En realidad, fue toda una feria de exposiciones elocuentes de jóvenes de ambos sexos, entre los quince y diecisiete años, de los niveles décimo y once de la Básica secundaria de las Instituciones Educativas: INEM, Miguel Antonio Caro; Dolores María Ucros; Francisco de Paula Santander; Nuestra Señora de Las Misericordias; Antonio Ramon Moreno; San Antonio de Padua; Sagrado Corazón de Jesús; Francisco José de Caldas, con sedes en el departamento del Atlántico.
Quienes hicieron posible la realización de tan importante evento fueron las docentes Evelyn Navarro, en su condición de Rectora del Instituto Técnico Industrial del Atlántico-ITIDA, e Iveth Barrios, Coordinadora del Programa de Paz de la misma institución educativa, lo concibieron con tanto empeño, visionando un proyecto de alta envergadura y durabilidad en el tiempo, en el que se involucrara a la comunidad educativa de las instituciones de la básica primaria, secundaria y hasta universitaria, con dinámicas teórico/prácticas que permitan a la juventud ser partícipe de los procesos de transformación socioeducativa y cultural en los que se privilegien la palabra y los métodos alternativos de solución de conflictos, desde una perspectiva de respeto, valoración y defensa de los Derechos Humanos, de allí el título que le colocaron al evento: “Primer Foro Intercolegial por la Paz y los Derechos Humanos”.
A manera de introducción, se presentaron varias ponencias a cargo de docentes de la Universidad del Atlántico y del suscrito, a nombre del Servicio Paz y Justicia en América Latina, SERPAJ-AL, Secretariado colombiano.
Entre los ponentes centrales mencionamos a la Directora del Programa de Paz de la Universidad del Atlántico, Gilma Turizo; al abogado especialista en políticas públicas y desarrollo de FLACSO, Henry Molina García; la psicóloga, Olga Echeverría, Coordinadora de la Oficina de Víctimas de Soledad, Atlántico; Luis Felipe Gutiérrez de la Cruz, sobreviviente del conflicto armado interno colombiano; el docente investigador, Alejandro Blanco Zuñiga de la Universidad del Atlántico; y al gestor cultural Danny Zora Silvera, novel estrella en el campo de la improvisación de la décima, campeón departamental en tan original demostración de la genialidad del Caribe colombiano como lo es la Décima improvisada, quien con sus ocurrentes dichos contagio al público juvenil de aires renovadores con alta estimación cultural.
La juventud nos ha demostrado, una vez más, que si se le tiene en cuenta y se le involucra es mucho lo que aportan para la búsqueda de salidas a las situaciones conflictivas que se nos presentan a diario, y además, se comprometen con todas sus energías a trabajar por el bienestar general de toda la sociedad, anteponiendo sus propios intereses, por ello, consideramos que es de mucha esperanza el que se abran espacios como los logrados en el ITIDA, en Soledad, Atlántico, con más de medio millar de jóvenes con ganas de transitar caminos de civilidad, estimando los Derechos Humanos como fundamentales en sus vidas.
Así, definitivamente, con la juventud es con la que construimos verdadera paz desde las instituciones educativas, por la Colombia que ansiamos en paz, para que logremos en conjunto su pleno desarrollo.
Fabio Monroy Martínez, abogado/periodista, Coordinador en Colombia del Servicio Paz y Justicia en América Latina, SERPAJ-AL.
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