La realidad que es tozuda muestra que falta madurar unas condiciones para que se pueda avanzar en un proceso político de concertación entre el presidente Iván Duque y el ELN, ambos tienen a su interior fuerzas importantes que descreen del camino de las negociaciones y la construcción de un pacto, por razones diferentes estas fuerzas coinciden, no hay condiciones ni es aceptable recorrer el camino del pacto y el acuerdo negociado. Al interior de la coalición que apoya al presidente Iván Duque, hay fuerzas que se sienten cómodas con la continuidad de este conflicto armado, requieren y necesitan como el aire para respirar, la existencia del ELN, un enemigo que les justifica su agenda política de guerrerismo y permanencia de este desorden en territorios, donde se sienten a gusto, la paz negociada no es su prioridad ni necesidad vital, muy por el contrario, es la continuidad de la confrontación armada la que les es útil y allí hay una amalgama de actores institucionales, de la política y la economía, su negocio y sus negocios se la llevan bien con la continuidad del ELN.
No creo que el presidente Duque, este en el grupo del guerrerismo y la continuidad de la confrontación con el ELN, creo que él representa el interés y necesidad de cerrar este largo alzamiento armado, es bueno para los negocios, hay una demanda de la comunidad internacional por una Colombia en paz y esa voz la escucha atentamente el presidente, pero con tantos opositores en su coalición de gobierno, coloca exigencias para sentarse a una mesa, de allí viene la exigencia hacia el ELN, de suspender el secuestro.
Al interior del ELN, igualmente hay fuerzas que descreen del camino negociado, no creen mucho en ese camino y prefieren mantenerse en la resistencia armada, creen que el acuerdo firmado por las FARC es “traición” a la causa revolucionaria, que los han humillado y que los van a traicionar y matar, por eso no es posible el camino de la negociación, por eso formulan el concepto de “exploración”, vamos a paso a paso, si se dan las condiciones iremos al camino de un acuerdo negociado, pero por ahora ven este camino como incierto y lejano, de allí ese formato rígido e inflexible con el que han acometido las negociaciones desde que se sentaron con el presidente Uribe en 2005 y lo que intentaron con el presidente Santos desde el 2012.
Así las cosas, con tantas fuerzas reacias a un camino negociado tanto en la coalición del presidente Duque como en el ELN, tenemos lo que tenemos: no hay una mesa funcionando y las partes están muy distantes, el presidente pide suspensión del secuestro y el ELN pide continuidad de un “compromiso de Estado” y trabajo en la mesa y bilateralidad.
Puestas así las cosas, la pregunta que me formulo es: podremos acercar a las dos partes?, qué hacer para llegar nuevamente a una mesa y a una construcción de una agenda y un proceso de diálogos y negociaciones, hoy muy lejano.
Ni el presidente Duque va a cambiar sus exigencias frente a secuestro ni el ELN, va a aceptar dar pasos de manera unilateral por exigencia del gobierno. ¿En ese callejón hay salida? Y respondo que sí, siempre habrá salidas si las partes se deciden y maduran una decisión de transitar el camino de las negociaciones y el pacto.
De todas las exigencias presentadas por el presidente Iván Duque, creo que la primera y la viable es suspensión del secuestro, la pregunta es cómo lograr que el ELN, considere seriamente dar este paso, no por exigencia del gobierno, sino como sintonía con una dinámica de sociedad que repudiamos el secuestro, así como repudiamos todas las dinámicas de violación a los derechos humanos.
Sin nuevas realidades, las partes no se van a acercar, hay que construir nuevas realidades, que permitan que gobierno y ELN encuentren y transiten un camino que les posibilite sentarse a construir un proceso, esas realidades están en los intereses de territorios y comunidades, en intereses del ELN e intereses del gobierno, allí hay que trabajar.
De este impasse, donde no hay un proceso entre el gobierno de Iván Duque y el ELN, solo vamos a salir si hay terceros que trabajemos por que se acerquen.
Presidente Duque, autorice que la Comisión de Paz del Congreso de la Republica pueda sostener un intercambio con la delegación de diálogos que coordina Pablo Beltrán, dirigente del ELN y que se encuentran en La Habana, de este intercambio pueden salir pistas, para crear nuevas realidades.
De este impasse no vamos a salir en semanas, hay que pensar en un diseño que nos va a llevar varios meses de trabajo, esperemos que la Comisión de Paz del Congreso nos convoque a las personas, instituciones y movimientos sociales, políticos y del movimiento de paz, que seguimos comprometidos con la Paz Completa.
Luis Eduardo Celis, asesor de la Redprodepaz
Foto tomada de: El Heraldo
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