Nuevamente la derecha (incluso la del “progresista” FA), usaron al caballito de la corrupción para incinerar políticamente a quien aparecía como uno de los candidatos con mayores posibilidades de ser recambio generacional y candidato presidencial.
“Presenté ante el Plenario del FA mi renuncia indeclinable a la vicepresidencia (de Uruguay). Se lo comuniqué también al presidente Tabaré Vázquez”, anunció Sendic, quien también presidía el Senado. “Hace dos años que vengo sufriendo un fuerte hostigamiento”, dijo Sendic en un discurso ante el Plenario Nacional de la coalición Frente Amplio, ante las acusaciones de uso de dinero público para su beneficio personal cuando estuvo al frente de la mayor empresa estatal del país, la petrolera ANCAP.
La información, que tomó estado público a partir de un recurso de acceso a datos de la petrolera iniciado por periodistas locales, mostró gastos de Sendic, realizados con su tarjeta corporativa. El ex presidente José Mujica comparó la situación de Sendic con la de Brasil: “Mientras en Brasil aparecen bolsones de plata nosotros estamos discutiendo unos calzoncillos, por favor”, se quejó.
La campaña contó con la colaboración de blancos y colorados, que gobernaron el país durante casi un siglo. Hemisferio izquierda recuerda que nadie quiere volver tres lustros atrás: Hace 15 años, el Uruguay sufrió una de las principales crisis económicas y sociales de su historia. Miles de personas cayeron en la pobreza y la marginación. La emigración por causas económicas se acentuó separando, hasta el día de hoy, a miles de familias. Las cárceles se llenaron de víctimas de la catástrofe, pero fueron evadidas por los victimarios.
Recuerda, asimismo, que mientras el país se derrumbaba, el gobierno blanqui-colorado alternaba represión a la protesta social con salvataje a bancos y banqueros rapiñeros y se encomendaba en cuerpo y alma a Washington. En el Carnaval de 2003, la murga Contrafarsa recordaba el dramático episodio de niños que, a falta de alimentos, se alimentaban con pasto.
Una valoración negativa de estos 15 años de gestión frentemaplista señala que no se ha transformado la matriz productiva ni el tipo de inserción internacional de la economía uruguaya, ni se han alterado las relaciones de poder y propiedad de la estructura económica nacional, y el Uruguay sigue reproduciendo desigualdades y continúa a la merced de las crisis recurrentes propias de la globalización capitalista. Es decir, ¿cuánto de alternativo y cuánto de progresivo tiene la “alternativa progresista” del FA?
Matar a Raulito, a Sendic, a los “jóvenes”
Además, el hasta el sábado vicepresidente portaba el nombre y apellido de su padre, el más respetado y mítico líder del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T), cuya figura también quieren hacer desaparecer del imaginario colectivo de los uruguayos, aquellos que desarrollaron el bullying contra “Raulito”.
Algunos analistas citan al publicista, empresario y exdirigente comunista Esteban Valenti –quien fue asesor del presidente Tabaré Vázquez, hombre de consulta de Danilo Astori y promotor de la candidatura de Javier Miranda a la presidencia del FA- como el cerebro de la operación de desprestigio. Incide sobre imaginarios colectivos desde el portal uypress y el sitio de opinión Bitácora y es hábil en las provocaciones desde su cuenta de twitter.
En septiembre de 2014, el exdirigente comunista Juan Carlos Arambillete señalaba en una audición radial que Valenti es un “hombre multimillonario, con capitales, con inversiones en el puerto de La Plata y que no sé si no fue socio de Ochoa en el tema de los diamantes del Congo, todo ese trabajo sucio en negro… El presidía Sosingo en Roma”, que manejaba los dineros de la exportación petrolera angoleña a cambio de alimentos.
El diputado Saúl Aristimuño señaló: “¿Que Valenti habla de corrupción? Bueno, primero que salga a explicar el tráfico de diamantes y toda la joda que hizo mientras estaba en Italia”. (…) No creo que tenga en su trayectoria ética y política las credenciales como para salir a hablar de corrupción y acusar al FA de corrupción. Es una figura nefasta que cumplió un papel muy jodido a partir de determinada época para la izquierda, que trabajó en función de intereses personales en la época de la dictadura”, finalizó.
El frente interno del Frente, no ha sido ni lerdo ni perezoso a la hora de devorarse un potencial competidor o cobrarse alguna cuenta pendiente, con otro ingrediente adicional: “Los dinosaurios del FA no permiten que los jóvenes (Sendic tiene 55 años, pero es joven para dirigentes que rozan o pasan los 80) crezcan y menos que puedan enfrentarse a ellos”, señaló un dirigente de la juventud del partido Socialista. Otro presidenciable menor de 60 años, dentro del Frente Amplio, es el actual Intendente de Montevideo, el socialista Daniel Martínez.
Se considera que una sociedad tiene una estructura envejecida cuando la proporción de personas de 60 años o más alcanza un siete por ciento. En Uruguay es del 18,7%, y la tasa de natalidad es sumamente baja.
¿Corrupción?
En la estatal petrolera ANCAP y todas las empresas públicas, la reglamentación para la utilización de estas tarjetas indica que los beneficiarios deben presentar comprobantes de pagos de las compras que realicen. Ni Sendic ni sus compañeros del directorio cumplieron con esta obligación, que hubiese permitido discernir antes si los gastos estaban siendo acordes con lo que indica el protocolo de uso. Pero el fallo y la investigación solamente se ocupó de la responsabilidad de Sendic, ignorando a al resto del directorio, integrado también por delegados de los partidos tradicionales, Colorado y Nacional.
Por más que el renunciante vicemandatario hizo declaraciones ante el tribunal de ética del FA explicando la razón de algunas adquisiciones, pero éste consideró que no tienen sustento al no contar con pruebas fehacientes que las corroboren (la cifra objetada, dicen, no alcanza los 200 dólares). Sendic arremetió contra el presidente del Frente Amplio, Javier Miranda, aliado del ministro de Economía Danilo Astori, quien conocía el fallo del tribunal. Astori, un radical de izquierda devenido en neoliberal, hoy de 77 años, estudia la posibilidad de lanzar su candidatura a la presidencia de la República.
“Yo no responsabilizo a los compañeros de la Mesa Política que votaron para se publicara el informe porque no lo conocían, pero sí lo conocía el presidente del Frente Amplio, como también lo conocía yo, y por eso había solicitado que el informe fuera considerado directamente por el Plenario del Frente, que es el verdadero tribunal, porque es desproporcionado, infundado, porque no hay prueba de lo que dice el informe”, aseguró Sendic.
“Frente a esa situación, frente a este conjunto de maniobras, de deslealtades vengo a poner a disposición de ustedes la Vicepresidencia. No se los mando a decir por la prensa”, remató Sendic visiblemente ofuscado ante el Plenario del FA. Sendic presentó sus estados de cuenta y dijo que desde hace más de un año está siendo objeto de una campaña. Se fue aplaudido por la gran mayoría del Plenario.
El presidente Tabaré Vázquez aceptó la renuncia y canceló el viaje que tenía previsto hacer a Nueva York la próxima semana para asistir a la Asamblea General de la ONU. A la salida del plenario, Miranda y los integrantes del tribunal fueron abucheados por militantes del FA.
Los problemas con Sendic comenzaron en febrero del 2016 cuando Sendic reconoció en una conversación con el diario conservador El Observador que no era Licenciado en Genética Humana graduado en Cuba como lo había sostenido hasta ese momento. “Lo que hice fue una preparación para la docencia genética, que era un curso rápido”, le dijo al diario. Aunque nadie lo eligió vicepresidente por ser licenciado, su vida política entró en una espiral descendente que lo puso en el centro de las disputas y el Frente Amplio comenzó a mostrar fisuras internas.
Algunos sectores se alinearon en la defensa del compañero de fórmula de Vázquez. El propio mandatario dijo que Sendic era víctima de bullying. “Es el bullying más fantástico que he visto en mi vida y me causa asombro el ensañamiento”, señaló el presidente a comienzos del mes pasado.
Ante una renuncia, la Constitución uruguaya establece que la vicepresidencia debe ser ocupada por el segundo senador más votado, que en este caso sería Lucía Topolansky, de 72 años, esposa del ex mandatario (2010-2015) y actual senador José Pepe Mujica.
En el fenómeno Sendic
Raúlito Sendic, con un ascenso político tan rápido como su caída, ha tenido la habilidad para volverse progresivamente indefendible hasta para sus más esmerados defensores, mientras políticos muchos más mentirosos y con peores usos crediticios, rayanos en la corrupción, ni siquiera son tratados por los grandes medios de comunicación. Y hay otro factor que suelen citar los medios, el del “reservorio moral de la sociedad”, que no admite que un gobernante de flagrante engaño continúe en su cargo, tanto más si es un gobernante de izquierda.
Ante la urgencia de un recambio generacional en el FA, Raúl Sendic mostraba un apellido mítico, un pasado de izquierda radical y un presente de gestor vanguardista y modernizador. Creyó que debía mostrar credenciales y por eso se presentó como licenciado.
Pero, como señalan Rodrigo Alonso y Agustín Cano, “La condición de gestor imponía otras exigencias: anuncios, ritmos, gestos, contactos, lenguajes que dieran cuenta de algo más que titulares relativos al desarrollo en la sociedad del conocimiento. Así nació la Fundación Uruguay 2030. Así se sucedieron episodios con los cuales el futuro vicepresidente daba muestra de madurez política y superación de su pasado radical. Fueron varios los que pusieron fichas en esa apuesta”.
En el imaginario, Sendic se derrumba por ambicioso, mitómano o incapaz (el título, la medalla de honor, los usos de la tarjeta institucional de Ancap). En el proceso de su caída, la discusión giró en torno al señalamiento y cuestión de sus errores personales. La implosión de su figura y su sector precisa ser pensada más allá del personaje. Hay algo del orden de lo sistémico que debe ser explicado. ¿Cómo construye el progresismo sus referentes políticos? ¿Desde qué racionalidades políticas los concibe y con qué discurso los lanza al ruedo?, se pregunta el portal Hemisferio Izquierdo
La marca Sendic se concibió como un universal capaz de representar la unidad entre la razón tecnocrática-empresarial (Sendic gestor) y la razón popular (el enorme peso de lo que evoca su apellido como hombre de izquierda). Sendic no inventó la “razón de la gestión”, sólo quiso anidar en ella. “Es un santo y seña de que no se transcenderá la superficie del problema, un eufemismo de lealtad al capital que en el fondo implica la capitulación ideológica y la candidez de creer posible una política abstraída de las contradicciones sociales”, señalan Alonso y Cano.
Se trata de “la mentira que implica sustraer a la política decisiones que se le entregan a la administración, la promesa imposible de un cambio profundo sin conflicto, sin acumulación de fuerzas, sin política”. Y ese embuste le pertenece al sentido común del liberalismo progresista que catapultó a Raulito. Obviamente, con la caída de Sendic no muere la apuesta a la gestión como valor político.
RUBÉN ARMENDÁRIZ: Investigador y analista uruguayo del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)
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