Sintomático, porque también fue esta región del país una de las que mayor votación le puso al Sí en el Plebiscito del 2 de octubre de 2016: en sus cuatro departamento (Chocó, Valle del Cauca, Cauca y Nariño), los defensores del Acuerdo de Paz lograron un total de 1.194.852 votos en aquella ocasión.
El 11 de marzo Petro alcanzó en la Consulta de la Inclusión Social para la Paz 546.954 votos en la zona (Ver Cuadro No.6), en forma solitaria, con guarismos tan altos como el del Valle del Cauca, donde obtuvo 244.023 votos, 121.466 de ellos en Cali, y 27.996 en Buenaventura.
En esta última ciudad, la votación del ganador de la consulta de la derecha, Iván Duque, fue de sólo 5.845 papeletas, una diferencia enorme de tres cuartas partes.
Lo ocurrido en Buenaventura, lo mismo que en municipios como Jamundí y Florida, con altos guarismos para Petro, reflejan el influjo de la movilización en defensa del proceso de Paz en estas zonas, afectadas históricamente por la confrontación político-militar.
Pero fue en los departamento del Chocó y el Cauca donde la actuación electoral de Petro fue más contundente, puesto que en el Valle, aunque su participación fue fluida, de todas maneras Duque lo aventajó por algo más de ocho mil votos y se notó el peso de las maquinarias del uribismo.
En el Cauca, la votación de Petro fue tres veces superior a la de Duque, 129.153 frente a 40.898 papeletas, mientras que en el Chocó las diferencias también fueron de tres a uno en favor del aspirante de Colombia Humana: 30.269 de Petro, frente a 9.627 de Duque.
De igual forma, Nariño le entregó positivos resultados a Petro, quien dobló en votación a Duque: 143.509 frente a 64.698 papeletas.
Estas cifras comparadas no deben dejar de lado los aportes hechos por los otros dos candidatos (Marta Lucía Ramírez y Alejandro Ordóñez) a la votación de la derecha en la región, especialmente en el Valle del Cauca, donde los tres superaron a la dupla de la izquierda (Petro y Carlos Caicedo). (Ver cuadro No. 6).
Sin embargo, con los registros evidenciados en Chocó, Cauca y Nariño la consulta de la izquierda superó a la de la derecha: en el Chocó, por más de 16 mil votos; en el Cauca, por casi 70 mil sufragios, y en Nariño, por algo más de 54 mil papeletas.
Así, pues, los datos dejan ver cómo en departamentos con amplias zonas donde se escenificó el conflicto entre el Estado colombiano y las Farc y que sufrieron los embates de la guerra, la mayoría de la población le sigue apostando a los factores políticos de la paz, en el entendido de que Gustavo Petro representa la única candidatura con opción de poder que respalda sin atenuantes el Acuerdo Final de Paz.
En este marco, no se deben olvidar los reparos de la candidata vicepresidencial de la llamada Coalición Colombia, Claudia López, a aspectos del Acuerdo Final y la implementación del mismo.
VOTACIONES PARA LA CONSULTA Y EL CONGRESO
Las cifras de Petro en la consulta son definidamente votación procedente de variadas corrientes políticas del campo de la izquierda y del llamado centro izquierda, lo cual se pude constatar al evaluar la votación de la Lista de la Decencia, creada y promovida por el exalcalde de Bogotá y otros líderes alternativos.
Como lo registramos en el Cuadro No. 5, la Lista de la Decencia alcanzó 48.591 en los cuatro departamentos del Pacífico, casi medio millón de votos menos que los logrados por Petro en la región.
Todo indica que, como ocurrió en otras regiones del país, en la votación de Petro confluyeron militantes no solo de la Decencia (UP, Mais, ASI y Colombia Humana), sino también de la Alianza Verde, el Partido Liberal y otras fuerzas independientes.
Los cuadros del 1 al 4 muestran, en concordancia con lo anterior, que la votación de la Alianza Verde y del Polo Democrático para el Senado y la Cámara de Representantes fue siempre superior a la de la Lista de la Decencia en los cuatro departamentos.
Resulta entonces fácilmente deducible que gran parte esa votación respaldó la candidatura de Petro, y es previsible que esa misma votación se desplace a su aspiración presidencial en los comicios del 27 de mayo, dejando de lado a Sergio Fajardo.
Así, el camino recorrido por Petro resultó más fructífero que los resultados parlamentarios de los dos cómodos candidatos que eludieron la consulta interpartidista propuesta por Petro, es decir, Sergio Fajardo y Humberto de la Calle.
La percepción a partir de las cifras y de la movilización política en redes, sondeos universitarios y consultas entre analistas es que la votación de Petro en la región Pacífico del país tiende a multiplicarse, en tanto que la de Fajardo se muestra francamente estancada, al igual que la de De la Calle.
En el Pacífico se vive un proceso de organización de numerosas huestes que consideran que la votación por Petro puede crecer de manera exponencial para los comicios presidenciales, y que en esta zona el techo está aún lejano.
Pero en esos colectivos se considera que el peligro del fraude, de la manipulación de las cifras desde los conteos primarios de los votos por parte de miles de jurados parcializados en favor de Duque y, eventualmente, de Vargas Lleras, puede conducir a una pérdida masiva de papeletas en las primeras horas del llamado preconteo.
Así que la estrategia se está orientando al entrenamiento de testigos electorales que contribuyan a fiscalizar esa primera fase determinante del proceso y el seguimiento a la etapa siguiente, la referida a la transmisión de los datos a las sedes centrales de concentración de las cifras provenientes de los puestos.
De esta manera, se está creando una enorme cadena de voluntarios para impedir el fraude desde su nacimiento, en las mesas mismas de votación, pues la experiencia de las consultas demostró que la corrupción del voto se inició el 11 de marzo con la actitud de muchos jurados que escondían o saboteaban las tarjetas naranja de la consulta de la izquierda, y continuó con el escamoteo de la anotación de los resultados.
La fragilidad del sistema electoral colombiano, que aún no ingresa en el voto electrónico, hace que en las fuerzas alternativas se tengan que ajustar las medidas de control y la prevención al máximo.
Y en el Pacífico colombiano, miles de pobladores parecen decididos a hacer valer sus votos en la que consideran una decisión histórica, pues por primera vez en mucho tiempo se sienten representados por un candidato que los reivindica de manera sincera y les plantea soluciones a sus problemas que sienten creíbles, porque lo perciben con la decisión política para llevarlas a cabo.
Y que, sobre todo, sienten que está comprometido con acabar la guerra y avanzar en la construcción de la paz.
LUIS ALFONSO MENA S.
Cali, miércoles 21 de marzo de 2018.
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