El talante democrático del Presidente Gustavo Francisco Petro Urrego y de su Gobierno del Cambio, inició su mandato invitando a todas las organizaciones y/o sectores políticos con presencia en el Congreso de la República, para conformar un gobierno amplio que empujara las reformas que la ciudadanía ha venido requiriendo desde hace muchos años y que hasta el momento se venían aplazando a costa de la represión y criminalización de las manifestaciones en pro de los reclamos populares y con el deterioro de las condiciones de vida de los más necesitados, junto al recorte de los derechos y libertades ciudadanas. La búsqueda de la paz social e integral del país, no ha bastado con la firma de acuerdos entre el Estado y grupos insurgentes. Es necesario dialogar con los amplios y diversos movimientos sociales y étnicos, que tienen por igual sus peticiones y que hasta el momento no han sido debidamente escuchados.
Pues bien, en una “habilidosa” jugada de los partidos políticos tradicionales y algunos que se han plegado a sus artimañas, aceptaron tal invitación no solo para quedarse con parte del “botín burocrático” del Estado, sino para desde del interior del gobierno, sabotear sus planes y acciones, no faltando para completa tan complejo panorama, actos de corrupción que siguen sin esclarecer por completo. En conclusión, todos unos caballos de troya para destruir por dentro el gobierno del cambio, y destruir las esperanzas del pueblo que siguen aún apoyando al presidente Petro. Estas mañas han estado complementadas con el papel del Congreso Nacional, torpedeando toda iniciativa que conduzca al mejoramiento de la calidad de vida de colombianos y colombianas y de sus derechos ciudadanos. Mientras que bastos sectores del Movimiento social y político que ha salido a la palestra en esta nueva etapa de la política electoral nacional, continúan solicitando espacios gubernamentales para accionar en favor de las mayorías y fortalecer el quehacer del día a día del gobierno.
Por decisión de ocho (8) senadorxs de la comisión séptima, algunos con dudosa ortografía y otras que legislan en nombre de “Dios”, se ha archivado la iniciativa gubernamental para una Reforma Laboral y al parecer igual suerte correrá la Reforma a la Salud. Según se ha informado, la Laboral, ya había sido bastante recortada para lograr un consenso con la oposición. Esta decisión antidemocrática y en contra de las inmensas mayorías ciudadanas, ha abierto la posibilidad de una pronta Consulta Popular. Ha permitido visualizar aún más, el papel jugado por buena parte del Congreso en favor del gran capital y que con visos de corrupción se niegan en avanzar en la construcción de una sociedad más equitativa e igualitaria con justicia social y de una ampliación y profundización de la democracia. Esto no nos debe decepcionar, al fin y al cabo, siempre se ha sabido de la calaña de personajes que se hacen elegir para hacerle el favor a quienes siempre han sustentado el poder.
Como decía en días pasados, “tengo la sensación que el ambiente generado por la negativa de 8 senadoras(es) con algunxs de ellxs vinculadxs presuntamente a la parapolítica, a debatir ampliamente en el Senado, la reforma Laboral, generará nuevas expresiones organizativas, desde las barriales, espacios laborales, académicos, informales, sectores sociales, redes sociales, espacios de participación ciudadana, y discusiones alrededor de un café, en encuentros familiares y cualquier rincón citadino…QUE VIVA LA CONSULTA POPULAR”.
El acompañamiento multitudinario al 18 de marzo, en respaldo a la Consulta Popular y al Gobierno del Cambio, es una muestra del apoyo popular y de la ciudadanía en general, a las Reformas Sociales. A pesar de todos los inconvenientes y faltantes del actual periodo presidencial, es amplísimo el respaldo a Gustavo Petro. Lo visto ayer martes, fortalece nuestro entusiasmo para que los próximos gobiernos nacionales sigan en manos del progresismo y la izquierda, en manos de gobiernos que se comprometan con la continuidad de políticas y acciones para consolidar el bienestar general y la aplicación de los derechos ciudadanos en el siglo XXI. La Derecha corrupta y criminal ha gobernado durante doscientos años, es hora de gobernar los próximos dos siglos para que por fin Colombia Cambie en beneficio de las mayorías.
Es la oportunidad para exigir un verdadero “gobierno del pueblo y para el pueblo”, donde con la participación de las mayorías, de manera transparente y democrática, se decida sobre los asuntos que nos atañe a todos y todas. Para poder erigir una nación sostenible en el tiempo, debe lograrse que habitemos nuestro territorio con una plena, amplia y profunda democracia, diversa, inclusiva, con justicia social y ambiental, en armonía con la naturaleza.
Por ahora reiteramos lo que nos recordaba la senadora María José Pizarro…ARRIBA LOS DE ABAJO.
John Elvis Vera Suarez
Foto tomada de: MSN
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