportamiento electoral en esta región en donde las directrices impartidas por dicho dirigente han conseguido respaldos significativos en las elecciones a partir de 2002.
Caldas, Quindío y Risaralda hacen parte de los 14 departamentos que superaron el umbral (33%) de la consulta. Con un importante aporte en pedagogía y divulgación por parte de su gobernador, el departamento de Caldas ocupó el segundo lugar en participación (37%), detrás de Cundinamarca que ocupó el primer lugar con 42% del umbral y Boyacá el segundo con 41%.. Quindío y Risaralda, con 36% de participación cada uno ocuparon el cuarto y quinto lugar.
De manera particular, Manizales con el 45%, Armenia[1] con el 48% y Pereira con el 37% pasaron el umbral de la consulta y estuvieron en los puestos 4, 11 y 13 respectivamente entre las ciudades capitales con mayor participación proporcional. La lista nacional la encabeza Tunja con el 51%, seguida de Bogotá con el 47%.
Un comportamiento similar se obtuvo en las ciudades que hacen parte de los procesos de metropolización alrededor de estas tres capitales: Villamaría, Chinchiná, Santa Rosa, Dosquebradas, La Virginia, Calarcá, Circasia. El dato es importante porque en el acumulado se identifica que allí vive no menos del 75% de la población de los tres departamentos.
A manera de antecedente debe recordarse que en la primera vuelta presidencial en estas ciudades la campaña de Sergio Fajardo consiguió el primer lugar.
Unos pocos municipios, con población mayoritariamente rural, no aprobaron el umbral.
En los tres departamentos, en segunda vuelta, la campaña de Iván Duque había conseguido las mayorías y es probable, entonces que un grupo de quienes respaldaron la consulta hayan hecho lo propio con dicha candidatura. Pero también es probable que una porción de ciudadanos que siguen las orientaciones de Uribe se hayan abstenido de participar.
En Risaralda la consulta aportó 93 mil votos más que los obtenidos por el gobernador en 2015.
En Pereira, la capital departamental, los 150 mil ciudadanos que acompañaron esta consulta superaron lo obtenido por el alcalde (126 mil sufragios).
Aunque sólo tuvo un umbral del 31% el municipio de La Virginia prácticamente dobló en la consulta (9.530 votos) lo conseguido por el alcalde en 2015 (4.980)
En el municipio de Pueblo Rico, donde había triunfado Gustavo Petro en primera y segunda vuelta, sólo se llegól 19% del umbral.
Los resultados de la consulta indican que la ciudadanía quindiana superó por 42 mil votos el resultado conseguido por el Gobernador (167 mil contra 125 mil sufragios) en 2015.
En Armenia, la capital del departamento, hubo 25 mil votos más en la consulta que los obtenidos por el alcalde.
Calarcá, Circasia y La Tebaida en el Quindío tuvieron el doble de votos en la consulta que lo conseguido por el alcalde electo en 2015.
Los municipios cordilleranos de Buenavista y Génova tuvieron los menores umbrales: 28% y 29% respectivamente.
En Caldas la consulta llevó a las urnas 285 mil ciudadanos, al tiempo que en 2015 el gobernador había sido elegido con 197 mil sufragios.
El alcalde de Manizales había sumado 49 mil votos en 2015, ahora la consulta convocó 143 mil ciudadanos una diferencia abrumadora que seguramente servirá de referente en las próximas jornadas electorales
Villamaría, un municipio conurbado con Manizales tuvo un umbral del 44% y dobló la votación del alcalde. A su turno Chinchiná consiguió el 37% del umbral y casi dobla la votación del alcalde.
Marmato fue el municipio caldense con menor desempeño en esta consulta pues sólo consiguió el 21% del umbral.
Parte de la explicación del comportamiento en la consulta en el Eje Cafetero puede derivarse de que estos son tres departamentos bien interconectados, con un importante tejido social, gran concentración urbana de población y creciente población universitaria.
En todo caso, la favorable votación para la consulta se obtuvo en esta región sin el respaldo de la mayoría de partidos e incluso contra la abierta oposición de algunos dirigentes políticos. Con pocas excepciones la dirigencia política de estos departamentos no promovió la iniciativa ciudadana. Tampoco fue visible (ni a favor ni en contra) la posición de quienes en el Eje Cafetero dirigen el Centro Democrático.
Con la excepción ya anotada del gobernador de Caldas, estos resultados no contaron con procesos de difusión y pedagogía por parte de las autoridades territoriales.
Como en el resto del país, en el Eje Cafetero el acceso a los canales y emisoras comerciales para animar la consulta fue limitado. Asimismo, la financiación para la campaña fue casi cero, hubo precario respaldo de empresarios, y no se contó con recursos para pagar logística de quienes promovían la Consulta.
Ante la ausencia de financiación de la campaña en cada municipio resultó estratégica la participación de grupos de voluntarios que conversaban en las calles o en los buses con los ciudadanos, resolvían dudas y motivaban. Fue una campaña basada esencialmente en el voluntariado y aunque esto la hizo transparente, es un hecho que al final de la jornada limitó sus alcances.
LA POLÍTICA EN LA POSTCONSULTA
Esta consulta no pasó el umbral por menos del 1 por ciento (32% a 33%), y casi la totalidad de los electores votó en bloque y a favor. Las siete preguntas obtuvieron más del 99%.
A pesar de los avances que representa esta consulta, no se puede soslayar que aún el país mantiene altas dosis de abstencionismo y su derrota debe figurar en la agenda política de los partidos y del gobierno.
Aunque a nivel nacional no se consiguió formalmente el umbral, esta consulta popular deja en marcha una inconfundible agenda para el legislativo y para la actividad partidista en el futuro inmediato.
Los 11.6 millones de votos dejan claramente legitimada la consulta popular, un mecanismo que cuenta con no pocos adversarios, en particular quienes se lucran de la economía extractuvista.
Todo indica que en la coyuntura la prioridad en el Congreso estará relacionada con los proyectos derivados de la consulta y con los que el ejecutivo había presentado desde el 8 de agosto y que complementó el 28 de agosto con un proyecto concertado con la Procuraduría.
En todo caso deberá tenerse cuidado para que esta agenda legislativa pueda hacerse compatible con los proyectos de ley y de acto legislativo que se requieren con urgencia para atender la implementación del acuerdo de paz, una parte de los cuales se refiere, específicamente a la lucha contra la corrupción.
Como resultado de esta consulta popular habrá mejores posibilidades para conseguir un fortalecimiento de instrumentos como las veedurías ciudadanas y otras formas de control social y político sobre el manejo de los recursos públicos.
De otra parte, y como estaba previsto, el capital político de los dirigentes regionales y nacionales más comprometidos con esta consulta ahora es mayor y muy seguramente se expresará con fuerza en las elecciones territoriales de 2019.
La bandera anticorrupción quedó instalada para rato en la agenda pública nacional y local.
Terminada esta histórica jornada, conviene retomar la pregunta formulada por Rodrigo Uprimny: ¿Debe o no tener un control judicial previo la convocatoria de una consulta popular nacional?
Para Uprimny “es urgente que el Congreso modifique la actual ley de participación ciudadana para obligar a que haya control judicial previo automático de constitucionalidad de las preguntas de toda consulta nacional para no correr el riesgo de que se promuevan iniciativas constitucionales, aun cuando persigan fines loables”[1].
La lucha contra la corrupción quedó nítidamente instalada en la agenda política nacional y los dirigentes en todos los municipios del Eje Cafetero deben tomar atenta nota de este mandato.
Al momento de terminar estas notas, en un hecho sin antecedentes, avanza en la Casa de Nariño una reunión convocada por el Presidente Duque para buscar acuerdos sobre proyectos anticorrupción y con participación de todos los partidos, incluida la Farc. Este evento también puede entenderse como otra victoria política derivada de la histórica consulta anticorrupción del 25 de agosto de 2018.
Por ahora conviene señalar que las cifras departamentales y municipales presentadas atrás indican que el Eje Cafetero le cumplió a la democracia.
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[1] El alcalde elegido se encuentra detenido acusado de mal manejo de recursos de valorización municipal y una exgobernadora se encuentra investigada por delitos contra el erario público.
[2] http://lasillavacia.com/blogs/mi-plebi-si-tio/el-control-judicial-de-las-consultas-nacionales-un-debate-necesario-que?utm_source=newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=Lo%2520que%2520se%2520juega%2520con%2520la%2520Consulta%2520anticorrupci%25C3%25B3n
Oscar Arango Gaviria: Profesor Universidad Tecnológica de Pereira. Coordinador proyectos regionales, Sueje
Foto obtenida de: FIFA.com
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