Es una causa imprecisa. En la misma Constitución se encuentran la garantía de derechos universales y al mismo tiempo restricciones para su efectivo cumplimiento. A partir de la misma Constitución se aprueban y ejecutan leyes neoliberales o se realizan acciones de intervención del Estado a favor de los sectores más pobres de la sociedad. Decir que uno es partidario de la Constitución no aclara mucho, es necesario especificar un poco más. Por ejemplo, la adhesión a dicho faro ideológico:
- ¿Se refiere al texto aprobado en 1991 solamente o también a las diversas reformas constitucionales?
- ¿Se refiere al texto completo o solamente a algunas de sus partes?
- ¿Está de acuerdo con las transferencias a las entidades territoriales que originalmente les otorgaban a las entidades territoriales una mayor participación de recursos nacionales para financiar prioritariamente educación o salud o con la reforma constitucional de 2001 que cambió la fórmula de cálculo y redujo la magnitud y proporción de los recursos?
- ¿Está de acuerdo con la Constitución de 1991 sin sostenibilidad fiscal o está de acuerdo con la Constitución con sostenibilidad fiscal?
- ¿Está de acuerdo con los artículos constitucionales que promueven la privatización de los servicios o no está de acuerdo con ellos?
Como puede verse, en el propio marco de la Constitución pueden surgir diferencias relevantes, en el marco del sistema vigente, que implican tomar partido por una u otra posición con relación a la organización del Estado y sus actuaciones.
Juanita León, de otra parte, manifiesta su adhesión a algunos ideales pero la Constitución no solamente es un ideal: expresa y organiza jurídicamente un conjunto de realidades. Por ejemplo reconoce y sanciona jurídicamente la propiedad privada de los medios de producción y el trabajo asalariado. Estas instituciones no las crea la Constitución pero las reconoce como una realidad existente y les da por tanto un soporte fundamental. El trabajo asalariado es la característica básica de una sociedad capitalista, que consiste en una diferencia sustancial entre las personas: unas son dueñas del capital (el dinero, los medios de producción), otras solamente cuentan con su fuerza de trabajo para vivir y necesariamente están obligadas a vender su fuerza de trabajo a los capitalistas. No tienen otra opción para conseguir los medios de vida. Al aceptar esto la Constitución entra en contradicción con el principio de que todas las personas son iguales ante la ley y gozan de los mismos derechos.
La Constitución colombiana en su artículo 17 prohíbe la esclavitud y la servidumbre en todas sus formas, pero no prohíbe el trabajo asalariado, el fundamento del capitalismo. Por tanto, es una Constitución pro capitalista, lo cual se refuerza en otros artículos. En este sentido, el faro ideológico de La Silla Vacía es el capitalismo. La Silla Vacía toma políticamente partido por el capitalismo; puede ser que no esté inscrita en ningún partido político, pero su posición política es claramente la defensa del capitalismo. Una cosa es la división entre izquierda, centro y derecha dentro del capitalismo, otra la división entre capitalismo y socialismo.
Le preocupa a Juanita León la extrema polarización del país que conduce a conflictos dentro de los cuales los medios de comunicación se ven inmersos y pueden terminar siendo atacados por posiciones tanto de derecha como de izquierda. Señala que en la misma Semana fueron acusados de ser izquierdistas por un periodista de derecha y por ser un partidario del uribismo, por parte de un periodista progresista (no sé si calificarlo de izquierda). Juanita León solo ve la polarización entre izquierda, derecha y centro (donde parecería ella su ubica), en el marco del capitalismo. Su horizonte analítico no ve la polarización más amplia que existe entre capitalismo y socialismo, que se refiere no a las diferencias en cuanto a la gestión del capitalismo, sino a las diferencias entre dos formas diferentes de organización económica y social.
Dentro de este segundo espectro, Juanita León y La Silla Vacía ya tomaron partido: están en el bando de los capitalistas. Luego su afirmación inicial puede precisarse: La Silla Vacía si toma partido, no solo por un ideal, sino por una realidad existente.
Pero se trata de una toma de partido que no parecería ser consciente. Juanita León se mueve solamente en el marco del capitalismo y no concibe por tanto que aunque no lo diga expresamente, está adoptando una posición política clara en este punto. Es igual que la Constitución colombiana: en sus 380 artículos no menciona una sola vez la palabra capitalismo, pero es básicamente la Constitución de una sociedad capitalista.
Juanita León intenta establecer una distinción entre reportería (sic), como una actividad objetiva que solamente se enfoca en los hechos y se aísla de los prejuicios y preferencias. Se refiere a la verdad y a la valoración de lo que es verdad, en una perspectiva muy limitada, solamente con relación a los datos; afirma que La Silla Vacía trata de generar información basada en hechos sin comprometerse con una orilla ideológica; se propone hacer un periodismo construido sobre la reportería y los datos, sin dejarse llevar por las emociones y la militancia ideológica. Pero acepta que si tiene un faro ideológico, que es precisamente un faro ideológico pro capitalista. Parecería que ella cree que la Constitución no es un documento político, sino un documento neutral. Y esta supuesta independencia de las emociones, la militancia ideológica, etc., lo que hace es que asuma, quizá inconscientemente, un sesgo. Este sesgo se evidencia en las preguntas que se hace y en las investigaciones que realiza. La Silla no investiga la explotación que se da dentro del capitalismo; su sesgo ideológico le impide ver la explotación y por tanto siquiera formularse preguntas de investigación en esta línea. Su búsqueda de la verdad es, quizá, muy restringida.
La verdad no se encuentra solamente en la observación de los hechos. Evidentemente hay un nivel de verdad que solamente se mueve a este nivel. Por ejemplo, si la campaña de un presidente recibió recursos de narcotraficantes es algo que mediante la investigación de los hechos se puede determinar si es cierto o no; igualmente, se puede determinar si un alcalde fijó precios excesivos a los alimentos en un contrato para beneficiarse se puede determinar también mediante el examen de los hechos. Es casi como la verdad judicial.
Pero si La Silla Vacía observa, por ejemplo que menos de 1 millón de capitalistas se queda con la mitad del valor agregado y la otra mitad le corresponde a 11 millones de trabajadores asalariados, distribución del valor agregado que se repite año tras año y conduce a que los capitalistas acumulen enorme riqueza mientras que los asalariados, en términos generales, se mantienen más o menos en su mismo nivel de vida, este hecho objetivo observable ¿es explotación de los trabajadores o un reparto armónico del valor agregado según la productividad de cada factor de producción? El hecho objetivo del reparto del valor agregado se observa en las estadísticas del DANE pero ¿qué es exactamente este reparto? ¿Cuál es la verdad aquí? ¿Cómo determinaría La Silla Vacía la verdad?
La Silla Vacía puede observar también que los ciudadanos colombianos iguales en derechos, son muy distintos en cuanto a su papel en el proceso productivo: unos son dueños que contratan a otros, otros solo son dueños de su fuerza de trabajo que necesitan venderla para poder vivir; hay claramente una relación material desigual entre los dos. El detector de La Silla Vacía podría decir es cierto que hay asalariados con tales características y capitalistas con tales otras. Pero, ¿por qué existe esta desigualdad? ¿Es un fenómeno natural, la naturaleza creó por un lado, asalariados y por el otro capitalistas? ¿Es un resultado de que la gran mayoría de los colombianos son perezosos y no ahorran mientras que los capitalistas son muy trabajadores y ahorrativos? ¿O se trata que mediante procesos de expropiación violenta o de expropiación económica por la competencia la mayoría de la gente perdió o no tuvo acceso a medios de producción propios? ¿Cómo determinar aquí la verdad, cómo utilizar el detector de mentiras de La Silla Vacía para determinar esto?
Finalmente, solo para citar otro ejemplo, todo el mundo observa que hay desempleo en Colombia. En las dos últimas décadas ha oscilado de un mínimo del 8% a un máximo de 19%. Alguien podría objetar ciertas definiciones del DANE pero en general hay acuerdo con la cifra de desempleo existente. El detector de mentiras de La Silla Vacía podría determinar si alguien miente en caso de afirmar que el desempleo es del 25% o del 1%. Pero, ¿se debe el desempleo a deficiencias de formación de los trabajadores o a qué el salario mínimo es ridículamente alto o se trata de que la dinámica de la acumulación capitalista tiende a aumentar la productividad incluyendo máquinas y mejores procedimientos productivos que desplazan constantemente mano de obra? ¿Cuál de las dos opciones es verdad? ¿Cómo utilizar aquí el detector de mentiras para calificar? ¿Qué hacer en estos casos cuando no se trata de los hechos sino de su explicación teórica, cuando se trata de otro nivel de la verdad?,
Me parece que La Silla Vacía al adoptar una postura ideológica fundamentada en una Constitución pro capitalista adopta una posición y asume una serie de supuestos, no explícitos sobre dicha sociedad que estrechan su visión. Esto conduce claramente a dejar de preguntarse muchas cosas, a quedarse con respuestas superficiales o a medias, a terminar finalmente haciendo, de una manera elegante, lo que critica en otros: fundamentar el alcance de su investigación en sus preferencias y emociones.
De este modo posa de ecuánime y de objetiva, de progresista en muchos aspectos, pero en una dimensión fundamental está ubicada en el centro de la misma escala de aquellos a quienes critica, de expediente y matarife. Ellos son también pro capitalistas.
_________________________________
[1] https://lasillavacia.com/blogs/direccion/entre-expediente-y-matarife-76842
Alberto Maldonado Copello
Foto tomada de: Lasillavacia.com
Deja un comentario