En Cartagena, primero, la increíble insensatez del funcionario que dio acceso al puerto y permitió bajar a circular por la ciudad a un grupo de turistas donde venían personas infectadas, fallando irresponsablemente en la prevención del contagio, cuando la capacidad de respuesta/manejo es muy limitada.
Sobre las otras dos pifiadas debo aclarar que estuve entre los que saludamos la llegada de Dau a la alcaldía como inaugurando una nueva era de honradez y eficiencia sin precedentes en Cartagena. Pero dos hechos muestran preocupantemente que: no es cierto del todo que su equipo esté conformado por profesionales competentes; y hay una actitud autoritaria irrespetuosa con los ciudadanos. Pareciera que algunos funcionarios no pueden manejar el nivel de complejidad de (según la funcionaria) seleccionar una oferta de pruebas y se deja tumbar recursos preciosos; o el terrible de organizar un pico y cédula. La mamadera de gallo con éste ha sido un abuso inverosímil con la ciudadanía: primero mueven las asignaciones por deporte (de manera que es un empleo de medio tiempo estar al día con la regulación vigente), lo hace en forma irracional tanto por los llamados errores (que crean la sospecha de que el funcionario a cargo tiene problemas de razonamiento numérico), como en los remedios para estos, creando la congestión a evitar por definición con 5 por turno e imponiendo abusiva y autoritariamente toques de queda injustificados dizque para enmendar! Pareciera que pensaran que los ciudadanos no tienen nada que hacer urgente en la calle y si se les pasa el turno con el caos, la brillante solución es privar a todos de poder a hacerlas imponiendo toques de queda a la bartola.
Ricardo Chica
Foto tomada de: Eluniversal.com.co
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