El entramado de delitos por el cual está procesado el político atlanticense, data de su elección como congresista para el periodo 2018-2022, en el cual, según la corte, conjuntamente con otros involucrados en el proceso, entre ellos Aida Merlano, montaron una estructura criminal para elegir varios congresistas a través de la compra y venta de votos.
La idea era -a como diera lugar- consolidar una fuerza política en el Congreso, que le permitiese, al Clan Char, consolidar su propia bancada para tener una mayor intermediación con el gobierno nacional. Convertirse en el grupo regional más fuerte del país, y cerrar, con su presencia nacional, la moñona del monopolio político logrado en la alcaldía de Barranquilla y la gobernación del Atlántico (Ardila).
Se buscó arrasar, como nunca antes, con la representación política del departamento territorialmente más pequeño del país. En esas elecciones además de gobernación y alcaldía el clan Char coronó 6 concejales, 6 diputados 7 alcaldías. Un poderío electoral sin parangones en la historia local. Y que convirtió al Atlántico en el departamento con más congresistas por cada cien mil habitantes del país.
¿Pero como fue que llegaron los Char a amasar este poderío hegemónico que los hizo consolidar el monopolio político del espectro electoral del Atlántico?
Algunos elementos que explican del poderío del clan Char
Son varias las razones, pero las más importantes están relacionadas con 3 elementos fundamentales: lograron domesticar a sus rivales políticos; establecieron una sólida relación nacional, y la tercera, que les ha dado mayor sostenibilidad, es el teflón conseguido alrededor de sus ejecutorias y de las estrategias publicitarias alrededor de éstas. Por ese motivo, a pesar de que empieza a evidenciarse el entramado de corrupción que está detrás de la mayoría de su trasegar político, aún mantienen altos niveles de favorabilidad que hará que continúen teniendo parte del poder local.
Los Char paulatinamente lograron absorber gran parte de los políticos locales. A pesar que siempre hubo rivalidades entre facciones políticas heredadas del frente nacional o disputas internas entre los partidos, como en este caso, la eterna rivalidad Fuad-Name; los acuerdos y el acaparamiento de votantes de su fuerza política terminó poniendo contra la pared a los otrora poderosos Name quienes no representan ningún tipo de contrapeso electoral. Pero, además, lograron sofocar la aparición de nuevas fuerzas clientelistas minoritarias como Aida Merlano o Laureano Acuña, quieres terminaron fungiendo como operadores outsourcings para la compra y venta del voto al servicio del Clan Char.
La relación de los Char con lo nacional ha sido fundamental para consolidar su poder, que durante los 16 años de su hegemonía ha estado respaldado por ingentes recursos de todos los presidentes de turno: los 4 años de Uribe, los 8 años de santos y los 4 de Duque. De ahí ha salido parte de los recursos que le han permitido comprar políticos garantizando su lealtad, bloqueando la capacidad de sus oponentes y beneficiándose de la contratación con dineros públicos.
Sin oposición, con recursos para ejecutar obras públicas y con exagerados gastos publicitarios, han podido construir un eficaz imaginario social, en contraposición con gobiernos incapaces en el pasado reciente. Algo parecido a los gobiernos de Uribe y su eficacia en dar resultados en materia de seguridad en el país. Al final, fue una suerte del todo vale, o el fin justifica los medios, como gran parte de la sociedad le perdonó a Uribe, sus desafueros con los derechos humanos, y muchos actos de corrupción, por traerle la tan anhelada “seguridad” a Colombia.
¿Pero hasta donde podrán sostener ese cierto “embrujo de la infraestructura” que los hace sentirse imbatibles en la política local? ¿Podrán salir indemnes de este escándalo y seguir figurando en la política territorial y nacional?
La detención preventiva de Arturo Char: algunos efectos en la candidatura de Alex y en el poderío del clan
Mucho me temo que será muy difícil en el corto plazo sostener un poder consistente, y en el mediano plazo, tenderán a las justas proporciones como poder político local. El primer impacto -y contrario a lo que han señalado muchos analistas políticos- es que muy probablemente la votación de Alex se va a ver afectada después de la noticia del encarcelamiento de su hermano.
Las cifras electorales del grupo Char han venido menguando desde las elecciones locales pasadas; Jaime Pumarejo sacó 50.000 mil votos menos que Alex y el voto en blanco (40.000) se duplicó y subió considerablemente llegando a 80.000 votos. Tampoco les fue muy bien en las elecciones congresionales en las que perdieron una cámara de las 4 que habían asegurado con el enroque de Aida Merlano. Finalmente, el resultado de la votación de Alex a la presidencia no estuvo para echar voladores; en el resultado de las consultas, la diferencia con Gustavo Petro en Barranquilla fue apenas de 65.000 mil votos y con toda la coalición (incluyendo a Francia Márquez) apenas de 26.000. Posteriormente a su candidato (Federico Gutiérrez), Petro lo vapuleó en la ciudad sacándole cerca de 120.000 mil votos; es decir, en cabeza de Alex, Petro casi les gana, y en cuerpo ajeno les dio una paliza. Algo inédito para los Char acostumbrados a poner presidente.
Además de esta inercia de obvia decadencia, el país se encuentra en un proceso de transición política, que ha hecho que el votante medio se desprenda de las votaciones amarradas y de políticos tradicionales. Las redes sociales han producido una mayor polarización, pero al mismo tiempo, un mayor interés por las elecciones. En ese sentido, los escándalos de corrupción que ha sufrido la familia Char jugarán un papel importante. El escenario más probable es que habrá una importante subida del voto en blanco en las elecciones locales ¿Se subirá por encima de los 100.000 votos?
Otro elemento adverso para los Char, será la auto inhibición para utilizar la maquinaria electoral de comprar votos y el uso tan abierto de maniobras clientelares como en el pasado reciente. La capacidad de maniobra de alianzas non sanctas y la compra abierta de votos por este grupo político se verá fuertemente afectada en su votación.
Los dineros públicos nacionales que antes usaban para la movilización del voto amarrado en los barrios populares se dificultarán con el gobierno Petro. Los Char han ganado la presidencia desde que se metieron en política y es la primera vez que están en contra de un gobierno. Las ventajas de los recursos de la contratación e influencia nacional van a tener un alto impacto -negativo- en su electorado. Y aunque siguen manteniendo algunos alfiles en puestos nacionales, ya comienza a sentirse el cambio en la mayoría de estas instancias gubernamentales.
Finalmente, los votantes de Alex enfrentan un fuerte dilema ético. Aunque votar por Char signifique querer más obras, votar por Char también significará votar por la compra de votos, la corrupción y los líos penales. A pesar que era un secreto a voces el uso indebido de recursos públicos para activar la maquinaria clientelista en cada elección, el hecho que se haya dado un castigo nacional por parte de la corte suprema –y Alex esté enredado en lo mismo-, comenzará a alejar a muchos votantes de esta casa política tradicional.
El segundo impacto es la justicia y la posibilidad de que Alex Char también sea judicializado y encausado igual que su hermano. Su situación empeoraría con la llegada de una nueva fiscalía en el mes de febrero. De ganar la alcaldía, habría un gran riesgo para la gobernabilidad local al tener un alcalde subjudice. Esta situación acarrearía un debilitamiento de su fuerza política y capacidad de maniobra de cara a las elecciones nacionales dentro de 2 años.
No es nuevo en política la consolidación de imaginarios alrededor de políticos a los que todo se les perdona. El teflón que generan con gestiones publicas efectivas, termina debilitándose a medida que usan su excesivo poder para el beneficio propio y el debilitamiento de los necesarios cauces democráticos. Los totalitarismos frenan el ineludible equilibrio de poderes que generan pesos y contrapesos, y que son necesarios, hasta para los mismos mandatarios que son advertidos de sus posibles desafueros debido a la oposición o a la movilización ciudadana. Un sistema de alertas que impide caer en la frase de que: “El poder absoluto corrompe absolutamente”.
Los Char, Uribe, Los tavera, son ejemplos de clanes y liderazgos que en búsqueda del poder total han roto las normas básicas de la rendición de cuentas. Desarrollaron una idea de invulnerabilidad societal -por encima de los controles estatales-, que los puso en una carrera hacia el descarrilamiento ético. Esta primera detención de una de las principales cabezas de la familia tendrá una proporcional sanción moral por parte de la ciudad de Barranquilla y el departamento del Atlántico, a quienes, sí bien les gustan las obras de los Char, también saben repudiar las hegemonías y los desafueros de sus gobernantes.
Diogenes Rosero Durango
Foto tomada de: Colombia.com
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