Pero es en Gaza que ese colonialismo como complicidad y apoyo al de los etnonacionalistas white supremacist que están colonizando a sangre y fuego el territorio de la nación palestina, que la perversión del colonialismo de occidente se manifiesta en toda su inmoralidad. Ese apoyo e incondicionalidad tiene dos variantes, la británica y la alemana. Desde las típicamente británicas promesas falsas a los árabes para obtener su apoyo contra los turcos y la Balfour Declaration mediante la cual el gobierno británico dispuso abusiva e ilegalmente del territorio de los palestinos para entregárselo a los judíos, hasta el apoyo y complicidad irrestrictos con los crímenes de Gaza Her majesty government ha adelantado una continuada guerra contra los palestinos (R Khalidi: The Hundred Years of War on Palestine: A History of Settler Colonialism 1917-2017). El sionismo se originó en Inglaterra involucrando gobiernos como el de Lloyd George antes de extenderse a USA en donde el sionismo evangélico tiene un enorme poder (obtuvo el reconocimiento por Trump de Jerusalén como capital).
El cheque en blanco para el fanático demencial Netanyahu que hace a USA cómplice con el crimen de genocidio que está siendo cometido en GAZA, resulta del control que este ejerce sobre la política exterior americana gracias a la influencia del poderosísimo Lobby judío (AIPAC agrupa a la elite conservadora) y de los sionistas evangélicos. Y puede resultar en una hecatombe o bien porque Netanyahu logre su tan buscada guerra USA-Irán (como resultado de atacar a Hezbbola), o por la ideología neo-con que ve a Irán como culpable de todos los males de la región (lo que no le agrada a Israel); la cual tiene sus raíces en la imposición del sanguinario sha (típico regime change por golpe de estado organizado por la CIA y MI6); el cual fue expulsado por la revolución islámica, la cual confrontó al imperialismo americano con actitudes como el secuestro de los diplomáticos. Desde entonces, avivada por Israel, ha crecido una obsesión enfermiza contra los iraníes que se ha manifestado en culpar a Irán por los ataques de los grupos que apoya en Iraq y en Siria contra las ilegales bases militares que USA ha impuesto en esos países; siendo que Irán tiene sobre esos grupos (así como sobre Hezbbolah, Hamas y los Houtis en Yemen) tanto control como USA tiene sobre Netanyahu. ¿Resultado? que se fortalece en USA la idea de bombardear a Irán (montada sobre fabricaciones como las ADM en Iraq); como si eso no fuera a desatar una respuesta que incendiaria a toda le región implicando ataques generalizados contra las bases y la flota americanas, Israel, los campos petroleros de SArabia, y un bloqueo del estrecho de Ormuz que desataría una crisis económica mundial de alcances no previstos por estos peligrosos American Hawks (eso si Israel no usa sus nukes).
Volviendo al sionismo militante y el racismo contra los árabes de los europeos, el otro caso, el de Alemania, sería algo inimaginable de no ser histórico tratándose de un compromiso constitucional del Estado y los gobiernos alemanes con la sobrevivencia y prosperidad del Estado de Israel. La cosa llega a extremos como que desde Merkel los políticos enuncian que este es la raison d’etre de Alemania y que medios y opinión publica defienden los crímenes de Israel en forma fanática; que en los contratos de los periodistas se estipula que no deben criticar estos crímenes: que la denuncia de estos es criminalizada, incluyendo palizas y cárcel para que él se atreva a manifestarla (Alemania defendió a Israel frene a la acusación de Sudáfrica). Un recoveco psicoanalítico de un ilógico extremista que señala a la culpa y su purga como los ejes de la política y la actitud alemanas al respecto, sin asomo de su tradicional racionalidad en ética política (Kant, Hegel, Habermas). Así la tenebrosa Sra. Baerbock puede oponerse a la ayuda humanitaria en Gaza y a un cese al fuego con una vehemencia aterradora sin ser siquiera cuestionada por la sociedad civil. Puede pues considerarse al genocidio de Gaza como el tercer genocidio agenciado por Alemania en poco más de un siglo, empezando por Namibia donde aniquilaron a los Herero y a los Nama, muchos de ellos (maestros de los israelitas) por deshidratación e inanición, siguiendo además el ejemplo de los británicos que establecieron (se inventaron los) campos de concentración (exterminio) pocos años antes también en África (guerra contra los Boer).
Los doble estándares en Gaza reflejan un racismo desatado contra los árabes; y frente a Ucrania, contra los rusos y los ucranianos. El racismo en el cual está fundado el Estado de Israel tiene su raíz y su apología en estos racismos, el segundo reflejando el viejo desprecio y ambición colonial frente a esos eslavos (esos simios o esos asiáticos en palabras de Churchill y de Truman) contra quienes han desatado tres agresiones antes de la actual. La irracionalidad de resquebrajar irreparablemente la relación con Rusia creando una situación económica y de seguridad absurdas no es solo sumisión a USA e influencia de Inglaterra, tiene profundas raíces racistas y socioculturales seguramente incluso desde el atraso de Rusia rezagada de la modernidad europea después de estar aislada bajo el control de los mongoles. Un racismo y un desprecio que alcanzaron su culmen en la crueldad y el salvajismo de la invasión nazi dirigida a exterminar a esa raza inferior y apropiarse de sus extraordinario recursos. Tal cual Israel con los palestinos.
Ricardo Chica
Foto tomada de: ABC
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