La consolidación de sistemas territoriales soportados en procesos de exclusión, despojo y segregación social y de género, refuerzan órdenes de las violencias y geografías del poder, que imposibilitan avanzar en los horizontes deseados por las organizaciones y movimientos sociales. De ahí, que la construcción de la paz con perspectiva popular convoque un gran esfuerzo imaginativo para elaborar y proponer unos diseños territoriales que permitan caminar hacia la construcción y consolidación de una espacialidad social más horizontal, equitativa y democrática.
Atendiendo a estos asuntos y en el marco de las discusiones y propuestas sistematizadas en el espacio de la Agenda Común para la Paz desde los Territorios, se elabora el presente estudio técnico titulado “Dimensiones territoriales del desarrollo, la democracia y el bienestar. Contribución a la agenda alternativa del pos acuerdo”, realizado por Darío Restrepo. Éste tiene como propósito general “llamar la atención sobre dimensiones espaciales del poder y en particular invitar a pensar en los posibles ordenamientos espaciales alternativos” que conduzcan a tejer una “nueva geografía del poder”. Para esto, propone una serie de tesis e ideas centrales que le permiten, por un lado, problematizar y caracterizar las manifestaciones espaciales de la concentración del poder, y por el otro, aventurar una serie de propuestas que conduzcan a su modificación o transformación.
Una de las críticas del autor a las dinámicas de desarrollo territorial en Colombia se centra en las lógicas clientelistas y centralistas de los procesos de planeación nacional. En tanto, la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo “no consulta las fuerzas políticas y sociales departamentales, así como tampoco se indaga por las prioridades de desarrollo de cada nivel territorial”, los diseños espaciales que de éste se desprenden no responden a las necesidades de los territorios, ni de los pueblos en su diversidad sexual y étnica, y algunas veces, pueden actuar en contravía de los mismos. Por consiguiente, resulta fundamental en un escenario de los posacuerdos, generar condiciones para que los territorios construyan capacidades de debatir y acordar las prioridades nacionales y locales del desarrollo.