Ahora, tanto gobierno como ELN, trabajan para ver como este proceso pasa al gobierno del Presidente Duque, el ELN ha dicho con todas las letras: tiene interés en darle continuidad a la vía negociada, ha invitado al Presidente Duque para que sostengan intercambios directos en La Habana, a lo cual el Presidente electo ha respondido con sus cuatro exigencias: cese unilateral, abandono de todas las prácticas ilegales –secuestro, extorsiones, reclutamientos…- ubicación territorial de sus efectivos con supervisión internacional y disposición del gobierno a considerar reducción de penas, estas cuatro exigencias por supuesto que están distantes de los intereses y planteamientos del ELN, que igualmente lo ha dicho públicamente, el Presidente Duque ofrece sometimiento, lo cual de lejos no está en las lógicas e intereses del ELN, lo cual coloca hoy a las dos partes bastante distantes.
Un balance de estos ocho años de las dos administraciones del Presidente Santos y del proceso con el ELN, con sus lógicas, el desenvolvimiento de los diálogos y las negociaciones, lo que se logró como diseño de una agenda y de una mesa, el acompañamiento de sociedad, los actores que se involucraron, el acompañamiento internacional, las crisis y tensiones, todo esto deberá ser analizado en su momento, para ver las respectivas enseñanzas y pistas para el futuro de la salida negociada, ahora entre el Gobierno del Presidente Duque y el ELN.
Aún tenemos una mesa, allí veo muy difícil pactar sobre cese bilateral, donde las partes siguen muy distantes en sus lógicas y formulaciones, igualmente la agenda de acuerdos humanitarios en Chocó y Nariño y Cauca, no tienen margen de actuación, porque el tiempo del gobierno finalizó, donde veo posibilidades de que las dos partes tengan una iniciativa compartida es en generar un espacio en Colombia, para analizar la perspectiva de un dialogo nacional por la paz, esto es perfectamente posible y muy relevante: reunamos la mayor diversidad social, étnica, gremial y política para sostener un intercambio que propondría tenga dos ejes: como darle continuidad en el próximo gobierno al proceso de salida negociada y cierre definitivo de este alzamiento armado y como se debe adelantar un dialogo nacional por la paz, con la premisa de que solo se podrá avanzar con el ELN, si hay participación de la sociedad, en lo que el ELN ha sido reiterativo y consistente en las dos últimas décadas, cuando formuló su iniciativa de Convención Nacional, la cual no volvió a mencionar en estos ocho años, pero si en el planteamiento de que se requiere participación plural, diversa y organizada de la sociedad para concertar y proponerse unas transformaciones para la paz.
El 7 de agosto, tendremos un nuevo gobierno, el gobierno del Presidente Iván Duque, no sabemos si hay contactos discretos entre este gobierno entrante y el ELN, ojalá que sí, lo mejor es que hablen y busquen un camino compartido, estando tan lejanos en sus planteamientos. El ELN defiende la agenda y la mesa acordada con el Presidente Santos y de entrada, argumenta que esa agenda y el diseño del proceso es una política de Estado, que el futuro presidente Duque deberá darle continuidad, pero por el tipo de exigencias que ha hecho desde la campaña y ahora como presidente electo, pareciera ser que no tiene interés en continuidades, muy por el contrario, pareciera que su lógica es la de hacer tabla rasa y empezar con un nuevo proceso, que por ahora es más de sometimiento que negociaciones, pero eso es lo que se ve en la acción pública, habría que esperar jugadas políticas hacia unas conversaciones directas, donde las dos partes puedan exponer sus valoraciones y propuestas y abrirse a unas difíciles y necesarias negociaciones.
En medio de un ambiente enrarecido por las dificultades para implementar el acuerdo con las FARC, la delicada situación de Jesús Santrich, la persistencia de la violencia contra los líderes sociales, unos territorios convulsionados por cruce de violencias, las señales negativas de posibles retrocesos en la política frente a los cultivos ilícitos y un nuevo gobierno que ha sido tan crítico con este esfuerzo de paz, en medio de todas esas dificultades, los que creemos en el camino del dialogo, las concertaciones y transformaciones para una Colombia en paz, perseveraremos porque en el gobierno del Presidente Duque, junto y con el ELN, sea posible un acuerdo de paz, tarea difícil, muy difícil, pero en la que seguiremos trabajando.
Luis Eduardo Celis es asesor de la Redprodepaz.
Foto tomada de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-38900877
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