El departamento de Córdoba con más de un millón setecientos mil habitantes (53% urbanos y 47% rural), 25.020 kilómetros cuadrados, 124 kilómetros de costa, situada en medio de los golfos Urabá y Morrosquillo y cercano a Panamá, variedad geográfica, posee la mayor parte del Parque nacional natural Paramillo, suelos y tradición que permiten diversidad de actividades económicas, riqueza hídrica y energética (humedales, hidro y termoeléctrica), abundante minería (oro, carbón, hierro, níquel, cobre). Montería, la capital, provee servicios, recursos y oportunidades a gran número de municipios y zonas de departamentos vecinos en medicina, educación superior, comercio, finanzas, movilidad aérea, comercio, inversión y esparcimiento. He aquí algunas razones por qué Córdoba es considerado un territorio apetecido por organizaciones armadas ilegales con distintas ideologías e intereses, propicio para inversiones lícitas e ilícitas y campo fértil para toda clase de corrupciones.
La población la conforman mestizos, indígenas Embera Katíos y Zenúes, afrodescendientes, costeños de otros departamentos, Urabeños y bajeros de los ríos Cauca y Atrato y una numerosa y activa influencia siriolibanesa, paisa y santandereana. La mayoría de la población raizal vive en la pobreza y el marginamiento sin posibilidades reales de desarrollo, en especial la rural. La clase media crece y capacita cada día pero aún no tiene propuestas ni organizaciones independientes con incidencia política que le permita adelantar procesos de desarrollo convenientes para el departamento. Hasta ahora la clase política y dirigencia gremial, transcurridos 66 años de administración y manejo, no han logrado resolver los asuntos fundamentales de la mayoría de la población.
Los cordobeses han sido juzgados de manera injusta. Perezosos, conformistas, atenidos, montunos y acostumbrados a la pobreza son los calificativos que más les echan en cara. Sin embargo la historia y el desenvolvimiento cultural de estos pueblos aclaran muchas cosas que han permanecido ocultas o tergiversadas por una u otra razón. Lo cierto es que han dado muestras de ser persistentes y rebeldes, grandes colonizadores de tierra caliente, compenetrados con la naturaleza, solidarios y comunitarios, corronchos y fatalistas, fiesteros y jodones o mamadores de gallo. Y no solo esto: han demostrado que poseen una serie de conocimientos, capacidades, valores y principios válidos para estos tiempos de conflictos y penurias que, debidamente orientados, pueden ser de utilidad general.
La exclusión social de la mayoría de la población, ampliada y agudizada a través de generaciones sucesivas, ha creado huellas profundas en las actitudes y concepciones de los sectores populares y medios que es necesario entender, antes de juzgar, para definir políticas, programas y estrategias apropiadas. Estas expresiones, producto de la inequidad y del conflicto social y armado que han padecido sin interrupción desde antes de ser departamento, exigen el diseño de planes a corto, mediano y largo plazo, debidamente articulados, con evaluaciones y seguimientos periódicos.
Con base en estos criterios trato de entender el triunfo en primera vuelta de Gustavo Petro sobre Iván Duque (250.437 votos sobre 229.234 respectivamente, terminado el escrutinio departamental). Pocos esperaban estos resultados teniendo en cuenta el predominio que aún mantiene el expresidente Uribe en el departamento; la presencia e influencia de las casas electorales (liberales, conservadores, vargaslleristas, uribistas, santistas), abiertamente opositoras y manejadoras de un alto porcentaje de votos de empleados, trabajadores, subordinados y contratistas oficiales y privados; la intimidación que ejercen grupos armados ilegales, narcotraficantes y delincuencia organizada; la presión de grandes propietarios de tierras, gremios económicos y medios de comunicación; el empleo, siempre presente, de la corrupción y el tráfico de votos.
Las razones del triunfo
Tenencia, uso y distribución de la tierra. El gran problema de la tierra desde la época de las congregaciones, fundaciones y refundaciones españolas de estos pueblos (para el caso de los territorios que ocupa Córdoba empezó en 1775 con la llegada de Antonio de la Torre y Miranda y Joseph Palacio De la Vega en 1787) sigue sin resolverse satisfactoriamente puesto que todavía es motivo de guerras, violencias y calamidades sin fin. No han sido suficientes los estudios, reformas, censos, recomendaciones y acuerdos elaborados en los últimos 30 años que ayudarían a buscarle solución. Dentro de estas propuestas para desarrollar el campo destaco las siguientes: la de la Misión de estudios agropecuarios de 1989, la Constitución Política de 1991, las reformas de 1993 y 1994, Misión Rural 1998, Informes nacionales de desarrollo humano del Programa de desarrollo de las Naciones Unidas PNUD 2003 y 2011: El conflicto, callejón con salida y Razones para la esperanza, Misión para la transformación del campo 2014, Censo nacional agropecuario 2014, Acuerdo de Paz 2016 y las 12 Razones para la transformación del campo de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura FAO 2018, donde una de las razones es la aplicación de estos estudios y reformas.
Ante estas propuestas la respuesta de diversos actores ha sido la concentración, el despojo y la oposición a la restitución de tierras, la actualización del catastro y el aumento de tarifas del impuesto predial, el servicio social de la propiedad y los derechos de los trabajadores, entre otros. En el Directorio nacional de explotación agropecuaria o Censo agropecuario de 1960 y en el censo nacional agropecuario 1970-71 se vislumbraba hacia donde querían llevar el manejo del campo; luego, en 1974, se confirmó uno de los objetivos del llamado Acuerdo de Chicoral: frenar la lucha por la tierra adelantada por la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos ANUC.
En la década de los años sesenta del siglo pasado el Instituto Geográfico Agustín Codazzi IGAC empezó a suministrar información sobre tamaño y número de predios y propietarios. Actualmente puede consultarse el grado de concentración de tierras especialmente en los municipios del sur. En 1963 instalaron la primera oficina de Instituto Colombiano de Reforma Agraria INCORA que dejó pendiente muchas tareas después de permanecer 40 años en el departamento. Le siguió el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural INCODER (2003-2016) que tampoco satisfizo las necesidades y aspiraciones campesinas durante los años que tuvo vigencia. Y hoy, gracias a los Acuerdos de Paz funcionan las Agencias de Desarrollo Rural, Nacional de Tierras y Renovación del Territorio con incertidumbres ante la elección del nuevo presidente de la república y la aprobación o no de la ley de tierras en el congreso.
Ante las viejas, reiteradas e incumplidas demandas y solicitudes de la población rural, en especial de los municipios del sur donde mantienen el conflicto armado, los cultivos y procesamiento de coca, la concentración y despojo de tierras dedicadas a la ganadería extensiva, la pobreza, el alto número de víctimas y las condiciones lamentables de vida de indígenas y afrodescendientes, la mayor parte de los votantes decidió apoyar a Gustavo Petro por la cercanía con sus propuestas de desarrollo rural.
Los efectos de los proyectos minero energéticos. Los municipios más afectados hasta el momento por la explotación legal e ilegal de ferroníquel, carbón y oro son Montelibano, Puerto Libertador, Ayapel y San José de Uré. Si bien gran parte de la población reconoce las inversiones en obras y programas sociales ejecutadas por pocas empresas, existen grupos y organizaciones indígenas, afros, pobladores de las cabeceras y el campo inconformes por los daños que ocasiona la contaminación a la salud, el trabajo y los recursos naturales; la venta forzada o voluntaria de predios de pequeños y medianos propietarios que deben hacer a las empresas por encontrarse en las áreas de exploración o explotación; habitar en invasiones que han montado en la cabecera por carecer de dinero o no poder pagar arriendos costosos. La población no fue preparada para afrontar los cambios que sucederían con la llegada, montaje y funcionamiento de las diferentes empresas ni para entender las nuevas relaciones económicas, sociales, tecnológicas y culturales que producirían modificaciones esenciales en las estructuras familiares y comunitarias.
Estos hechos y la tutela ganada a Cerro Matoso por el resguardo zenú del alto San Jorge y el Consejo Comunitario de San José de Uré hizo posible la votación a favor de Gustavo Petro.
Las casas electorales. Las sedes de las principales casas electorales están localizadas en Montería (liberales, conservadores, uribistas, santistas, vargaslleristas), Cereté (dos grupos conservadores y uribistas), Sahagún (dos grupos santistas), Lorica (dos grupos liberales), San Andrés (vargasllerista). Con excepción de Montería en los otros lugares ganó Gustavo Petro.
¿Qué sucedió?: ¿inconformidad de líderes y bases por falta de apoyo y reconocimiento?, ¿recursos insuficientes?, ¿subestimación del adversario?, ¿cansancio de lo mismo?, ¿pérdida de adeptos a otras alternativas?
Zona costanera. Seis municipios caracterizados por la pobreza, con excepción de San Antero que está un poco mejor, y la presencia permanente de grupos armados ilegales, narcotráfico y corrupción. A pesar de contar con 124 kilómetros de costa, cultivos de plátano, coco y otros productos, turismo, cercanía con el Urabá antioqueño y el golfo de Morrosquillo, la dirigencia política local y departamental no han podido mejorar su situación, ni siquiera controlar la erosión que acaba con pueblos y vías. Los resultados beneficiaron a Gustavo Petro: ¿un reclamo o la búsqueda de una alternativa que ofrezca soluciones?
Metodología que utiliza. Especialmente las convocatorias a multitudes, la pedagogía y la memoria histórica o los antecedentes.
Multitudes y pedagogía. Gustavo Petro busca legitimidad y apoyo en las multitudes, se siente seguro con ellas y les explica con detalles sus propuestas, partiendo de la situación local, nacional y experiencias internacionales, acompañado de gestos, alusiones y expresiones que gustan. Combina arengas, emotividad e instrucción.
Citas y antecedentes. En sus intervenciones con frecuencia acude a los antecedentes históricos, citando frases de personajes reconocidos con la clara intención de señalar que son propuestas de vieja data que los opositores no han dejado hacer a pesar de su importancia y necesidad para las poblaciones. Es un método de las ciencias sociales bastante utilizado.
Identidad y votantes. El hecho de ser costeño y cordobés le crea simpatía y confianza en la Costa y otras regiones. Entre los grupos y sectores que más votaron por él están los docentes, víctimas del conflicto, población rural, indígenas y afros, desempleados y destechados urbanos, lgbt, estudiantes universitarios, profesionales sin oportunidades, empresarios de micro y pequeñas empresas.
Víctor Negrete Barrera. Fundación del Sinú y CESPO Universidad del Sinú
Montería, 11-6-2018
Foto tomada del Twitter de Gustavo Petro
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