- Primera mujer elegida Alcaldesa Mayor.
La elección de la alcaldesa de Bogotá, es el acontecimiento más significativo, que quedará en la historia electoral del país, es sin duda un gran avance en una sociedad que hasta ahora se ha caracterizado como patriarcal, clasista, intolerante a la diferencia y conservadora. Este logro, debe servir para que con voz fuerte los ciudadanos le exijamos al Congreso de la República, la inclusión de la paridad de género en la asignación de curules en las corporaciones públicas (no en la confección de las listas) y la alternancia de género en los cargos uninominales (alcaldes(as), gobernadores(as) y presidente(a)), si realmente queremos sintonizarnos con los vientos del Siglo XXI, y corregir la injusta e insustentable discriminación y marginación del ejercicio del poder político de las mujeres en la sociedad colombiana. Es absolutamente impresentable que Colombia nunca haya tenido una mujer como presidenta, la elección de Claudia López, seguramente constituye un aire que refrescará la movilización social, cultural, académica y política en pro de una real inclusión y la equidad de género en la vida política nacional.
- Primeras elecciones regionales luego del Proceso de Paz.
El segundo acontecimiento, no es menor, también empieza a tener un profundo significado histórico, pues las elecciones del pasado 27 de octubre, son las primeras elecciones locales y regionales que se realizan luego de firmados los acuerdos de paz entre el Estado colombiano y las FARC, lo que permitió sacar del debate electoral el tema del conflicto armado, que fue un factor determinante en las elecciones durante las tres últimas décadas. Superado esta situación en el imaginario ciudadano, fueron otros temas diferentes a la “Seguridad de Estado” los que se impusieron en la agenda política, por lo menos en las grandes ciudades, donde la anticorrupción, el desempleo, la inseguridad ciudadana, los impuestos, los servicios públicos, la movilidad, la inversión social, la salud, la educación, entre otros temas, emergieron. Aquí tendríamos que reconocer, la importancia que tiene hoy y tendrá en el futuro, la valerosa decisión política de los mandos de la guerrilla de las FARC, al entregar las armas y reintegrarse a la vida civil, y así muchos aún no lo entiendan o no lo quieran reconocer, la valerosa persistencia del anterior gobierno, al priorizar la salida negociada al conflicto armado. El presidente Iván Duque en su alocución televisiva reconoció que esta jornada electoral fue la más pacífica en la historia reciente de Colombia; la explicación es que es uno de los beneficios que trajo la firma de los acuerdo de paz.
- Reconocimiento público del valor de jugarle a la democracia.
Aquí creo que es necesario reconocer la valentía y el compromiso democrático de los más de 10 mil excombatientes de las FARC, quienes pese a las dificultades en la implementación de los acuerdos de paz, se mantienen firmes en su decisión de participar en la vida política, presentando a la consideración de los colombianos sus ideas y propuestas, para que en el escenario democrático sean los ciudadanos y ciudadanas quienes tomen las decisiones que mejor les convenzan. Gracias a esta nueva realidad, la política se empieza a transformar, dándole cabida a nuevos liderazgos especialmente en las grandes ciudades. Estoy convencido, que sin el proceso de paz, no hubieran sido posibles las trasformaciones políticas, que se produjeron en Bogotá, Medellín, Cali, Santa Marta y la gobernación del Magdalena, entre otros escenarios regionales que también representan un relevo en las elites tradicionales.
- Los Ganadores y los Perdedores.
En el escenario del “post-acuerdo de paz”, los discursos y las propuestas radicales y polarizantes tendieron a perder respaldo, siendo castigados en sus resultados electorales, mientras que emergieron con mucha fuerza los discursos de centro que propusieron la distención, ligados al voto libre, que podríamos llamar de los sectores INDEPENDIENTES. Así, en las elecciones de Bogotá, podemos decir que los grandes ganadores son Claudia López y Carlos Fernando Galán, que sumados obtuvieron 2.130.000 votos, mientras que los grandes derrotados son el senador Álvaro Uribe y la Coalición de partidos tradicionales en la candidatura de Miguel Uribe Turbay, y el senador Gustavo Petro, en la candidatura de Hollman Morris, quienes fueron ampliamente derrotados al obtener sumados apenas 860.000 votos.
Los efectos de la elección de Claudia López, dependerán del ejercicio de su gobierno, por ahora diremos que esa candidatura también sirvió para jalonar el crecimiento del Partido Alianza Verde y el Polo Democrático Alternativo, en el consejo distrital y en las Juntas Administradoras Locales. Así mismo, cabe resaltar el papel de los profesores Antanas Mockus y Sergio Fajardo, de los senadores Jorge Robledo e Iván Cepeda, y la lideresa Ángela María Robledo en la consolidación del triunfo de Claudia López como primera alcaldesa de la ciudad capital.
El mayor perdedor de la jornada electoral en Bogotá, considero que no es solamente el senador Álvaro Uribe; sino especialmente el también senador Gustavo Petro, quien sabía que no podía ganar la elección, pero le jugo a quitarle 10 o 15 puntos porcentuales a la candidatura de Claudia López, para que perdiera la elección, y así salir fortalecido él como sujeto político en Bogotá. La verdad es que Claudia López gano a pesar de Petro y eso lo deja mal parado con los actores del centro y con los propios sectores de izquierda, pues es evidente que su interés no está centrado en la conveniencia nacional o distrital, sino en sus estrechos intereses personales. Difícilmente conseguirá aliados en el futuro, máxime si se dedica a hacerle oposición a Claudia López desde el Concejo Distrital.
Por otra parte, el petrismo, se autoreconoce como la fuerza que derrotó a la coalición que respaldaba al candidato Miguel Uribe Turbay, y eso no es cierto; miremos las cifras históricas: Gustavo Petro fue elegido con 729.000 votos como alcalde en el 2.011, Clara López en el 2.015 logró 500.000 votos; Gustavo Petro en la primera vuelta presidencial del 2.018 obtuvo en Bogotá 1.100.000 votos, y Hollman Morris apenas obtuvo 440.000, eso significa que su proyecto político perdió credibilidad y respaldo en Bogotá.
A mi juicio, el gran ganador de la jornada electoral en Bogotá, se llama Carlos Fernando Galán, y su propuesta de “Bogotá para la Gente”, pues él fue quien obtuvo más de un millón de votos, que salieron de la votación histórica de los partidos tradicionales. Aprovechando el profundo aprecio de los bogotanos por el mártir Luis Carlos Galán, con un estilo fresco, deslindado con las élites políticas tradicionales, ubicándose en el centro del espectro político, logró construir una imagen de INDEPENDIENTE que le valió, para convertirse en el candidato mejor ubicado en el partidor para la Presidencia de la República en el año 2022.
- Revigorizado el sector independiente.
Si esta joven figura política, que aún no tiene más méritos que ser el hijo del mártir y su talante de independiente, emplea estos dos años para construir una estructura partidaria INDEPENDIENTE de las élites políticas tradicionales tanto nacionales, como regionales; en las elecciones de congreso del 2022 podría obtener la personería de un partido político independiente, que bien podría llamarse NUEVO LIBERALISMO, y si logra mantener el número de votos obtenido hoy en Bogotá, en el nivel nacional, entraría al senado con por lo menos 12 senadores y un número parecido de representantes a la cámara, lo que le valdría de cuota inicial, para proponerle una consulta a Sergio Fajardo, y construir una fórmula de independientes con posibilidades reales de obtener la Presidencia de la República.
Una de las consecuencias de la firma del proceso de paz, la constituye que abre el escenario para que desde el centro los sectores independientes puedan construir una opción que despolarice al país, y busque un proyecto de unidad alrededor de unos principios básicos, que hoy pueden estar delineados en la Constitución de 1991, con algunos cambios que la repotencien y la hagan viable.
La mayor conclusión que nos deja la jornada electoral del 27 de octubre, es que se ha acelerado el proceso de renovación de las elites y las prácticas políticas tradicionales en Colombia, y este cambio ha sido posible, gracias a la suscripción de los acuerdos de paz. Los sectores independientes revigorizados en esta contienda electoral deben liderar el cumplimiento de los acuerdos pactados, para consolidar la paz en el largo plazo.
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Miguel Antonio Galvis: Consultor Instituto Interamericano de Derechos Humanos, IIDH.
Foto obtenida de: https://elpais.com/
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