Un estudio del Instituto Paulse Institute (1) mostró que para el 2019 la inversión mundial en biodiversidad era de 124 billones y 143 billones de dólares anuales frente a una necesidad que oscila, entre 722 y 967 billones por año. Una propuesta importante de Colombia para la COP climática es el canje de servicios ambientales por deuda externa. Esto se ha dado en Ecuador, en donde han recibido canje por 1 billón de dólares para proteger la isla galápagos, en el caso de Colombia sería el canje a cambio de la protección del Amazonas que es una reserva natural del mundo.
Las metas de Colombia en la actual COP, para el 2030, es completar 5 millones de hectáreas reconvertidas a modelos productivos sostenibles (en la actualidad existe un millón), aumentar la inversión económica en biodiversidad al 3% del PIB, hoy está en el 0,8% y que el 34% del territorio se encuentre en el sistema nacional de áreas protegidas, hoy sólo está el 24%. Otro reto es la financiación directa a los pueblos indígenas que han respondido por el 80% de conservación de bosques y selvas, bajo la premisa de que es más eficiente el resguardo indígena en este objetivo que la figura de parque natural. Otro punto importante, dado por la gestión colombiana, es la inclusión de las poblaciones afrodescendientes en la conservación ambiental.
Otro objetivo de la COP16 tiene que ver con destrabar la Secretaría General de la otca, organización del tratado de cooperación de los países amazónicos, que le corresponde a asumir a Colombia, pero se requiere desentrabar la postura de no veto de Perú, dadas las diferencias políticas con el presidente de Colombia por el golpe de Estado allí perpetrado contra el presidente electo Pedro Castillo. En síntesis, las 8 metas que deben resolver la COP16 de Cali son: Los planes de acción de cada país, financiación de la protección de la biodiversidad, canje de duda por servicios ambientales, acceso a los beneficios de los recursos genéticos, acuerdo de paz con la naturaleza, fondos directos para las comunidades indígenas, inclusión de las comunidades afrodescendientes y destrabar la secretaría general de la Otca.
Para tener un contexto científico y técnico de la COP16, el panel científico independiente WWW, una ONG internacional observadora de la COP, ha generado un informe denominado Planeta Vivo 2024 (2), que muestra la situación actual de la biodiversidad y un conjunto de propuestas para superar la crisis de la pérdida de la misma en el mundo.
De acuerdo a WWW, en los últimos 50 años (1970-2020), el tamaño medio de las poblaciones de fauna silvestre analizadas se ha reducido en un 73 %, las especies de agua dulce son las que han sufrido el mayor declive, con una caída del 85 %, seguidas de las terrestres (69 %) y las marinas (56 %).
Dice el informe que, en las regiones, los descensos más rápidos se han observado en América Latina y el Caribe —un preocupante descenso del 95 %—, seguidos de África (76 %) y Asia y el Pacífico (60 %).
El debilitamiento y la pérdida de hábitats, impulsada principalmente por el sistema alimentario vigente, es la amenaza más señalada en cada región, seguida de la sobreexplotación, las especies invasoras y las enfermedades. La preocupación radica en aquello que se llaman puntos de inflexión, en donde la afectación de una especie o un ecosistema, afectaría el equilibrio del planeta, un ejemplo de esto es que la muerte masiva de los arrecifes de coral destruiría la pesca y la protección contra las tormentas para cientos de millones de personas que viven en las costas. Otro punto de inflexión es la selva amazónica, que liberaría toneladas de carbono a la atmósfera y alteraría los patrones climáticos en todo el planeta. En ese sentido, el punto de inflexión podría estar en el horizonte, con sólo la destrucción del 20-25 % de la selva amazónica, y se calcula que ya se ha deforestado un 14-17 %.
Las naciones del mundo se han fijado objetivos mundiales para un futuro próspero y sostenible, como detener y revertir la pérdida de biodiversidad (en el marco del Convenio sobre la Diversidad Biológica, CDB), limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C (Acuerdo de París), erradicar la pobreza y garantizar el bienestar humano (Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS). No obstante, a pesar de estas metas ambiciosas a nivel mundial, los compromisos nacionales y las acciones están muy por debajo de lo necesario, entre otras cosas, porque uno de los problemas centrales de las COP es que los compromisos no son vinculantes.
En ese contexto, los expertos recomiendan que deben llevarse a cabo tres transformaciones centrales, la del sistema alimentario, la del sistema energético y la del sistema de financiamiento.
En cuanto al tema alimentario, se calcula que unos 735 millones de personas en el planeta se acuestan con hambre cada noche. La producción de alimentos es uno de los principales motores del declive de la naturaleza, en esta producción se utilizan el 40 % de toda la tierra habitable, es la principal causa de pérdida de hábitats, implica el 70 % del uso del agua y genera más de una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Esto implica que los Estados deberían adoptar medidas para generar producción de alimentos de manera sostenible con la naturaleza, garantizar una dieta nutritiva a la población mundial, evitar la pérdida de alimentos, dado que el 40% de los alimentos que se producen nunca se consumen.
En cuanto a la transformación del sistema energético, se debe sustituir rápidamente los combustibles fósiles por energías renovables para reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a 2030, y mantener el objetivo de aumento de la temperatura terrestre en 1,5 °C. La transición energética debe ser rápida, ecológica y justa, y situar a las personas y a la naturaleza en el centro de la transformación.
El informe recomienda que en los próximos cinco años se debe triplicar las energías renovables, se debe duplicar la eficiencia energética, electrificar entre el 20 y el 40 % de los vehículos ligeros y modernizar las redes energéticas. Esto implica triplicar la inversión, que debe aumentar de 1,5 billones de dólares en 2022 a por lo menos 4,5 billones anuales en 2030. Esta transición debe ser coherente y justa con la naturaleza. El que sea justa implica comprender que, más de 770 millones de personas siguen sin tener acceso a la electricidad y casi 3.000 millones continúan quemando queroseno, carbón, madera u otro tipo de biomasa para cocinar. Esto lo que muestra es la falta de acceso a soluciones modernas de energía renovable, lo que contribuye de forma significativa a que se produzca y se mantenga la pobreza, la deforestación y la contaminación del aire en espacios cerrados.
En cuanto a la transformación del sistema financiero, el informe revela que más de la mitad del PIB (55 %), es decir, unos 58 billones de dólares, depende moderada o intensamente de la naturaleza y sus servicios. No obstante, nuestro sistema económico actual tiene una valoración casi nula de la naturaleza, impulsando la explotación insostenible de los recursos naturales, la degradación del ambiente y el cambio climático.
Se mantienen pagos directos, incentivos fiscales y subvenciones que agravan el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas se estiman en casi 7 billones de dólares al año, que se dirigen a este tipo de subvenciones. En comparación, los flujos financieros para las soluciones basadas en la naturaleza ascienden a sólo unos 200.000 millones de dólares al año. Es el caso de Colombia en donde en el gobierno de Iván Duque hizo una onerosa subvención al Diesel.
El panel técnico señala, que sólo con el redireccionamiento del 7,7% de los flujos financieros dirigidos a la degradación de la naturaleza, se podría cubrir el déficit de las soluciones basadas en la naturaleza, de igual manera, la transición a un sistema alimentario sostenible necesita un enorme aumento del gasto: hasta 390.000-455.000 millones de dólares anuales de fuentes públicas y privadas, mucho menos que lo que los gobiernos gastan cada año en subvenciones agrícolas perjudiciales para el medio ambiente.
Por último, es importante señalar que lo que ocurra en los próximos 10 años determinará el futuro de la vida en la tierra. Las COP son importantes en tanto obligan a los Estados a fijar metas y acuerdos para conservar la biodiversidad y detener la crisis climática, pero estos deben ser acuerdos vinculantes para que haya eficacia política en una acción global que implica sobrevivencia del planeta y de la especie humana.
Nos encontramos entonces en frente de uno de los problemas mayores que haya enfrentado la humanidad en toda su historia. El cambio climático amenaza seriamente con la extinción de la vida en el planeta y una de las consecuencias más inmediatas es la pérdida de la biodiversidad que marcha aceleradamente como lo hemos señalado. Es obvio que se requieren cambios urgentes para hacer frente a esta problemática, por una parte se requiere que los movimientos sociales y la sociedad civil demanden con su movilización, pero también con el desarrollo de medios de comunicación que desbloquee la narrativa de los medios corporativos que ocultan la información científica sobre los riesgos y la crisis y sus consecuencias sobre la vida en el planeta y el peligro de su extinción, con poderosos instrumentos pedagógicos para que la población y las mayorías tomen conciencia de la crisis generada por un modelo de desarrollo y de acumulación insostenible en un mundo finito y con recursos naturales limitados. No es posible la acumulación depredadora que nos conduce al abismo. Pero al mismo tiempo la sociedad civil y sus movimientos sociales deben exigir a sus gobiernos la fijación de metas traducidas en políticas públicas universales con financiamiento adecuado y subvenciones a los países pobres para una acción decidida y urgente para enfrentar el aumento de la temperatura en la superficie terrestre. Los espacios gubernamentales que son precisamente las COP tanto del cambio climático como de la biodiversidad deben llegar a acuerdos vinculantes con mecanismos de monitoreo y evaluación como también con un régimen de sanciones por el incumplimiento de las mismas. La crisis requiere medidas urgentes y planes reales para la sustitución de los combustibles fósiles que son la principal fuente de energía en el modelo de acumulación actual para dar paso a la utilización de fuentes de energías limpias. Mientras ello no se de la crisis seguirá su marcha y los desarreglos climáticos afectarán de manera catastrófica a la humanidad.
- https://www.paulsoninstitute.org/wp-content/uploads/2020/10/Updated-10.23.20-FINANCING-NATURE_Exec.-Summary_Final-with-endorsements_101420.pdf
- Planeta Vivo 2024: Un Sistema en Peligro. WWW, 2024
Carolina Corcho Mejía, Exministra de salud, médica psiquiatra
Foto tomada de: Infobae
Hernan Pardo Silva says
Apreciada Dra. Carolina, le agradezco este resumen de la problemática ambiental nacional y mundial y la exposición clara y concisa sobre las COP. No he podido explicar convincentemente el hecho de que nuestra violenta y deshumanizada historia contemporánea haya dejado mas del 40% del país desmontado, en su mayoría sembrado en pastos en proceso de erosión, pero que eso nos permitiría contar con unos activos suficientes para superar la pobreza, si lográramos reparar nuestra naturaleza evolucionando a una producción agropecuaria ecológica e industrializada.
Esos grandes activos son los suelos en ganadería extensiva que contamina y degrada, casi 40 millones de hectáreas, y las aguas que descienden por las 6 vertientes de nuestros Andes mas las de la Sierra Nevada de Santa Marta. Los suelos son reconocidos como capitalización primaria y las aguas descendentes es hora de que también lo sean, servirían de garantía para obtener préstamos de desarrollo en pesos y en divisas, para crear el sistemas nacional de riego, acueducto, navegación, acuicultura, generación hidroeléctrica, etc. que haría viable una agro-ecología industrializada con energías limpias para incubar millones de fincas campesinas y miles de haciendas que generarían mas de 5 millones de empleos y aumentaría mas de 10 veces la producción actual. La asistencia técnica del gobierno debe evolucionar a gestión temporal de grandes emprendimientos. Pueden ver algunos detalles en: https://hernanpardosilva.blogspot.com/2022/06/el-infantilismo-verde-puede-torpedear_11.html
María Leonor Forero Mateus says
Dra. Carolina es todo un desafío enfrentar el cambió por qué lo definido allí no es vinculante y los daños se continúan produciendo.
Nos toca cada uno aportar desde su hogar trabajó y lugar dónde estemos.
Gracia