Según el informe de monitoreo de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES) entre el 1ro de enero y el 31 de agosto de 2018 han sido asesinados 110 líderes y lideresas en el país, es decir, un promedio de 4 por semana. A esto hay que sumar un promedio de 140 personas que cada día solicitan medidas por parte de la Unidad Nacional de Protección y las 238 agresiones que en el mismo período, ocurrieron contra los líderes sociales.
A principios de julio de 2018, CODHES presentó un informe que realizó con el Centro Nacional de Consultoría y USAID* en el que, luego de revisar 6 fuentes de monitoreo y seguimiento a la situación de líderes sociales en Colombia, encontró que 262 líderes habían sido asesinados entre enero de 2016 y marzo de 2018.
Frente a la gravedad de la situación, con el liderazgo de la Procuraduría General de la Nación, varios medios de comunicación y organizaciones de la sociedad civil, lanzamos la Campaña LIDERA LA VIDA con el propósito de sensibilizar a la opinión pública para proteger colectivamente a los líderes y lideresas y generar un pacto nacional para detener los crímenes.
La Campaña inició con la publicación del hasgtag #LideraLaVida y con la narración de la historia de Bernardo Cuero, líder de la Asociación Nacional de Afrocolombianos Desplazados, AFRODES, que fue asesinado en su casa en Malambo, Atlántico en junio de 2017 (VEA AQUÍ LA HISTORIA DE BERNARDO CUERO)
En adelante, se han contado más de una decena de historias de líderes y lideresas que han sido asesinados en todo el país en los últimos dos años. A través de sus historias, la Campaña ha profundizado en los impactos que representan para las comunidades, para las organizaciones y para el país, las agresiones y homicidios.
¿Qué estamos perdiendo?
CODHES, USAID y el Centro Nacional de Consultoría, en la encuesta que realizaron a 100 líderes en riesgo de 55 municipios del país, encontraron que el impacto de los asesinatos y los homicidios en las organizaciones y comunidades es devastador:
El 92 por ciento de las organizaciones detienen sus actividades luego de los homicidios
En el informe también es visible lo difícil que es renovar un liderazgo, pues puede tardar entre uno y cuatro años, lo cual implicaría que tan sólo en este año hemos perdido más de 200 años de trabajo para formar nuevos liderazgos. El proceso de convertirse en líder o lideresa toma tiempo, pues esto implica construir relaciones de confianza tanto con la colectividad que él o ella representa como con el Estado.
Con este panorama, la Campaña busca sumar a diversos sectores nacionales e internacionales y fortalecer la protección a los líderes para detener las amenazas y homicidios y recordar que cada asesinato de un líder es una pérdida en la construcción de la Paz y la Democracia.
Ya muchos colombianos y colombianas se han sumado a la Campaña, que no sólo ha logrado sensibilizar acerca de la gravedad del problema, sino que ha jugado un papel importante en la consolidación de alianzas para frenar los homicidios y las agresiones contra los líderes sociales. Es así como la Campaña estuvo presente en el Pacto por la Vida y la Protección de los líderes sociales, que el Gobierno Nacional en conjunto con el Ministerio Público, se comprometió a adelantar para generar una fuerte Política Pública de Prevención y Protección antes de terminar el año.
Ahora la Campaña busca llegar a más ciudades, promover la movilización y la participación de la sociedad para que de manera conjunta el país pueda superar este doloroso escenario que está afectando la posibilidad más importante en una democracia para consolidar la paz, como es la del liderazgo social.
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CODHES
Foto obtenida de: El Espectador
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