El lema de la cumbre de este año fue “Unir las manos para avanzar en la modernización y construir una comunidad de futuro compartido China-África de alto nivel”, lo que refleja la visión y ambición conjunta de China y África para avanzar hacia la modernización y el progreso mutuo.
El presidente de China, Xi Jinping anunció[ii], en el marco del foro, una contribución por US$50.700 millones en los próximos tres años, para profundizar la cooperación y el camino hacia la modernización del continente africano.
China anunció la política de cero aranceles para todas las líneas de exportación de los países menos desarrollados que mantienen relaciones diplomáticas con China, incluidos 33 países africanos, en el marco de una ruta de cooperación China – África para los próximos tres años. Esta ruta comprende 10 acciones enfocadas en impulsar el comercio, la infraestructura, la tecnología, la defensa, la soberanía alimentaria para combatir el hambre, el desarrollo industrial y la salud, orientando al continente africano hacia una modernización avanzada. Estas son las acciones:
- La Acción de Asociación para el Aprendizaje Mutuo entre Civilizaciones.
- La Acción de Asociación para la Prosperidad Comercial
- La Acción de Asociación para la Cooperación en la Cadena Industrial
- La Acción de Asociación para la Conectividad.
- La Acción de Asociación para la Cooperación al Desarrollo
- La Acción de Asociación para la Salud
- La Acción de Asociación para la Agricultura y los Medios de Subsistencia.
- La Acción de Asociación para los Intercambios entre Personas
- La Acción de Asociación para el Desarrollo Ecológico
- La Acción de Asociación para la Seguridad Común
La cooperación entre China y África representa un nuevo paradigma en las relaciones internacionales. Basada en principios de no injerencia en asuntos internos, respeto por la diversidad y la búsqueda de beneficios mutuos, esta asociación ha permitido a ambos continentes superar las limitaciones impuestas por el viejo orden unipolar que se resiste a desaparecer recurriendo a guerras hibridas como las que hoy se adelantan contra Rusia, China e Irán. En este contexto, China aboga por un mundo multipolar, equitativo y ordenado, así como por una globalización económica inclusiva que favorezca el desarrollo conjunto.
La estrategia de desarrollo de China y su impacto en la economía mundial
China ha experimentado un crecimiento económico sin precedentes en las últimas décadas, sacando a 850 millones de personas de la pobreza extrema[iii]. Su modelo de desarrollo, basado en una fuerte intervención estatal, el fomento de la economía productiva liderada por el desarrollo industrial, la ciencia y la tecnología, una moderna infraestructura y la apertura al comercio internacional, ha sido objeto de gran atención a nivel mundial. La Iniciativa de la Franja y la Ruta, lanzada en 2013, es un ambicioso proyecto de infraestructura que busca conectar a China con Asia, Europa y África, revitalizando las antiguas rutas de la seda. Esta iniciativa, que se propone compartir aspectos relevantes de este modelo de desarrollo, ha generado importantes inversiones, creado numerosos empleos y contribuido a la reducción de la pobreza. El modelo de cooperación de China ha suscitado simpatías en muchos países del sur global y críticas por parte de Estados Unidos y la Unión Europea, que han visto peligrar su influencia en un contexto de rechazo, por parte del sur global, a las relaciones de tipo colonial que el occidente colectivo busca mantener. Estas potencias han alegado una supuesta trampa de la deuda y posibles impactos ambientales negativos, acusaciones que China ha refutado, asegurando que tales afirmaciones no son ciertas, defendiendo los beneficios de su modelo de cooperación.
Por su parte, los BRICS, un grupo de economías emergentes que incluye a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y recientemente a Irán, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Egipto y Arabia Saudita, han ganado relevancia en la economía global. Las diferencias entre estos países en términos de sistemas políticos, culturales, niveles de desarrollo y prioridades políticas plantean que la cooperación a largo plazo, en medio de la diversidad, es posible si se respetan los principios de respeto a la soberanía de cada país y un trato igualitario en las relaciones.
Este bloque de países, al representar economías emergentes y en desarrollo, ofrece una alternativa a las economías avanzadas tradicionales y está promoviendo un enfoque más inclusivo y multipolar en el sistema económico global. Los BRICS vienen realizando significativas transformaciones en el comercio internacional, las inversiones y la política económica mundial.
En un seminario sobre la importancia de los BRICS y de la Iniciativa de la Franja y la Ruta para Colombia, realizado el pasado 29 de agosto[iv], la tercera secretaria de la embajada china en Colombia, Chen Ting, destacó que, tras 11 años, la IFR ha logrado atraer la participación de 152 países y 32 organizaciones internacionales. Esta iniciativa ha generado cerca de un billón de dólares en inversiones, ejecutado más de 3.000 proyectos, creado 420.000 empleos y sacado de la pobreza a unos 40 millones de personas, contribuyendo al desarrollo y prosperidad de los países involucrados. Según Chen, “aunque la Iniciativa de la Franja y la Ruta se originó en China, los beneficios y oportunidades que genera pertenecen al mundo entero”.
En cuanto a los BRICS, Chen Ting señaló que, en los últimos 20 años, los países emergentes y en desarrollo que conforman este bloque han contribuido al 80% del crecimiento económico global, aumentando su participación en el PIB mundial del 24% al 40%. En 2022, según la paridad del poder adquisitivo, los BRICS representaron el 31,5% de la economía mundial, superando el 30,7% del G7, y se espera que esta brecha siga creciendo hacia 2025. En este contexto, destacó que el “Sur Global”, liderado por los BRICS, ha dejado de ser la “mayoría silenciosa” y se ha convertido en una fuerza clave en la transformación del orden internacional.
Además, resaltó que la cooperación dentro de los BRICS ha promovido valores comunes como el desarrollo pacífico y la cooperación mutuamente beneficiosa, impactando positivamente no solo a los países miembros, sino también en la comunidad internacional, contribuyendo a la armonía entre civilizaciones y la integración multicultural.
La Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR) en Latinoamérica
China ha firmado acuerdos de cooperación en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta con 22 países latinoamericanos, lo que representa el 66,7% del total de países en la región. Entre los proyectos realizados destacan el parque solar fotovoltaico Cauchari (Argentina), la construcción de la central nuclear Atucha III (Argentina), la renovación del Ferrocarril Belgrano Cargas (Argentina), el proyecto hidroeléctrico Coca Codo Sinclair (Ecuador), el Aeropuerto Internacional de Manta (Ecuador) y el puerto de Chancay (Perú).
China ha participado en la construcción y mejora de carreteras y puentes en Bolivia, como la carretera entre Cochabamba y el Chapare. Además, la cooperación incluye la provisión de maquinaria y equipos de construcción. China ha invertido significativamente en infraestructura energética y vial en Venezuela, construyendo plantas eléctricas y participando en la mejora de carreteras. Aunque muchos de estos proyectos están ligados a acuerdos de intercambio de petróleo, forman parte de la estrategia de cooperación bajo la IFR.
La IFR de China en América Latina se ha centrado en proyectos de infraestructura energética (hidroeléctricas, energía solar y nuclear), transporte (carreteras, ferrocarriles y puertos) y desarrollo logístico, facilitando la expansión del comercio entre Asia y América Latina.
Colombia debe aprovechar las oportunidades de la IFR con China
China se ha consolidado como el segundo socio comercial de Colombia y la mayor fuente de inversión proveniente de Asia. Las relaciones económicas y comerciales entre ambos países han mostrado un desarrollo acelerado, con más de 100 empresas de capital chino presentes en Colombia. Destacan proyectos de gran envergadura, como la Primera Línea del Metro de Bogotá, que está siendo construida por China Harbour Engineering Company (CHEC), filial de China Communications Construction Company, y el Regiotram de Occidente. Este último es un tren eléctrico para el transporte regional de pasajeros, que conectará los municipios de Funza, Mosquera, Madrid y Facatativá con Bogotá, operando tanto en zonas suburbanas como urbanas. La empresa encargada de la construcción y operación del Regiotram de Occidente es el consorcio chino Civil Engineering Construction Corporation (CECC). Además, la farmacéutica china Sinovac está desarrollando BogotáBIO, la primera fábrica de vacunas y productos farmacéuticos en Colombia. Capital y empresas chinas también participan en proyectos como el metro ligero de Medellín y la terminación de la hidroeléctrica de Hidroituango, que ha enfrentado problemas técnicos durante su construcción.
Si Colombia decide participar en la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR), se abrirían aún más oportunidades de cooperación. El nivel de colaboración y las sinergias para el desarrollo de ambos países se fortalecerían, permitiendo aprovechar las ventajas complementarias de Colombia en términos de necesidades de desarrollo y de China en tecnología, experiencia e inversión
Colombia en los BRICS: beneficios y desafíos
La solicitud de ingreso de Colombia a los BRICS, como lo anunció el presidente Petro[v], traerá importantes beneficios económicos y comerciales para el país, si se logra su aceptación. Entre ellos, podemos destacar los siguientes: acceso a un mercado emergente en franco crecimiento, atracción de inversión extranjera directa para proyectos empresariales y de infraestructura, que podrían financiarse con el apoyo del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), y cooperación en investigación y desarrollo que los BRICS vienen promoviendo en áreas como la agricultura, la energía y la biotecnología.
Por otra parte, Colombia podría ganar mayor influencia en el escenario internacional al formar parte de un bloque de países emergentes que desempeña un papel importante en las tendencias globales alternativas y en la definición de nuevas reglas comerciales y financieras, dentro de las cuales destacan los procesos de desdolarización y la creación de un nuevo sistema monetario internacional, con una nueva moneda de reserva vinculada a la economía productiva.
La decisión de unirse a los BRICS y a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR) sería, sin lugar a dudas, vista con recelo por parte de Estados Unidos y la Unión Europea, en el contexto de las tensiones geopolíticas y comerciales que se mantienen con China y Rusia. Sin embargo, es un ejercicio de soberanía que debemos ejercer, sin que ello implique asumir una postura en contra del bloque económico occidental, sino con la perspectiva de diversificar nuestras relaciones políticas, económicas y comerciales para contribuir al desarrollo y prosperidad de nuestro pueblo.
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[i] https://espanol.cgtn.com/news/2024-09-06/1831866992042491906/index.html
[ii] https://www.youtube.com/watch?v=JERc97Db6io
[iii] https://espanol.cgtn.com/news/2023-04-28/1651872534858371073/index.html
[iv] https://www.youtube.com/watch?v=FKxVyDz8J5s&t=6147s
[v] https://www.elespectador.com/politica/petro-le-pidio-a-lula-promover-la-entrada-de-colombia-a-los-brics-esto-respondio-el-presidente-de-brasil/
Carlos Julio Diaz Lotero
Foto tomada de: https://cnnespanol.cnn.com/
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