La entrevista con Yamit Amat
¿Usted es comunista? Yo no soy comunista, yo no pertenezco al Partido Comunista
Pero ¿se siente comunista? Yo creo firmemente en la ciencia del marxismo, que no es lo mismo.
¿Qué diferencia hay entre ser comunista, ser leninista y ser marxista?
Pues fíjese usted que son varios pasos, yo creo que esos descubrimientos de Marx y pues lo que está, lo que reposa en sus textos, están llenos de aciertos. De hecho, creo que hoy son tanto o más vigentes de lo que fueron hace 150 años, pero el desarrollo posterior en él leninismo y el comunismo, pues digamos soviético, pues con ese tengo otras diferencias, pero el en el fondo todas las izquierdas desde la socialdemocracia hasta el comunismo más duro, todas beben del pensamiento de Marx, que no le tengo ningún miedo a decirlo.
Se lo digo en Colombia ha sido bastante usual que los políticos de izquierda se escondan, se maticen, se pongan una pátina de centro o de otras cosas; yo soy muy claro en mis ideologías, yo soy un hombre de izquierdas y pues hoy que hago parte del Gobierno, pues ni más faltaba tengo que posponer esas discusiones políticas, hoy estoy en el ejecutivo y tengo que gobernar para todos los colombianos bien sean comunistas socialistas, de derecha extrema, de extremo centro lo que sea.
¿Hasta dónde la filosofía marxista leninista influye en su vida actual?
Pues sabe que en mi vida cotidiana influye el marxismo. No le voy a hablar de leninismo porque ese quizás influye un poco menos, yo no soy un hombre de partido, yo no me considero un hombre de partido, de centralismo democrático, de esas cosas rígidas un poco del marxismo leninismo, pero hay cosas del marxismo que si me llenan.
Por ejemplo y fíjese usted qué hace poco leía un libro muy interesante de un economista japonés sobre lo subvalorado que está la preocupación de Marx por el medio ambiente, que en esa época pues no se consideraba igual, uno no podría decir que en ese momento era un ecologista, pero sí al estudiar a fondo su pensamiento este economista japonés concluye pues, dilucida, que Marx sí tuvo una profunda preocupación por la naturaleza y que veía inviable el capitalismo también en los términos de preservar la vida en el planeta; hoy nos enfrentamos a que este capitalismo desbocado seguramente va a destruir el planeta físicamente.
Y, por ejemplo, algo en lo que sin duda influye el marxismo en mi vida es en mi resistencia a cosificar a los seres humanos, esa reificación de los seres humanos de la que habló Marx me preocupa y la veo cotidianamente, cómo en el mundo convertimos a los seres humanos en objetos, en mercancías. Se habla incluso de capital humano, imagínese usted son dos cosas distintas yo creo que no se le debe dar atributos humanos a los objetos y no se debe tratar como cosas a los humanos.
¿Usted tuvo ocasión de leer El Capital?
Yo no soy un gran estudioso de los textos marxistas, no lo soy. O sea, yo los tengo, he leído unas partes, pero yo no soy un exégeta de los textos marxistas, yo no soy un cuadro formado en la política, yo soy diseñador. Lo mío pues es el arte la literatura digamos que no soy un conocedor a fondo, soy un amateur en temas de marxismo.
No lo dijo expresamente, pero la respuesta es clara: no ha leído El Capital.
Quizá algunas páginas. Por sus referencias a la cosificación de los seres humanos es probable que haya leído partes de los Manuscritos de 1844 y quizá, pero no parece, la sección sobre el fetichismo de la mercancía en el capítulo 1 del tomo I de El capital. Aunque no fue directo en su respuesta, es claro que no leyó El Capital íntegramente. Carrillo es franco: no es un gran estudioso de los textos marxistas, no es un conocedor a fondo, es un amateur. Es, por tanto, imposible que sea un exégeta de los textos marxistas, si no los conoce. Pero curiosamente, está convencido de que existe una “ciencia del marxismo”. Por el contexto de la pregunta uno pensaría que cuando dice marxismo se está refiriendo a Marx, quien claramente no es marxista. El marxismo como corriente intelectual y política se refiere a sus seguidores y continuadores teóricos.
Tampoco Carrillo es comunista. No solo no es miembro del Partido Comunista, tampoco promueve un programa político comunista. Es bueno tener en cuenta que, para ser comunista, no hay que ser miembro del Partido Comunista de Colombia y que ha habido y hay diferentes tipos de comunismo.
Entonces, ni comunista, ni marxista, tan solo amateur de marxismo. Ha bebido hasta el momento poco del marxismo.
Algunas reflexiones
Carrillo considera que hay muchas izquierdas, desde la socialdemocracia hasta el comunismo más duro. Me parece que sería más conveniente establecer una distinción entre comunistas, es decir, defensores de un modo de producción en el cual la fuerza de trabajo no sea una mercancía, y capitalistas, defensores de este modo de producción en el cual la fuerza de trabajo es una mercancía. Dentro de los defensores del capitalismo hay posiciones desde la extrema derecha hasta, pasando por los liberales y la socialdemocracia hasta la extrema izquierda (en la cual se incluye el progresismo), pero en todos estos casos comparten su posición de mantener el sistema capitalista. Dentro de los comunistas también hay tendencias, pero lo fundamental es establecer la distinción con relación la defensa de un modo de producción.
Carrillo nos dice que es un hombre de izquierdas, pero en la entrevista no precisó suficientemente de cuáles izquierdas; solo nos quedó claro que no es comunista duro ni blando. ¿Es social demócrata?
La tendencia de los políticos de izquierda a esconder sus posturas de izquierda. Es muy curioso que a políticos de izquierda no comunistas se les acuse todo el tiempo de comunistas. La oposición con todos sus aparatos tilda una y otra vez a Petro de comunista, sin serlo. La insistencia de Yamit Amad en el tema apuntaba claramente a caracterizar a Carrillo como un comunista, lo cual tuvo que negar enfáticamente. Al mismo tiempo, los comunistas en el Congreso hacen todo lo posible para que los vean como simples políticos de izquierda dentro de la vertiente progresista. ¿Se estaría refiriendo a estos políticos Carrillo al señalar que algunos se esconden y se matizan?
Carrillo no ha estudiado El Capital. Pero se resiste a la cosificación de los seres humanos, a la reificación de la que habló Marx y le preocupa que los seres humanos se hayan convertido en mercancías, temas abordados por Marx en los Manuscritos de 1844 y luego en una versión más elaborada en El Capital.
Realmente no todos los seres humanos se han convertido en mercancías. Los capitalistas no lo son, por el contrario, viven de comprar esta mercancía. Estrictamente hablando en el capitalismo ciertos seres humanos no se han convertido en mercancías, sino su fuerza de trabajo. Esto se aprende leyendo El Capital. Pero me parece relevante que Carrillo va al punto esencial: el capitalismo se basa en un hecho muy particular, el hecho de que la gran mayoría de las personas tienen que vender su fuerza de trabajo a los capitalistas para poder vivir: parte de los colombianos están forzados a vender su fuerza de trabajo a los capitalistas.
Este es un rasgo esencial de esta sociedad, la separación de las personas en dos grandes clases generales, la desigualdad fundamental origen de todas las desigualdades. Si el propósito político de Carrillo es suprimir una situación en la cual la fuerza de trabajo es una mercancía, está realmente muy cerca de la lección principal de Marx en El Capital y de un programa comunista. Debería profundizar en este camino.
Marx en El Capital explica teóricamente en qué consiste el modo de producción capitalista. Muestra su estructura esencial y sus leyes generales de movimiento. Explica cómo la fuerza de trabajo se convirtió en mercancía y cómo todo el sistema está basado en una relación entre capitalistas y trabajadores en la cual los primeros controlan la propiedad y extraen constantemente un excedente de valor y de producto a los asalariados. El DANE presenta en las cuentas nacionales los datos del excedente bruto de explotación que todos los años un puñado de capitalistas le exprime a más de 10 millones de asalariados. La teoría de Marx en El Capital muestra cómo la situación de fondo de la clase trabajadora no puede resolverse en el marco del capitalismo, por más intentos de reforma que se le hagan.
En un texto de pedagogía y agitación política dirigido a los trabajadores asalariados, basado en una conferencia dictada en 1863, titulado Salario, precio y ganancia, Marx explicaba la necesidad y deber de los trabajadores de luchar por mejorar sus salarios, pero al mismo tiempo señalaba los límites de una lucha que se quedara solamente a este nivel y planteaba la necesidad de que se organizaran políticamente para superar el capitalismo. Les sugería suprimir de sus banderas el mensaje de “por un salario justo” por el lema de “abolición del trabajo asalariado”.
Me pregunto, la posición de izquierda de Carrillo consiste en promover un salario justo y además la eliminación del trabajo asalariado, o solamente lo primero.
Yamid Amat no le preguntó a Carrillo por qué no ha estudiado El Capital a fondo. Lástima. La respuesta de Carrillo parece indicar un cierto sentimiento de culpa: no soy gran estudioso de los textos marxistas, soy amateur en temas de marxismo. Pero ¿por qué no es un estudioso más profundo de El Capital? No resulta muy convincente decir que por qué es diseñador y lo suyo es el arte o la literatura. Puede ser un estupendo diseñador y un gran artista, pero esto no es incompatible con estudiar El Capital.
No por gusto, no por ser un especialista, no por dejar de ser amateur. Sino porque si realmente está preocupado por la cosificación y la transformación de la fuerza de trabajo en mercancía, El Capital es la mejor herramienta para comprender el capitalismo y orientar la política para intentar su superación.
No encontré en Wikipedia la edad de Carrillo, pero debe tener alrededor de 42 años. Es un hombre joven. Todavía está a tiempo de estudiar El Capital. Valdría la pena que bebiera un poco más de esta obra, ojalá hasta embriagarse.
Alberto Maldonado Copello
Foto tomada de: Radio Nacional de Colombia
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