1. Bosquejo general
En Colombia hay que hablar de “cambio ecológico” no de transición energética, que es el cuento que nos han inventado los europeos.
Para 2021, en el cuadro 1 se presenta como se distribuyen las Emisiones de Gases de Efecto Invernadero-GEI en Colombia, que es lo que debemos considerar, que comprende las emisiones de CO2, metano y óxido nitroso.
Se ve claramente, que las emisiones de CO2 por el uso de combustibles explican el 33,32% del total, las de metano el 27,53%, las de óxido nitroso el 7,96% y las de CO2 producido por actividades diferentes al consumo de combustibles el 31,19%.
Primera conclusión: las emisiones de GEI provienen en un 66,68% de consumos que no tienen que ver con los combustibles.
2. Los mayores emisores de GEI se encuentran en el uso de la tierra y la agricultura
En el cuadro 2 se hace una desagregación de las emisiones por sectores.
Se ve claramente, que el sector que produce más emisiones está en:
a) El uso de la tierra (deforestación) con 30,23% del total,
b) seguido por el sector agropecuario con 23,71%
c) el sector transporte en su totalidad con el 13,42%
d) las electricidad y calor con 7,38%
e) residuos con 6,33%, y
f) el resto de los sectores el 18,93%.
Según XM, la operadora del sistema interconectado, las emisiones del sector eléctrico no pasan del 4,0%.
Segunda conclusión. El problema no es el sector eléctrico.
Obsérvese que toda la discusión del gobierno de Gustavo Petro e Iván Duque (y en esto hay continuidad), así como de los ambientalistas radicales (tanto los que dicen ambientalistas sin haber estudiado como los profesionales) hablan de transición energética, concentrada en el sector eléctrico y se la pasan hablando de energías solar y eólica.
3. Las emisiones por combustibles fósiles
En el cuadro 3 se presentan las emisiones debidas al uso de combustibles en 2021, 91,69 millones de toneladas de un total de 275,19 millones de toneladas, que equivalen al 33,32%.
De ese total, el petróleo representa el 18,15% de las emisiones, el gas natural el 8,45%, el carbón con el 4,37%, la producción de cemento el 2,13% y la quema de gas (flaring) el 0,23%.
Ahora, si se elimina las emisiones por la producción de cemento que no tienen que ver con el consumo de combustibles sino con el proceso productivo, las emisiones del sector de energía representan el 31,29% y el resto, el 68,71% no tienen nada que ver con consumo de combustibles.
Tercera conclusión: el problema del cambio climático en Colombia no está centrado en el sector de energía.
4. La solución en el sector transporte durará decenas de años
En verdad, en el sector de transporte se encuentra el nudo gordiano del consumo de combustibles y de las emisiones de CO2 de 13,42%, de ahí que este sector es el que hay que dedicarle atención, lo que no ocurre en Colombia por la ideología eurocéntrica dominante en Colombia cuyos exponentes tienen una fijación obsesiva en el sector eléctrico equivocadamente confundiendo al país con Europa.
Mientras se desarrolla el carro eléctrico por mejoras en la tecnología y reducción de costos se pueden tomar otras medidas
Por otra parte, se olvidan de que hay un problema de congestión.
Hay las siguientes ´posibilidades para el corto y mediano plazo.
- Más sistemas de transporte público
- Mejores vías nacionales, regionales y rurales
- Normas sobre consumo de combustibles
- Un parque automotor más moderno
- Desincentivar el transporte de pasajeros con impuestos altos
- Mejor planeación urbana
- Avanzar en transporte férreo
- Avanzar en transporte vial
5. Atacar consumo de carbón en el sector industrial por más gas natural
El consumo de carbón en Colombia es muy bajo, ya que no explica sino el 4,37% de las emisiones. Se utiliza para las termoeléctricas y en el sector industrial para la producción de calor y vapor. Realmente es un problema menor.
6. Más hidroeléctricas
La ceguera de los eurocentristas y de sus seguidores colombianos los lleva a olvidar el papel fundamental de la hidroelectricidad en Colombia, el recurso más abundante después de la energía solar.
El sector eléctrico colombiano es de los más sostenibles del mundo. Aunque se pueden instalar plantas solares y eólicas, siempre será necesario un soporte para dar confiabilidad al sistema. Desde el punto de vista ambiental, es preferible montar hidroeléctricas e ir sustituyendo las térmicas de gas natural y carbón, que dan lugar a emisiones de CO2.
Hay una posición contra las hidroeléctricas que viene desde el gobierno de Iván Duque y aún de antes. El presidente Juan Manuel Santos privatizó ISAGEN en 2016, la empresa pública de generación. Se sabe que los privados no construyen hidroeléctricas por su largo proceso de maduración porque ellos prefieren proyectos que den beneficios rápidamente, como termoeléctricas o proyectos eólicos y solares.
Se han perdido diez años para pensar en nuevas hidroeléctricas. Se necesita crear una empresa nacional de generación. Infortunadamente está posibilidad no se ve posible como realidad en el corto plazo, así que nuevos proyectos hidroeléctricos no podrán ser realidad sino después de 2035, teniendo en cuenta que estos duran entre seis y ocho años para que entren en funcionamiento.
Entonces, para satisfacer la demanda de energía eléctrica se tendrá que recurrir necesariamente a plantas térmicas de gas natural y carbón para complementar, es decir, dar firmeza o confiabilidad, a parques solares y eólicos.
Cuarta conclusión: Colombia es un país rico en hidroenergía que no construye hidroeléctricas por ceguera ambientalista
7. Mejorar la eficiencia
Una estrategia que puede implementarse ya es la de mejorar la eficiencia del sector energético que los estudios muestran que existe un potencial de 25% de reducción o ahorro de energéticos de diferente tipo.
8. Colombia no es Europa
En Europa las emisiones del sector de energía llevan a explicar hasta el 88,0% de las mismas, de las cuales el 30,0% por lo menos en el sector eléctrico.
Pero el eurocentrismo del gobierno de Petro, de Duque y de sus ambientalistas, confunde las dos situaciones sin mirar las cifras.
9. Romper con el eurocentrismo y atacar el colonialismo verde
Para una verdadera estrategia de cambio climático para Colombia hay que romper con el eurocentrismo y el colonialismo verde.
10. Conclusiones
Las emisiones GEI se concentran así:
- El sector de energía no es el problema de las emisiones de GEI en Colombia, ya que explica solamente el 31,29% de las mismas. Esto no significa olvidarse de las emisiones en este sector, sino de dejar la obsesión compulsiva por el sector eléctrico, y ver dónde están los verdaderos problemas.
- El nudo gordiano de las emisiones de GEI se localiza en la deforestación y el sector agrícola con el 53,94% de las emisiones.
- El sector eléctrico representa solamente el 4% de las emisiones de CO2
- El transporte da lugar al 13,42% de las emisiones de GEI
- El carbón debe desaparecer paulatinamente
- Mientras se llega a una electrificación del transporte que va a durar decenas de años, se pueden tomar medidas para reducir los impactos sobre el ambiente
- Hay que olvidarse del eurocentrismo y combatir el colonialismo verde.
Conclusión General: El problema del cambio ecológico en Colombia no está en el sector eléctrico.
Nos vendieron la idea de la transición energética que es relevante para los países colonialistas e imperialistas de Europa y países anglosajones, pero no para Colombia.
MÁS QUE TRANSICIÓN ENERGÉTICA DEBEMOS HABLAR DE CAMBIO ECOLÓGICO.
Diego Otero Prada, Presidente de la Asociación Colombiana de Economía Crítica-ACECRI y vicepresidente de la junta directiva de la Academia de Ciencias Económicas-ACCE
Foto tomada de: El Diario Boyacá
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