Sigue el decrecimiento de contagiados y muertos diarios, pero no se llega aún a los valores mínimos de la segunda ola, pero si de los de la primera ola.
Hay que tener en cuenta que los picos de la segunda ola fueron bastante altos con relación a los de la primera ola.
La variante delta
Se habla mucho de la variante delta con afirmaciones de terror, propio de los apocalípticos que siempre hemos tenido en esta pandemia que han incidido en el mal manejo de esta en Colombia.
La variante Delta fue identificada por primera vez en India en diciembre de 2020. Son características las de una mayor transmisibilidad que otras variantes y da lugar a más casos de hospitalización. Un individuo con esta variante puede infectar a ocho o nueve personas, en comparación con otras variantes que contagian a una o dos personas.
Produce síntomas fuertes de dolor de estómago, náuseas, vómitos, pérdida de audición y dolor en las articulaciones. Infecta a los vacunados, pero los que no están vacunados tienen probabilidades más altas de infectarse.
No parece ser más mortífera, pero al aumentar el número de casos, a pesar de la menor tasa de mortalidad, aumentan los muertos.
En Colombia, el primer caso se dio el 24 de julio en Cali, fue de una persona que venía del exterior.
Siguen bajando los infectados diarios a nivel nacional
Para el 10 de agosto se llegó a una cifra promedio de siete días de 5.568, por debajo del mínimo de la primera ola de 6.684 que se dio el 19 de octubre de 2020, pero por encima del valor de la segunda ola que fue 3.253 el 9 de marzo (gráfico 1).
Esto se explica porque los picos de la primera y segunda ola fueron muy diferentes: para la primera ola de 11.549 infectados diarios y para la segunda ola de 17.857, en comparación con 31.256 para la tercera.
En la última semana, los infectados diarios cayeron de 8.601 el 3 de agosto a 5.562 el 10 de agosto, una reducción de 53,33 %. Se espera que para las dos próximas semanas siga la disminución que se viene dando desde el 28 de junio de 2021.
Los muertos también se reducen
Los muertos diarios bajaron de 286 a 183 del 3 al 10 de agosto, todavía por encima de los mínimos de 158 del 10 de octubre de 2021 de la primera ola y de 99 del 16 de marzo de 2021 de la segunda ola.
La disminución de los muertos diarios ha sido muy importante en Bogotá, al llegar a 25 muertos diarios el 9 de agosto, en comparación con 26 y 14 muertos en los puntos mínimos de las primera y segunda ola. De una participación en el total nacional de muertos de 31,0% en el pico de la tercera ola, bajó a 13,0% el 10 de agosto, valor un poco por encima del punto mínimo de la segunda ola que fue de 10,0 % el 13 de abril.
Similarmente, la proporción de los muertos diarios en Antioquia, Valle del Cauca, Santander, Cundinamarca, Barranquilla, Santa Marta, Cesar y Córdoba han reducido su participación en el total nacional. Estas regiones con Bogotá bajaron la participación nacional de 50,5% a 46,0 5 del 3 al 9 de agosto, continuando la tendencia que se viene dando desde el 18 de abril cuando representaban el 80,1%, por el alto número de muertos que se estaban produciendo en Antioquia, Barranquilla y Bogotá.
Ya casi todas las regiones muestran decrecimientos en contagiados diarios
Para el 10 de agosto de 2021, de 33 regiones, cinco todavía muestran incrementos diarios en los infectados, aunque en valores pequeños, que son: Bolívar, Meta, Nariño, Sucre y Vaupés.
En la gráfica 2 se presenta la evolución de los contagiados diarios del 1 de febrero al 10 de agosto para el total nacional (línea gris), Bogotá (línea roja) y el resto del país (línea azul). Se observa como la diferencia entre el resto del país y Bogotá ha venido disminuyendo desde el 28 de junio, con respecto a los meses anteriores, lo que significa que la tasa de decrecimiento de los infectados diarios para el primer bloque ha sido más rápida que en el período de ascenso.
No obstante lo anterior, la participación de Bogotá ha venido disminuyendo en el total nacional de 32,0 % el 28 de junio a 23,2 % el 10 de agosto, porque su tasa diaria de disminución ha estado más rápida.
Mejoran los recuperados
El 4 de agosto se superó el máximo de recuperación de 95,8% que se tuvo el 12 de mayo de 2021, terminando el 10 de agosto con una tasa 96,2 %
La vacunación diaria supera las 350.000 personas.
Si se supone que el total de dosis de 30.244.611 aplicadas hasta el 7 de agosto comprende dos dosis por persona, se tendría que el 29,48% de los colombianos ya estarían en esta situación el 7 de agosto. Por regiones la situación es muy variada (cuadro 1)
Bogotá tiene el mayor porcentaje de vacunados, seguido por Antioquia, Valle del Cauca, Cundinamarca, Santander, Atlántico y Bolívar, muy de acuerdo con el tamaño de la población de estos territorios.
En cuanto a la tasa de vacunados con respecto a la población, en primer lugar, se encuentra San Andrés y Providencia con 46,33%, seguido por Amazonas con 39,32%, Boyacá con 36,25%, Bogotá con 36,07%, Quindío con 35,75%, Risaralda con 34,37%, Antioquia con 32,85% y Caldas con 32,59%, En el resto de los departamentos, 18 tienen porcentaje entre 20,0% y menos de 30,0%, entre los cuales se encuentran Cundinamarca, Bolívar, Magdalena, Guajira, Sucre y Córdoba. Siete departamentos tienen cifras por debajo de 20,0%, que son Cesar, Cauca, Chocó Caquetá, Putumayo, Vaupés y Vichada.
Siguen pruebas bajas
Del 3 al 10 de agosto, el promedio de pruebas diarias fue de 67.212, con tendencia decreciente.
Conclusiones
Ya van 43 días de reducción de los infectados diarios desde el 28 de junio de 2021. Faltarían siete días para tener una etapa descendente igual a las de la primera y segunda ola, es decir, hasta el 17 de agosto. Prevemos que, en esta ola, la etapa decreciente vaya más allá, hasta mediados de septiembre o más, antes de iniciarse el cuarto ciclo. Para esa fecha, entre un 48,0% y 50,0% de los colombianos deben estar vacunados con la segunda dosis, porcentaje que debe permitir atenuar la cuarta ola.
Muy grave la reducción en las pruebas, que es la gran falla para combatir la pandemia que ha cometido este gobierno, desde que comenzó en marzo de 2020, lo que obligó a tomar las medidas super restrictivas que acabaron con la economía, más allá de lo necesario. Pero, no solo hay pocas pruebas, sino que n existe ninguna estrategia de trazabilidad y aislamiento de los posibles contagiados.
Diego Otero Prada, Presidente de la Asociación Colombiana de Economía Crítica-ACECRI y miembro de Número de la Academia de Ciencia Económicas-ACCE
Foto tomada de: https://www.elpais.com.co/
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